El grupo inversor liderado por Paola y Gabriela Luksic, junto a Javier Targhetta, presidente de Atlantic Copper, ha señalado que la adquisición de las marcas vinculadas a La Cartuja Pickman constituye una condición fundamental en su oferta para tomar el control de la histórica firma cerámica de Sevilla. Los inversores han explicado su intención de culminar este proceso en los próximos días, considerándolo un paso esencial para asumir el resto de los activos, la plantilla y los compromisos financieros con la Seguridad Social. Según informó la agencia EFECOM, este grupo, compuesto por representantes internacionales y españoles, compite actualmente con Porcelanas de Levante Siglo XXI (Porvasal), empresa valenciana especializada en el sector, en el proceso de liquidación de Ultralta, titular de los principales activos y derechos de marca de la compañía.
De acuerdo con la información proporcionada por EFECOM, las dos candidaturas han presentado ofertas diferenciadas, que están siendo analizadas en el contexto de la liquidación judicial. El grupo encabezado por las Luksic y Targhetta propone una inyección económica cercana a 1,5 millones de euros, suma que cubriría principalmente las deudas existentes y que incorpora una aportación adicional de 120.000 euros. Esta cifra se destina en parte a la adquisición de los derechos de marca, un elemento considerado estratégico para el futuro desarrollo del proyecto.
El medio EFECOM detalló que la propuesta de Porvasal asciende a 220.000 euros, a la que se sumarían la asunción de las deudas de la sociedad. Porvasal, con sede en la Comunidad Valenciana, ha consolidado su presencia en el sector de porcelanas de uso profesional, y con esta operación busca expandirse en el segmento de loza fina y acceder a la marca centenaria sevillana.
Los administradores concursales y responsables de la liquidación de Ultralta, sociedad propietaria de la fábrica y detentora de los derechos sobre las marcas “La Cartuja de Sevilla” y “La Cartuja de Sevilla Pickman”, evalúan actualmente ambas ofertas para decidir cuál garantiza de forma más solvente la continuidad empresarial, el mantenimiento del empleo y el pago a los acreedores.
Según publicó EFECOM, tanto el grupo inversor liderado por las empresarias chilenas como Porvasal han manifestado el objetivo de recuperar la actividad industrial y preservar el patrimonio vinculado a la firma, que cuenta con más de 150 años de historia en la capital andaluza. La hoja de ruta presentada por los Luksic y Targhetta prevé la constitución de una nueva sociedad con domicilio social en Sevilla, el refuerzo de la estructura directiva en áreas estratégicas y una inversión significativa en la modernización de las instalaciones productivas.
Además, este grupo ha destacado ante EFECOM su propósito de asumir la mayoría de los puestos de trabajo afectados por el concurso, así como la deuda pendiente con la Seguridad Social, priorizando la estabilidad laboral y la responsabilidad empresarial en la región. Entre las prioridades, figura la incorporación de perfiles directivos especializados y la modernización tecnológica, con el fin de llegar a una situación de competitividad y viabilidad a corto plazo.
El relanzamiento de La Cartuja Pickman contempla también el diseño de una estrategia industrial que permita recuperar el posicionamiento de la compañía en los mercados nacional e internacional, poniendo en valor su legado histórico y combinando la tradición con la innovación en procesos y productos, según informó EFECOM. Tanto los inversores extranjeros como la empresa valenciana han subrayado el potencial de la marca para favorecer la creación de empleo y robustecer el tejido industrial local.
La venta de los activos y derechos de la enseña, emblemática tanto por su historia como por su contribución al patrimonio industrial de Sevilla, responde a la necesidad de resolver la viabilidad de La Cartuja Pickman y evitar su desaparición definitiva. Las negociaciones y las evaluaciones en marcha se encuentran en la fase final, a la espera de que los administradores determinen la adjudicación que mejor se adapte a los intereses de la compañía, sus trabajadores y acreedores, según consignó EFECOM.
Las expectativas sobre el posible acuerdo final han generado interés tanto en el entorno empresarial sevillano como entre los colectivos vinculados a la protección del patrimonio industrial, señala el medio. Mientras se resuelve el proceso, los oferentes recalcan que la reactivación de la fábrica y la recuperación de la marca permitirán preservar tanto los oficios tradicionales de la cerámica como la identidad de un sector clave para la economía de la región.

