Un técnico de Metro denuncia ante la Inspección que la nueva línea 6 incumple la distancia entre coche y andén de 7′5 centímetros: ya ha habido accidentes

Un pasajero ya quedó atrapado en la estación de Carpetana el pasado 17 de octubre. Metro asegura que no se incumple la normativa

Guardar
En un círculo naranja, se
En un círculo naranja, se destaca la distancia entre andén y tren, según la denuncia supera los 7,5 cm regulados por ley

Ya lo denunció por primera vez el 6 de septiembre de este año en un correo interno destinado a sus superiores. “He tenido oportunidad de recorrer varias estaciones, así como de apreciar la caída de unas ruedas de carrito en el tren N16 de vía 1 a las 17:55, por lo que corroboro que existe una distancia excesiva entre coche y andén. La he medido y es muy superior a los 75 mm de frontera horizontal en muchos puntos; lo cual incumple el RD 1544/2007 y la LPRL, artículo 14″. Un técnico de Metro de Madrid asegura que las obras que se han llevado a cabo en la Línea 6 del suburbano madrileña suponen un peligro para pasajeros y trabajadores.

Tras las advertencias internas, el pasado 19 de diciembre puso una denuncia en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social del Ministerio por incumplimiento en materia de prevención de riesgos laborales. Tomó esta decisión después de que el 17 de octubre un viajero tuviera un incidente a las 21:31 horas en la estación de Carpetana. “El motivo ha sido que los viajeros del interior han visto a una persona resbalarse y meter el pie entre coche y andén, quedando atrapado fuera del tren cuando este iniciaba la marcha”. Los usuarios tuvieron que accionar el timbre de alarma del convoy para auxiliar a este pasajero. Al final el accidentado tuvo lesiones en el tobillo izquierdo y fue ayudado por un policía de paisano que estaba en el andén. “Podíamos haber tenido un accidente muy grave”, fue la respuesta que recibió este técnico por escrito del Coordinador de la Línea 6.

Días después, el 11 de diciembre, en la estación de Alto de Extremadura, un viajero alerta que ha visto como una joven “choca con la puerta y se cae a la vía mientras el tren ya estaba colocándose para parar”. Los trabajadores se acercaron a comprobar si la pasajera estaba efectivamente en la vía, y confirman que está debajo del voladizo, que está consciente. Se desaloja el tren de viajeros a las 23:49 horas".

La Comunidad de Madrid, que gestiona Metro, ha estado durante varios meses realizando obras de mejora en esta línea, que en 2027 se convertirá en la primera con conducción automática de toda la red para incrementar la capacidad y frecuencia de un servicio que utilizan a diario alrededor de 430.000 personas. La reforma ha sido integral y se ha actuado sobre todos los elementos del sistema, desde la vía a los túneles, comunicaciones, energía y señalización. Por ejemplo, se ha cambiado la tensión del suministro eléctrico de los trenes de 600 voltios a 1.500 para aumentar la eficiencia energética y se ha reforzado el borde de los andenes en las 28 estaciones para soportar las futuras puertas automáticas, que se comenzarán a instalar en enero de 2026. También se han renovado 86.057 metros lineales de carril, con una vida útil entre 30 y 40 años.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, visitando unas obras en el Metro

La denuncia presentada ante la Inspección señala que el “interfaz andén–tren" presenta “lagunas (hueco/desnivel) desfavorables y variables tras la reforma y puesta en servicio progresiva en 2025, cuya criticidad depende de estación, vía, punto de parada y puerta”. En segundo lugar, que hay “discontinuidades del pavimento del andén en zona de circulación, con riesgo de tropiezo y caída, cuya severidad aumenta por la proximidad al borde”. Metro ha procedido a la modificación estructural de los andenes de las estaciones para prepararlos para la instalación de las futuras puertas de andén, con una renovación de 7.000 metros lineales. Se han colocado 3.990 pilares de refuerzo y 7.700 metros de pisaderas provisionales.

Más de 1.600 puertas

Para este técnico, que lleva trabajando en Metro desde el año 2004, el andén es lugar de trabajo y vía de circulación, por lo que “los riesgos de caída por hueco en el borde deben gestionarse en toda su longitud. Como técnico, señalo que el punto de parada de un tren es variable: nuestros protocolos de conducción manual desplazan la parada, de modo que no basta con comprobar una única puerta señalizada como accesible”. Es decir, los riesgos para viajeros y trabajadores están vigentes desde que terminaron las obras y mientras se colocan las nuevas puertas. Está previsto que en enero comience una segunda fase de obras para instalar las futuras puertas automáticas a lo largo de 7.000 metros lineales de andén. En total, serán más de 1.600 puertas a lo largo de la línea (24 por andén para un total de 70), con cierre hermético y apertura únicamente cuando el tren está detenido.

Además, señala este técnico, en la Línea 6 pueden circular distintas series de tren, “por lo que las fronteras horizontal y vertical pueden variar según serie y gálibo. No se trata de auditar exhaustivamente toda la flota, pero sí de verificar, al menos, los tipos que vienen circulando estos últimos años”. Lo que pretende es que este técnico es que se inspeccione si se cumple el RD 1544/2007, “por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los modos de transporte para personas con discapacidad”. Este Real Decreto regula que la distancia máxima entre andén y tren no debe superar los 75 mm (7,5 cm), medida de seguridad que ahora se supera en algunos puntos de la línea comprobados por este técnico.

Recreación de las puertas de
Recreación de las puertas de acceso a los trenes en los andenes de la Línea 6

“Tras la reforma ejecutada en la Línea 6 y durante su puesta en servicio progresiva en 2025, se ha advertido que, en diversos puntos, la interfaz andén–tren presenta valores desfavorables y variables de: Hueco horizontal (s), la distancia entre borde de andén y borde del vehículo en zona de acceso; y desnivel vertical (h), la diferencia de cota entre superficie útil del andén y umbral del tren en puerta", señala la denuncia, que se ha puesto antes de que entrara en funcionamiento el segundo tramo que estaba en obras “y el previsible incremento de afluencia propio del periodo navideño. El riesgo descrito impacta en el trabajo real de colectivos que intervienen en explotación: personal de estaciones, conducción, técnicos de línea, seguridad, mantenimiento y apoyo operativo, especialmente durante asistencias, incidencias, control de afluencias y actuaciones próximas al borde, donde concurren riesgos de caída, atrapamiento, golpes, sobreesfuerzos y elevada carga mental bajo presión temporal”.

“No se incumple la normativa”

Un portavoz de Metro asegura a Infobae que todavía no han tenido comunicación de esta denuncia. “En cualquier caso, Metro no está incumpliendo ninguna normativa, de hecho, tras las obras realizadas, la accesibilidad a los trenes es mayor que antes al haber subido la cota de andén. Si bien es cierto que hay algunas estaciones que tienen más distancia que otra y, aunque ahora no se incumple ninguna normativa, cuando estén las puertas de andén instaladas, la distancia será menor de 3 centímetros”. La empresa pública asegura que organismos como el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) “ha podido comprobar que la accesibilidad está garantizada”.

Este técnico aporta mucha documentación en su denuncia y pide a la Inspección que, si de las comprobaciones resultara riesgo grave e inminente para la seguridad y salud de las personas, “se adopten de forma inmediata las medidas legalmente previstas, delimitando su alcance de forma proporcionada hasta la implantación efectiva, comprobable y sostenida de medidas correctoras”. Y es que “un pavimento con resaltes y baja detectabilidad incrementa la probabilidad de traspié; si dicho traspié ocurre en proximidad al borde, la consecuencia puede ser caída hacia una interfaz desfavorable; la presión operativa/afluencia y posibles distractores o ambigüedades visuales en fases críticas reducen el margen de reacción”.