¿Un vigilante de seguridad puede pedirte tu DNI para identificarte? Un abogado resuelve la duda

Xavi Abat explica qué puede y qué no puede hacer el personal de seguridad privada según la legislación española

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Un vigilante de seguridad (Freepik)
Un vigilante de seguridad (Freepik)

Un vídeo grabado a las puertas del centro de salud de Las Albarizas, en el municipio malagueño de Marbella, ha provocado una intensa discusión en redes sociales durante las últimas horas. En las imágenes, difundidas ampliamente en plataformas como X y TikTok, se observa cómo un vigilante de seguridad se aproxima a un hombre que graba con su teléfono móvil en la vía pública y le solicita que se identifique mostrando su Documento Nacional de Identidad (DNI).

El ciudadano, que en todo momento mantiene la cámara enfocada hacia el agente de seguridad, se niega a hacerlo y replica que solo la Policía Nacional puede requerirle su identificación. Además, invita al vigilante a llamar a los agentes si considera necesario verificar su identidad. La escena, de pocos minutos de duración, ha bastado para que miles de usuarios planteen en redes sociales hasta dónde puede llegar la autoridad de un vigilante de seguridad y cuáles son los derechos que asisten a un ciudadano en una situación como esta.

El marco legal y las competencias del personal de seguridad privada

La controversia ha llevado a que distintos profesionales del ámbito jurídico intervengan para aclarar el marco legal aplicable. Uno de los más destacados ha sido el abogado Xavi Abat, colegiado en Barcelona y conocido en redes sociales como @elabogadodetiktok, donde acumula más de dos millones de seguidores. A través de un vídeo explicativo, Abat detalla cuáles son las competencias reales que la legislación española otorga al personal de seguridad privada y qué límites tienen sus actuaciones. “La ley es clara sobre lo que el personal de seguridad privada puede y no puede hacer”, señala Abat al inicio de su publicación.

El abogado explica que los vigilantes sí tienen la potestad de solicitar la identificación de una persona en el marco de un control de acceso, por ejemplo, en la entrada de un edificio público o privado. También pueden impedir la entrada a quien se niegue a mostrar su documento, siempre que la actuación se produzca dentro de los límites del recinto que custodian. Además, tienen la facultad de inspeccionar superficialmente bolsos o paquetes, aunque dicha revisión debe realizarse siempre con el consentimiento del ciudadano.

Por último, el letrado recuerda que los vigilantes pueden retener a una persona únicamente en caso de delito flagrante —es decir, si presencian un ilícito en el momento en que se comete—, debiendo ponerla de inmediato a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Un vigilante de seguridad (Freepik)
Un vigilante de seguridad (Freepik)

Lo que un vigilante no puede hacer

En contraposición, Abat detalla también las acciones que exceden las competencias de un vigilante de seguridad. Según la normativa vigente, no pueden retener ni quedarse con la documentación personal de los ciudadanos, ni realizar cacheos o registros corporales forzosos. Tampoco están habilitados para actuar como agentes de la autoridad, imponer sanciones o realizar funciones exclusivas de la policía.

“Toda esta regulación se apoya en dos pilares”, apunta Abat en su vídeo. El primero es la Ley 5/2014 de Seguridad Privada (LSP), que establece las funciones y responsabilidades del personal de seguridad privada en España, siempre subordinadas a las de las fuerzas policiales. El segundo es el Real Decreto 2364/1994, que aprueba el Reglamento de Seguridad Privada y especifica las condiciones en las que pueden realizarse controles de identidad o inspecciones, dejando claro que la retención de documentación personal está expresamente prohibida.

El debate en redes

El incidente en el centro de salud de Las Albarizas ha abierto un debate más amplio sobre los derechos y obligaciones tanto de los vigilantes como de los ciudadanos en espacios públicos y semipúblicos. Algunos usuarios han defendido la actuación del vigilante, argumentando que su labor consiste precisamente en garantizar la seguridad de las personas y las instalaciones. Otros, en cambio, han criticado lo que consideran un exceso de celo o una confusión entre la autoridad pública y las funciones privadas de seguridad.

El propio Xavi Abat ha aprovechado la polémica para insistir en la importancia de conocer la legislación aplicable y actuar siempre desde el respeto mutuo. “El ciudadano debe saber qué puede exigir y hasta dónde llega la autoridad de un vigilante, pero también debe entender que estos profesionales cumplen una función esencial en muchos espacios de acceso restringido o con alta afluencia de público", explica en su vídeo.