Wendy Guevara sufrió sangriento accidente cuando iba en kinder: “La llanta me pasó por la cabeza”

Wendy Guevara relató en la más reciente entrevista de Yordi Rosado cómo un grave accidente durante su niñez afectó su proceso escolar y su vida. Y es que en edad preescolar, la creadora de contenido fue atropellada por una camioneta afuera de su casa, lo que resultó en lesiones severas y una recuperación prolongada, marcada por una estancia de seis meses en el hospital y la recepción de 86 puntadas en el cuero cabelludo.

La influencer de 30 años, quien desde pequeña presentaba rasgos de su identidad de género, contó que el vehículo no sólo la golpeó una vez, sino que pasó sobre ella en varias ocasiones, aludiendo a una posible intención del conductor de causarle un daño fatal para evitar responsabilidades médicas.

“Tuve un accidente, me atropellan y me pusieron 86 puntadas. Se me vino todo el cuero cabelludo”, contó la “chica trans” en el popular programa de internet.

“Se regresa dos veces hacia atrás para darme bien, no sé por qué, dicen que porque es más fácil cuando fallece la persona que los gastos médicos... Me pasó por la cabeza la llanta y luego regresó de reversa para aplastarme bien. Yo tenía mi cara llena de piedras, y los doctores me abrían y me sacaban piedritas de aquí”, añadió.

Como resultado de dicho accidente, la famosa “Perdida” aún presenta fragmentos de piedras en su rostro. Aunque no recuerda el dolor en el momento, sí evoca el sufrimiento durante su recuperación en el hospital, periodo en el cual perdió todo el año escolar de kinder.

A pesar del trauma físico y emocional, Wendy no mantiene memorias del dolor vivido, pero sí de las secuelas, incluyendo una cicatriz en la cabeza que lleva consigo hasta la fecha. Esta experiencia marcó no sólo su transición a la educación primaria sino también su vida personal.

Durante su recuperación, Wendy Guevara recuerda haberse visto reflejada y sentirse como un “monstruo” debido a la inflamación y las heridas en su rostro.

La creadora de frases virales como “Y ni modérrimo”, recordó haberse visto de pequeña en el reflejo de una superficie en el hospital y su imagen la impactó al grado de tenerla muy presente todavía. “Toda hinchada, los labios así... y yo lloré porque me asusté, eso es lo que siempre recuerdo. Fue algo muy fuerte, que mi familia sufrió”.

Así mismo, la joven recordó en su charla cómo fue que su identidad de “chica trans”, como ella se define, ha estado latente en su vida desde su época en el jardín de niños, cuando prefería ser amiga de otras niñas, “andar del brazo con ellas” y abrazar a los niños.

“Cuando fui creciendo que iba en el kindercito y eso, no tenía mentalidad de tener relaciones ni de besar a un niño pero yo quería estar con los niños... y yo quería traer falda. Me gustaban las Barbies mucho, me gustaban las muñecas, lo de niños no me gustaba nada”, explicó.

La historia de Guevara destaca la resiliencia y los desafíos que enfrentó desde temprana edad, forjando su carácter y su identidad. Hoy en día, se ha convertido en una voz influyente dentro de la comunidad transgénero, compartiendo su historia y defendiendo los derechos e inclusión de la comunidad LGBTQ+.