De ‘emprendedora’ y vendedora de ropa en TikTok a cajera de ‘El Monstruo’: así era la vida de Grace Bado Neyra con ‘Los injertos del Cono Norte’

La joven se trataba de mostrar como emprendedora en redes sociales; sin embargo, colaboraba con la banda, enviando artículos para que las autoridades crean que ‘El Monstruo’, se encontraba en el Perú

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Grace Bado fue detenida por
Grace Bado fue detenida por la Policía por su vinculación con 'El Monstruo'. Foto: Latina

Grace Bado Neyra fue detenida por la Policía Nacional del Perú (PNP), y recluida en la cárcel de Santa Mónica, debido a su vinculación con la organización criminal ‘Los Injertos del Norte’, liderada por Erick Moreno, alias ‘El Monstruo’.

Ella se mostraba en redes sociales como emprendedora; subía videos en TikTok para vender ropa, juguetes, entre otros elementos. No obstante, las autoridades sospechaban que en realidad era la encargada de proveedor de dinero y de artículos al criminal más buscados del país. Estos eran enviados al extranjero para confundir a la PNP acerca de su paradero.

El operativo estuvo a cargo de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en colaboración del tercer equipo de la fiscalía provincial de crimen organizado del Ministerio Público. Se allanó la vivienda en el distrito limeño de Los Olivos, de acuerdo con Latina. En el predio se ofrecía productos importados, venta de ropa, y diseño de uñas. Además, manejaba una página inmobiliaria.

Bado, además de sus hermanas y abuela, quienes también fueron capturadas, fueron trasladadas a la sede Investigación de la Dirincri, donde pasaron los exámenes de ley y otras diligencias.

“Actualmente, con otros familiares, se encuentra interna en un penal. Ella era la encarga de llevarle el dinero y fue quien desde el Perú hasta otro país trasladó cervezas, periódicos, un envoltorio de una pollería, para creer que está en el Perú, para que él, mediante un video que lo difunde diga me encuentro aquí y no me capturan”, dijo el general Marco Conde, jefe de la división.

Golpe a ‘El Monstruo’: caen
Golpe a ‘El Monstruo’: caen su madre, su pareja y un suboficial PNP en megaoperativo contra ‘Los Injertos del Cono Norte’

Así operaba el policía, el otro cómplice

La investigación sobre la red criminal liderada por Erick Luis Moreno Hernández ha revelado que su alcance podría extenderse más allá de las fronteras peruanas, con posibles conexiones en Brasil y la protección de mafias locales.

Esta hipótesis ha cobrado fuerza tras la reciente detención de un agente de la Policía Nacional del Perú (PNP), quien habría facilitado la fuga y las operaciones ilícitas de la organización criminal. Se trata de un policía en actividad, Israel Araujo, quien al igual que Grace, también fue detenido en su hogar.

“Se le ha encontrado arma de fuego con serie erradicada y municiones. Según las investigaciones que tenemos, habría estado brindado armamento y munición, así como el mantenimiento”

La detención de Araujo se produjo durante un mega operativo realizado en la madrugada en el distrito de Comas, donde también fue arrestada la madre de El Monstruo, Martina Hernández, junto a otros presuntos integrantes de la organización.

En Bolivia, cayó Liseth Cruz,
En Bolivia, cayó Liseth Cruz, su pareja. Ella era pieza clave: acompañó a “El Monstruo” por Paraguay, Brasil y otros países. Foto: PNP/ Infobae Perú

El suboficial, con nueve años de servicio en la institución, aprovechó su posición para transmitir datos confidenciales que permitieron a los delincuentes evadir a las autoridades y mantener sus actividades delictivas.

Al momento de su captura, intentó deshacerse de un teléfono celular y un arma de fuego arrojándolos por la ventana de su vivienda, pero ambos objetos fueron recuperados por los agentes.

Su papel consistía en alertar sobre futuros operativos, proporcionar rutas de patrullaje, identificar a los oficiales involucrados y compartir los horarios de intervención. Esta información permitió a la organización criminal anticipar y frustrar varias intervenciones policiales, lo que generó sospechas entre los altos mandos sobre la existencia de un informante dentro de la institución.

Las filtraciones atribuidas a Georgi resultaron determinantes en la cancelación o el fracaso de múltiples operativos. La precisión con la que los delincuentes evitaban ser capturados llevó a los superiores a iniciar una revisión exhaustiva de los procedimientos y del personal involucrado. La investigación concluyó que la información de inteligencia se volvía inútil, ya que las fugas ocurrían incluso después de semanas de seguimiento, lo que finalmente condujo a la identificación y detención del suboficial.