
Stevie Ticks, una perra adoptada de dos años, se convirtió en el centro de una entrañable historia que comenzó con una simple carta y terminó uniendo a vecinos en la ciudad inglesa de Bristol.
Todo inició cuando Jack McCrossan y sus tres compañeros de piso, quienes habían crecido rodeados de perros, se mudaron a una vivienda donde las mascotas no estaban permitidas. La ausencia de un amigo de cuatro patas los llevó a buscar una solución creativa.
Una noche, al notar a un perro observándolos desde la ventana de una casa vecina, los jóvenes decidieron escribir una carta a los dueños del animal.
En el mensaje, ofrecieron sus servicios como cuidadores y paseadores, explicando que extrañaban la compañía de un perro. “La vida adulta es un desafío sin uno”, escribieron, firmando como “los chicos del número 23″.
Una respuesta inesperada

De acuerdo con la carta inicial, los remitentes se describieron como cuatro ingenieros que se mudaron al área hace pocos meses. En su hogar conviven un inglés, dos escoceses y un galés.
En el mensaje, expresaron su entusiasmo al notar al perro observándolos desde una ventana y manifestaron su interés en interactuar con él. “Si alguna vez necesitas que alguien lo saque a pasear, con gusto lo haremos”, escribieron, añadiendo que estarían encantados de cuidarlo o simplemente verlo pasar frente a su balcón.
La respuesta no se hizo esperar y llegó en forma de una carta escrita a mano, aparentemente desde la perspectiva del perro, cuyo nombre es Stevie Ticks. En el mensaje, el animal se presentó como un cruce entre Labrador y Pastor Alemán, de dos años y cuatro meses de edad.
El tono de la carta de Stevie fue cálido y humorístico, destacando su entusiasmo por conocer a los ingenieros. “Soy muy amigable y lleno de energía”, escribió, añadiendo que estaría encantado de pasar tiempo con ellos. Sin embargo, también dejó claro que su amistad tiene un precio: “El precio de mi amistad es de cinco lanzamientos de pelota y caricias en la barriga cada vez que las exija”.
Stevie también mostró empatía hacia la situación de los ingenieros, reconociendo las dificultades de encontrar alquileres que permitan mascotas. En su mensaje, ofreció la posibilidad de organizar un encuentro a través de su dueño, Chris, dejando un número de contacto para coordinar.
El gran encuentro

El 15 de diciembre, los jóvenes finalmente conocieron a Stevie, una perra adoptada por Tolman y su pareja, Chris, de un refugio en Chipre. Según relató McCrossan a BuzzFeed News, el encuentro fue emocionante. “Fue genial conocer a Stevie. Era tan enérgica como nos habían descrito. La llevamos a dar un paseo y no paraba de correr”, comentó.
Tolman también compartió que Stevie pasó una hora jugando en la casa de los chicos, y su entusiasmo era evidente. “Podíamos escucharla corriendo por las paredes. Cuando la trajeron de vuelta, se quedó lloriqueando en la puerta y la ventana durante horas”, explicó.
La historia de Stevie y los chicos del número 23 no tardó en hacerse viral. McCrossan compartió la correspondencia en redes sociales, y la publicación generó miles de reacciones positivas en todo el mundo.
“Sorprendido es quedarse corto”, dijo McCrossan a BuzzFeed News sobre la respuesta viral. “Ha sido surrealista ver cuán popular se volvió la publicación y las miles de respuestas positivas de todos”.
Stevie, quien en 2019 contaba con más de 13 mil seguidores en Instagram, parece indiferente a su fama. “Seguimos diciéndole cuántas personas están interesadas en su relación con sus nuevos amigos, pero solo me da la pata para pedir golosinas”, comentó Tolman.
Más allá de la anécdota

La historia no solo unió a los vecinos, sino que también inspiró a otros. Según publicó McCrossan en su cuenta de X (en ese entonces Twitter) redes sociales, la policía de Avon y Somerset lanzó una campaña navideña llamada “Haz que una tarjeta cuente”, animando a las personas a enviar cartas o tarjetas a vecinos que podrían sentirse solos durante las fiestas.
Además, la relación entre Stevie y los chicos continuó por un tiempo. En enero, McCrossan compartió imágenes en 2020 de una noche de cine con la perra, describiéndola como “muy emocionada”.
La última publicación en la cuenta de Instagram del perro @stevieticks fue el 23 de mayo de 2024, donde un usuario preguntó: “¿Qué ha pasado con Stevie Ticks y los ‘boys’? No ha habido publicaciones ni menciones en mucho tiempo”.
En el perfil del dueño de Stevie, se puede ver una fotografía del 3 de septiembre de 2024 en la que el perro disfruta del sol mientras está recostado en un sillón.
Un usuario comentó: “Encontré la historia de Stevie Ticks en la página de Instagram de Upworthy, sobre los 4 chicos jóvenes que querían conocer a tu maravilloso perro. ¡Qué historia tan genial! Saludos desde Columbia Británica, Canadá”.
El dueño respondió: “Me alegra que siga circulando y haciendo sonreír a la gente”. La misma usuaria luego preguntó: “¿Siguen esos 4 chicos queriendo a Stevie Ticks? ¡Qué gran nombre!” y el dueño contestó: “Lamentablemente, se mudaron de Bristol. Sin embargo, siempre hemos intentado mantener la filosofía de que Stevie tenga muchos amigos y encuentros posibles”.
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