Hombre sin hogar reclama esquina, destroza flores y golpea a vendedores mexicanos en California: vecinos lo someten a golpes

El enfrentamiento en Santa Rosa terminó en caos, golpes y fuertes críticas al manejo policial tras la agresión contra una madre mexicana y su hijo

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La destrucción de más de
La destrucción de más de 40 ramos dejó a la mujer sin su ingreso del día, mientras cuestionan la actuación del oficial que la interrogó en lugar de protegerla.

La tensión social que viven los vendedores ambulantes en California volvió a quedar expuesta tras un incidente violento ocurrido en Santa Rosa, donde un hombre en situación de calle agredió a una trabajadora mexicana, destruyó su mercancía y generó una reacción en cadena que terminó con varios transeúntes sometiéndolo mientras la policía llegaba al lugar.

El episodio, captado en video, se volvió viral en redes sociales y desató un acalorado debate sobre el trato hacia trabajadores inmigrantes y la forma en que las autoridades manejan situaciones de riesgo que involucran a comunidades vulnerables.

El altercado ocurrió el pasado miércoles 26 de noviembre, aunque las imágenes comenzaron a circular días después. La protagonista es Karla Luna, una vendedora de flores de 27 años originaria de Los Ángeles, quien cada temporada viaja a Sonoma para trabajar en los cruces viales donde suele tener buena venta. Esa mañana, Luna llegó alrededor de las 10:30 a.m. junto a su hijo de 11 años, como lo ha hecho durante los últimos tres inviernos.

Sin embargo, la escena ya estaba ocupada por un hombre blanco que exhibía un cartel solicitando “$500 para la renta”. De acuerdo con Luna, el sujeto comenzó a alterarse desde que la vio instalándose en la calle, asegurando que ese espacio “le pertenecía”. La mujer, con dominio limitado del inglés, intentó mantenerse al margen, pero la actitud del hombre se volvió cada vez más agresiva, asustando al menor que se escondió detrás de ella. Fue entonces cuando Luna decidió activar la cámara de su teléfono.

Las imágenes muestran cómo el
Las imágenes muestran cómo el individuo arrojó los ramos a un barranco antes de ser sometido por civiles que defendieron a los vendedores.

En el video se observa al hombre tomando sin permiso las cubetas cargadas con flores amarillas, rojas y naranjas. Aún con tráfico circulando, comenzó a correr por los carriles para trasladarlas al otro lado de la avenida, una por una. Apenas dejó la última cubeta, una mujer llamada Cecilia Ramírez, residente de Calistoga, detuvo su auto al ver el miedo del niño y la desesperación de la madre. Ramírez gritó al agresor y llamó al 911 de inmediato.

Poco después llegó al lugar un compañero de trabajo de Luna, también vendedor, quien recuperó una de las cajas tiradas. El gesto provocó que el hombre se alterara aún más: pateó una de las cubetas y derramó toda el agua. Luego la pateó nuevamente, lanzando los ramos directamente al tráfico. Ramírez volvió a encararlo, señalando que mientras él pedía dinero, Luna trabajaba honestamente vendiendo sus flores.

La situación escaló todavía más cuando el sujeto tomó los ramos amarillos restantes y los arrojó por encima de la barandilla hacia el arroyo Santa Rosa. En ese momento, dos hombres latinos que presenciaron el ataque corrieron hacia él. En el video puede verse cómo lo derriban y le exigen repetidamente que abandone el lugar. Aunque el hombre levantó los puños, no hubo más golpes después del forcejeo inicial. La tensión continuó hasta que comenzaron a escucharse las sirenas policiales.

Cuando la policía de Santa Rosa arribó, separó a todos los involucrados e inició una revisión de los hechos. Según la sargento Patricia Seffens, el hombre aseguró que recibió un puñetazo y solicitó atención médica. Los oficiales revisaron el video del teléfono de Luna y determinaron que podían levantar cargos tanto por destrucción de propiedad como por agresión, dependiendo de lo que cada parte decidiera. Nadie presentó denuncias.

Pero la controversia no terminó ahí.

El sujetoi recibió una golpiza
El sujetoi recibió una golpiza de transeúntes.

Un momento captado por otro testigo se volvió el punto más criticado en redes sociales. En la grabación, un oficial se dirige a Luna y le pregunta: “¿Por qué crees que está bien tener a tu hijo en medio de la calle?” Una frase que miles de usuarios calificaron como insensible, considerando que la mujer acababa de sufrir agresiones y la pérdida de su mercancía.

“¿Cómo puede sentirse segura la comunidad latina cuando piden ayuda y en lugar de protegerlas las interrogan como si fueran responsables?”, escribió un usuario en Instagram. Otro añadió: “Si la víctima hubiera sido blanca, ¿le habrían hablado así?”

El departamento policial respondió más tarde que la pregunta se hizo por motivos de seguridad, ya que menores no deben permanecer en áreas tan peligrosas. No obstante, la explicación no calmó la indignación pública. El jefe de policía, John Cregan, anunció la apertura de una revisión interna e independiente para evaluar si los agentes actuaron conforme al protocolo.

Para Luna, el episodio dejó una huella más profunda que la pérdida de casi 40 ramos —prácticamente su ingreso del día—. La mexicana relató que ha percibido un ambiente cada vez más hostil hacia los vendedores latinos en varias zonas del estado, algo que atribuye al clima político y a un discurso antimigrante que se ha intensificado en los últimos años. Amigos y colegas iniciaron una recaudación para ayudarla a recuperarse, aunque admite que la sensación de inseguridad persiste.

El incidente de Santa Rosa puso nuevamente bajo la lupa el riesgo cotidiano de los vendedores ambulantes, quienes, además de enfrentarse a las dificultades económicas, también deben lidiar con agresiones, discriminación y una frecuente falta de respaldo institucional.