El ingrediente que te ayuda a arrancar la grasa del horno y la estufa sin pensar en el vinagre

La falta de limpieza adecuada en las cocinas puede convertirse en un problema de salud para los habitantes de los hogares, debido a la acumulación de residuos de alimentos que no solo favorecen la proliferación de microorganismos peligrosos, además atraen plagas como cucarachas y roedores.

Una de las más molestas actividades de limpieza en la cocina es el aseo de la estufa, principalmente por el cochambre, el cual es en la mayoría de las veces grasa quemada o jugos de comida secos. Esto hace que requiera tallarse con fuerza la superficie, algo sumamente cansado, tedioso y largo.

Sin embargo, hay una técnica que permite quitar el cochambre de una manera natural, económica, sencilla y rápida con materiales que muy probablemente ya tengas en casa.

El limón, conocido por sus múltiples beneficios a la salud, también es una herramienta eficaz para la limpieza del hogar, especialmente en la eliminación de grasa leve a moderada. Por su alto contenido ácido, el jugo del cítrico es un agente natural que disuelve la suciedad sin causar daños en las superficies.

Para limpiar de manera sencilla y económica la estufa lo que debes hacer es cortar la fruta a la mitad y frotarla directamente sobre la zona con suciedad. Posteriormente, debes dejar reposar el jugo durante un período de 10 a 15 minutos. Después de este tiempo solo se necesita retirar los residuos utilizando una esponja húmeda o un paño suave.

Esta medida funciona no solamente para las parrillas y las hornillas, también es auxiliar para asear el horno. En este último caso lo que se sugiere es calentarlo a baja temperatura antes de aplicar el limón para poder retirar con mayor facilidad las impurezas. De cualquier manera se consigue un aroma fresco a cítrico que hace al ambiente más agradable.

Conservar la estufa y el horno libres de grasa no solo contribuye a la higiene del hogar, sino que también prolonga la vida útil de los electrodomésticos y mejora la calidad del aire en los espacios interiores. Por lo mismo, adoptar hábitos de limpieza puede marcar una gran diferencia en el mantenimiento de estos equipos, así como prevenir la proliferación de microrganismos.

Entre las sugerencias para mantener aseada la estufa están limpiar el horno de manera regular para evitar la acumulación de residuos, prevenir la proliferación de grasa y desperdicios con el uso de bandejas o papel aluminio y ventilar adecuadamente tanto el electrodoméstico como la cocina después de realizar la limpieza para eliminar la humedad residual e impedir la acumulación de olores.