La nueva cara de la trata: 81% de captaciones de menores ocurrieron en redes sociales

El uso de plataformas digitales facilita la captación de menores para explotación, con un incremento del 86 % en casos reportados y la mayoría de víctimas entre 12 y 17 años

Guardar
El 86 % de aumento
El 86 % de aumento en delitos de trata infantil en 2025 alarma a autoridades mexicanas (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que nos relacionamos, compartimos y nos comunicamos.

Pero detrás de pantallas y perfiles, también se esconde un nuevo rostro del crimen: uno que ataca en silencio y se dirige a los más vulnerables.

Cada vez más casos de explotación infantil comienzan con algo tan cotidiano como un mensaje directo o una solicitud de amistad.

Lo que aparenta ser una conversación inocente puede escalar rápidamente hacia situaciones de riesgo, sin que padres, tutores o incluso las propias víctimas se den cuenta.

El alarmante crecimiento de la trata infantil

La mayoría de las víctimas
La mayoría de las víctimas de trata infantil en México son mujeres entre 12 y 17 años (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los delitos de trata de personas vinculados a material de abuso sexual infantil se dispararon un 86 % durante el primer semestre de 2025, de acuerdo con el Quinto Reporte Anual contra la Trata de Personas presentado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Según el informe, el 62 % de los casos de trata documentados están relacionados con la producción, distribución o consumo de material de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes, de acuerdo con la agencia de noticias EFE.

Las cifras también muestran un fuerte componente digital: el 81 % de las captaciones se efectuaron a través de redes sociales y plataformas como Facebook (22 %), Instagram (18 %) y WhatsApp (15 %), donde los agresores se hacen pasar por “amigos virtuales”.

Entre enero de 2024 y junio de 2025, la Línea y Chat Nacional contra la Trata recibió 5.170 reportes relacionados con este delito, y el 59 % de las víctimas identificadas eran mujeres. La mayoría de las víctimas tenía entre 12 y 17 años de edad.

El informe nacional también señala que el 78 % de las captaciones ocurren de forma presencial, mientras que las víctimas migrantes enfrentan altos niveles de vulnerabilidad, siendo utilizadas incluso como “mulas” para transportar narcóticos (25 %), en labores domésticas (21.9 %) o explotación sexual (17.1 %).

María Elena Esparza, consejera en Género del Consejo Ciudadano, enfatizó que la trata es un delito con “énfasis de género”, pues afecta de manera desproporcionada a niñas y mujeres, y requiere un análisis desde una perspectiva feminista para comprender su complejidad y atender sus causas estructurales.

La corrupción de menores

El 62 % de los
El 62 % de los casos de trata infantil está vinculado a material de abuso sexual (Imagen Ilustrativa Infobae)

La corrupción de menores es un delito que se configura cuando una persona adulta, o incluso otro menor con conducta dañina, influye de forma negativa en el desarrollo físico, emocional o moral de un niño, niña o adolescente, es decir, de cualquier persona menor de 18 años, según el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Este delito se basa en inducir o incitar al menor a comportamientos que comprometen su integridad y lo exponen a riesgos como la explotación sexual, el consumo de drogas o alcohol, la mendicidad, la prostitución, la participación en actividades delictivas o cualquier conducta que altere su desarrollo psicosocial y lo aleje de una vida sana y segura.

El Código Penal mexicano tipifica la corrupción de menores como toda acción que altere su conducta normal, interfiera con su adecuado crecimiento y lo empuje hacia prácticas que pueden ser perjudiciales para sí mismo o para la sociedad.

Medidas legales y preventivas

Existen diversas disposiciones legales que buscan prevenir este delito. Por ejemplo, la Constitución Mexicana, en su artículo 123, prohíbe emplear a menores de 16 años en trabajos peligrosos, insalubres o nocturnos, y restringe el trabajo infantil en general. Además, el artículo 202 del Código Penal establece sanciones para quienes empleen a menores en cantinas, bares o centros de vicio.

Pero más allá de las normas, la prevención de la corrupción de menores también depende de otros factores fundamentales:

  • La familia: El rol de los padres o tutores es crucial. La falta de supervisión, el abandono o la orfandad pueden dejar a los menores vulnerables a ambientes y personas que los perjudiquen. Es vital fomentar la educación y responsabilidad parental, así como fortalecer los vínculos familiares.
  • El entorno: El ambiente social y cultural donde crece un menor también influye poderosamente en su conducta. Las malas compañías, la exposición a la violencia, la marginación o el acceso libre a contenidos nocivos son factores de riesgo.
  • El ejemplo: Los menores tienden a imitar lo que ven. Por eso, tanto en casa como en los medios de comunicación, es fundamental promover valores como el respeto, la integridad y la cultura del esfuerzo.