Un 2025 marcado por la inversión militar: de las disputas en la OTAN entre Trump y Pedro Sánchez por el gasto al rearme de Europa

La UE ha tenido que dar un paso adelante para demostrar que no tiene una absoluta dependencia de EEUU

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Balance de defensa 2025 (Montaje
Balance de defensa 2025 (Montaje Infobae)

Termina un año clave en el ámbito militar. El contexto internacional es cada vez más tenso y los países se están arrastrando unos a otros a un terreno pantanoso donde el que no gasta corre el riesgo de hundirse. En España, las inyecciones a la industria de defensa, como los 2000 millones aprobados en el último Consejo de Ministros, y los límites difusos del veto a Israel han marcado el año. Europa ha tenido que dar un paso adelante para demostrar que no tiene una absoluta dependencia de EEUU, mientras que la amenaza de Rusia se ve cada vez más cerca en Occidente.

En este contexto de repunte del gasto, se dio una de las cumbre de la OTAN más mediáticas de los últimos años. Los líderes de la Alianza se reunieron en La Haya, donde Donald Trump exigió un mayor desembolso y llegar al 5% del PIB, encontrándose con la negativa de Pedro Sánchez. El primer cruce de declaraciones fue un adelanto de meses de mensajes cruzados con amenazas estadounidenses y la inmovilidad del Gobierno.

La mayoría de países de Europa han tomado importantes decisiones para modernizar y mejorar sus ejércitos e industrias de defensa. La Unión Europea (UE) ha cerrado líneas en torno a Ucrania y ha reforzado los países fronterizos con Rusia. Las incursiones de drones del Kremlin en espacios aéreos de la OTAN han elevado la tensión en los últimos meses del año. Además, el servicio militar, aunque voluntario en la mayoría de países, ha vuelto a algunas de las potencias europeas.

Gráfico de gasto en defensa
Gráfico de gasto en defensa de España, Alemania y la UE (Canva / Datos: Consejo Europeo y Datosmacro)

Pulso entre Trump y España por el gasto en defensa

Tras la vuelta de Trump a la Casa Blanca, EEUU ha presionado a los aliados de la OTAN para que eleven su gasto militar al 5% del PIB, muy por encima del 2% pactado en la cumbre de Gales de 2014. Los días 24 y 25 de junio, La Haya recibió a los grandes líderes aliados, donde se acordó este porcentaje. Sin embargo, España advirtió que su propósito seguía estando en el 2,1%, algo que se ha logrado alcanzar este 2025.

España, tradicionalmente uno de los países que menos invierte en defensa dentro de la Alianza, calificó de “irrazonable y contraproducente” la propuesta estadounidense. Esta negativa provocó duras críticas de Trump, quien llegó a sugerir la expulsión de España de la OTAN y amenazó con represalias comerciales y aranceles, aunque la Comisión Europea recordó que el comercio es competencia de la UE.

Los gobiernos de 26 de los 27 países miembro de la Unión Europea han suscrito sin Hungría un mensaje en el que respaldan la iniciativa de paz del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero en el que avisan también de que son los ucranianos quienes tiene "el derecho a elegir su propio destino" y reivindican las sanciones contra Rusia. (Fuente: EBS/GOB UCRANIA/KREMLIN/EUROPAPRESS)

Rearme de Europa y apoyo a Ucrania

El rearme europeo se ha intensificado ante la amenaza rusa, especialmente en el flanco oriental. Tras incursiones de drones rusos en Polonia y Rumanía, la OTAN lanzó la operación ‘Centinela Oriental’, con el envío de cazas, fragatas y drones por parte de países como Alemania, Dinamarca, Francia y España. Además, se ha avanzado en la creación de un “muro de drones” para reforzar la defensa, sumando barreras terrestres y observación satelital.

Polonia lidera el refuerzo militar, aspirando a tener el mayor ejército de Europa y desarrollando el plan ‘Escudo del Este’. La UE destina fondos significativos a estos países para fortalecer la frontera con Rusia, subrayando la importancia estratégica del flanco oriental para la seguridad de todo el continente europeo. Más de 1.600 militares españoles participan en misiones en Eslovaquia, Letonia y Rumanía, reflejando el compromiso colectivo europeo en la defensa regional.

En cuanto a Ucrania, los líderes europeos han tratado de mostrarse muy cercanos a Zelenski. La Coalición de Voluntarios ha realizado diferentes envíos de ayuda y acuerdos de colaboración, mientras que la UE ha diseñado un plan contra la corrupción que acelere su entrada como Estado miembro. También se han creado sistemas para hacerle llegar recursos, como los Patriots comprados por Europa a EEUU. Además, siguen peleando por desviar los activos rusos congelados hacia Ucrania.

Francia trata de imponerse como líder del continente, ofreciendo su capacidad de disuasión nuclear a sus aliados y anunciando un importante aumento de sus efectivos militares. Ha sido uno de los países que ha optado por recuperar un servicio militar voluntario, junto a Bélgica o Alemania, que incluso podría convertirlo en obligatorio si no se consiguen el número suficiente. No obstante, España no se ha unido a esta lista, así que 2025 no se recordará como el año que volvió la mili.

Pedro Sánchez anuncia la aprobación de una ley que establece el embargo de armas a Israel. La medida suspende la exportación de material de defensa y productos de doble uso hacia ese país. El Gobierno argumenta que la decisión responde al respeto al derecho internacional y a la situación humanitaria en Gaza.

Inversión en la industria española y embargo a Israel

En 2025, la industria de defensa española ha experimentado un crecimiento notable, superando los 16.000 millones de euros en ingresos, impulsada por el rearme europeo y la apuesta por la autonomía tecnológica. Indra ha sido el principal receptor de subvenciones y préstamos, con un gran aumento de la inversión estatal para llegar al 2% del PIB. Esto también ha generado polémicas sobre el fortalecimiento de una marca concreta, consolidándose como líder absoluto.

El embargo de armas a Israel ha generado una fuerte polémica y ha obligado a cancelar contratos por casi 1.000 millones de euros, afectando programas clave como los misiles Spike LR2 y el sistema lanzacohetes SILAM. Esta desconexión tecnológica busca reducir la dependencia de proveedores israelíes, aunque la sustitución no es sencilla y ha dejado en el limbo varios proyectos militares.