El fútbol femenino cada vez tiene más peso en el panorama deportivo. Día a día, es más sencillo andar por la calle y ver niños y niñas con las camisetas de Alexia Putellas, de Aitana Bonmatí o de Alex Morgan, que ha colgado las botas recientemente. Sin embargo, este aumento de la popularidad no siempre es sinónimo de buenas noticias.
Hasta la fecha, el fútbol femenino se había librado, o intentado, de los comportamientos reprochables. Pero algunos clubes han comenzado a imponer las mismas normas que a las plantillas masculinas. El Chelsea anunció que, a partir del 10 de septiembre, sus futbolistas no podrán acercarse a las gradas tras los partidos.
De esta manera se acabaron las imágenes de jugadores firmando autógrafos y haciéndose fotografías con los aficionados. No obstante, la cosa no acaba ahí. El equipo tampoco permitirá que las futbolistas se paren a la salida del Stamford Bridge para cumplir con sus seguidores. Los motivos que aporta el club para instaurar estas prohibiciones tienen que ver con la seguridad.
Para muchos, esta decisión, que apunta a expandirse a más clubes, elimina la cercanía, espontaneidad y frescura que tenía el fútbol femenino y que las diferenciaba del masculino. En España, las deportistas del FC Barcelona se han convertido en el centro de todas las miradas. Sus éxitos en el club catalán y en la selección las han puesto al mismo nivel que jugadores como Lewandowski, Pedri o Dani Olmo.
Aun así, esta tendencia hacia el aislamiento de los futbolistas no es cosa de sexo. En abril de 2024, tras la final de la Copa del Rey, los jugadores de la primera plantilla del Athletic de Bilbao recorrieron la ciudad sin seguridad. Entre los deportistas estaban Unai Simón, Dani Vivian o Iker Muniain. Pese a ser jugadores reconocidos y de alto nivel, no hubo ningún problema de dificultad, más allá de la multa que les puso la policía por organizar una fiesta sin permiso.
La situación del Chelsea
Más allá de los posibles problemas de seguridad, el equipo británica también se enfrenta a la acumulación de jugadores que tiene en la plantilla. A lo largo del mercado de verano, no han parado de llegar nuevos nombre a la casa azul. En total, el combinado masculino cuenta con 34 futbolistas: cuatro porteros, diez defensas, nueve mediocentros y once delanteros.
España está representada en, prácticamente todas las posiciones. Robert Sánchez bajo palos, que, además, ha sido internacional la selección en uno de los mejores momentos de su historia. En la línea de defensa está Marc Cucurella, el catalán también se encuentra en un alto nivel de forma y, pese a no destacar en el Getafe, su viaje al Brighton le abrió las puertas del gigante británico. Uno de los últimos en unirse fue Marc Guiu, a sus 18 años, el canterano del Barça abandonó el nido pese a ser una de las grandes promesas. En el femenino, también hay representación nacional. Júlia Bartel, con el dorsal 16, ocupa el medio del campo. La joven de 20 años abandonó el conjunto blaugrana en verano de 2024.