Muere un hombre por el virus de la rabia tras recibir un trasplante de riñón que estaba infectado

El donante de órganos, natural de Idaho (Estados Unidos), se había contagiado del virus por el arañazo de una mofeta semanas antes de fallecer

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Sala de quirófano (AdobeStock)
Sala de quirófano (AdobeStock)

Un hombre ha muerto de rabia tras recibir un trasplante de riñón en Michigan (Estados Unidos), pese a no haber estado en contacto con la enfermedad. Ante la singularidad del asunto, los Centros de Control de las Enfermedades y Prevención (CDC) iniciaron una investigación y descubrieron que el órgano trasplantado estaba infectado por el virus de la rabia. Es la cuarta vez que ocurre en Estados Unidos desde 1978.

En enero de 2025, cinco semanas después de la intervención, el paciente comenzó a mostrar síntomas propios de la rabia, hasta que falleció. La investigación de los CDC rastrearon al donante hasta dar con un hombre de Idaho que había sido encontrado inconsciente tras un presunto paro cardiaco. Este hombre era donante de órganos y se le extirpó el corazón, los pulmones, el riñón izquierdo y las córneas.

Las muestras de saliva, piel y otros fluidos fueron las que revelaron la presencia de ARN del virus de la rabia. Sin embargo, puesto que el receptor del órgano no tenía antecedentes de exposición a animales, la investigación volvió al donante. Se descubrió que, a finales de octubres, una mofeta le había arañado.

A pesar de que una muestra de suero dio negativo en la prueba de anticuerpos antirrábicos, una biopsia de su riñón dio positivo en la prueba del ARN del virus de la rabia. De esta manera, se confirmó que el origen de la infección se hallaba en el donante.

Tras una semana hospitalizado, el hombre de Michigan murió. Las córneas ya habían sido injertadas en otro paciente, por lo que el equipo médico las extrajo inmediatamente, además de prescribir al receptor un tratamiento altamente efectivo de profilaxis post exposición o PEP (anticuerpos humanos contra la rabia más una vacuna administrada antes de que aparezcan los síntomas). El corazón y los pulmones se reservaron para un centro de investigación de Maryland.

En total, las autoridades sanitarias estimaron que 357 personas habían estado en posible contacto tanto con el donante como con el receptor. Entre ellas, se recomendó a 46 que recibieran la PEP.

Los perros callejeros son los grandes transmisores de la rabia

La rabia se transmite por la mordedura, los arañazos o la saliva de cualquier animal infectado. Sin embargo, los perros son los responsables del 99 % de los casos de rabia en humanos. El 40 % de las muertes que provoca son en niños menores de 15 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No tiene cura y, si el virus llega al sistema nervioso, su desenlace es siempre mortal.

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Este patógeno provoca síntomas que, en principio, pueden confundirse con los de una gripe. Estos incluyen fiebre, náuseas, vómitos, ansiedad, confusión, dificultad para tragar, salivación excesiva, insomnio, pérdida de la función muscular y alucinaciones, según recoge MedlinePlus.

Hasta la fecha se han documentado menos de 50 personas en todo el mundo que hayan sobrevivido a la infección de la rabia. Las medidas disponibles actualmente son ineficaces, puesto que los médicos rara vez consiguen mantener con vida a los pacientes.

La forma más eficaz de prevenir la rabia es mediante la vacunación de los animales, especialmente los perros, los gatos y los hurones. Mantener al día el calendario de vacunación de los animales domésticos reduce significativamente el riesgo de transmisión. El sacrificio de los perros vagabundos no es una forma eficaz de combatir la rabia.