Esposa de Genaro García Luna aseveró que la Fiscalía estadounidense no tiene pruebas que lo incriminen

En las primeras dos semanas del juicio contra Genaro García Luna en Estados Unidos, una persona cercana al exsecretario de Seguridad se ha presentado en la Corte de Brooklyn sin falta. En ocasiones se intercambian miradas y pequeños gestos amorosos. Se trata de su esposa, Linda Cristina Pereyra, quien se ha reservado a emitir declaraciones ante los medios de comunicación.

El pasado lunes 23 de enero, la licenciada en Derecho asisitó a la Corte y desde ese día no ha faltado, aunque se ha mantenido discreta por cuestiones de seguridad. La comunicación entre Pereyra y García Luna se ha reducido a breves muestras de afecto: un beso desde lo lejos, un ademán de abrazo y, en ocasiones, las palabras “te amo” ligeramente articuladas.

Desde una banca reservada para familiares y conocidos del acusado, Cristina ha escuchado atentamente durante horas los testimonios de narcotraficantes y policías estadounidenses que ha comparecido en el juicio de su esposo. Aunque algunos de ellos han declarado que le pagaron millones de dólares a García Luna como sobornos, ella se muestra confiada en la defensa legal del exfuncionario mexicano.

Fue el pasado 1 de febrero cuando Cristina Pereyra rompió el silencio y compartió sus expectativas del juicio. A pesar de los señalamientos de vínculos criminales que pesan sobre su pareja, aseguró que la Fiscalía estadounidense no cuenta con pruebas materiales que comprueben los supuestos nexos y sobornos que García Luna recibió de miembros del Cártel de Sinaloa, durante los sexenios de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012).

Pereyra mencionó que no hay una foto, video, o documento en poder de la Fiscalía de Estados Unidos que incriminen a García Luna. “Ellos no tienen nada”, comentó a un periodista del equipo de Ciro Gómez Leyva, y aseguró que el exsecretario de Seguridad se encuentra bien de salud. Aunque la entrevista fue breve, dejó en claro que tiene confianza en los abogados de su esposo.

“Nosotros tenemos cómo defendernos”, aseveró en referencia a la participación de César de Castro -abogado defensor-, a quien calificó como alguien “serio” y “discreto”. Pese a ello, casi no lo consulta, pues prefiere enterarse del avance del juicio en las audiencias que se han realizado.

Detalló que García Luna ha encontrado una manera de “aprovechar” el tiempo durante su estancia en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, en Nueva York, pues indicó que ha tomado cursos sobre Ciencia Política, un área diferente a la que estudió en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde se graduó como ingeniero mecánico a los 26 años.

Genaro García Luna y Cristina Pereyra han permanecido juntos desde el año 2008. Tienen dos hijos: Luna Sofía y Genaro. La primera acompañó en una ocasión a su madre a la Corte de Brooklyn. Sin embargo, se han mantenido lejos de los reflectores de medios de comunicación.

En tanto, el juicio contra el exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón sigue en curso. Hasta el momento se ha presentado una decena de testigos, unos en calidad de cooperantes. Algunas de las acusaciones más fuertes en contra de García Luna fueron las emitidas por Óscar Nava Valencia, alias El Lobo, quien aseguró haber pagado cerca de 10 millones de dólares al exfuncionario a manera de sobornos.

Sin embargo, el mismo testigo cayó en contradiciones. Florian Miedel, uno de los abogados, preguntó a Nava Valencia por qué no había mencionado a García Luna antes de 2020, si para ese entonces ya había colaborado con autoridades estadounidenses en otros casos.

Se justificó diciendo que no le habían preguntado específicamente por García Luna, pues solamente lo interrogaban sobre las rutas de droga y sus antiguos socios. Pero posteriormente El Lobo reconoció que el pasado 14 de diciembre le dijo a las autoridades estadounidenses que nunca había conocido al exfuncionario mexicano.

Además del juicio en Estados Unidos, García Luna cuenta con dos órdenes de aprehensión en México: una por el caso ‘Rápidos y Furiosos’ y otra por los CEFERESOS.