Nuevo escándalo en la Iglesia Católica: detenido en Torremolinos un sacerdote de Toledo por posesión de ‘cocaína rosa’

El Arzobispado aparta cautelarmente a Carlos Loriente, canónigo de la catedral y ex Vicario Episcopal, tras ser sorprendido con papelinas de droga

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Carlos Loriente, el cura
Carlos Loriente, el cura detenido en posesión de drogas y juguetes sexuales cuando se dirigía a una fiesta. (Imagen: X/@parroquiademoc2)

La Policía Nacional arrestó la madrugada del 22 de septiembre a Carlos Loriente, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo, en la comunidad malagueña de Torremolinos. Las autoridades le incautaron una decena de papelinas con diversas sustancias estupefacientes, una cantidad que excedía lo destinado a consumo propio.

Entre las drogas halladas se encontraba cocaína rosa, también denomina tusi, una sustancia sintética cuya presencia ha aumentado en los últimos años. Posteriormente, los agentes registraron el apartamento vacacional donde se hospedaba, y encontraron una balanza de precisión y una bolsita de monodosis de droga.

Tras la intervención, Loriente, de 45 años, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Torremolinos como presunto autor de un delito contra la salud pública.

Reacción del Arzobispado de Toledo y pronunciamiento de la Diócesis de Málaga

El Arzobispo de Toledo reaccionó con rapidez al confirmar la detención del antiguo Vicario Episcopal para el Clero y actual canónigo de la catedral. La institución señaló que el sacerdote “ha sido apartado de manera cautelar tanto del ejercicio del ministerio sacerdotal como de sus responsabilidades académicas, mientras se desarrollan las investigaciones”.

En el comunicado, la archidiócesis manifestó que “lamenta profundamente los hechos que han motivado la detención y reprueba cualquier conducta delictiva que presuntamente hubiera podido cometer el sacerdote”.

Por último, insistió en que la responsabilidad de estos hechos corresponde exclusivamente al “ámbito personal” del detenido y anunció la apertura de una investigación interna para esclarecer lo sucedido.

La Diócesis de Málaga quiso deslindar cualquier vínculo con el caso al aclarar que Loriente no pertenece a esta institución ni ha recibido encargos pastorales en ella.

Mientras la justicia determina las responsabilidades, la diócesis expresó su pesar “por el daño ocasionado y porque empaña el buen hacer de tantos sacerdotes que ejercen su ministerio con fidelidad y entrega”.

El Gobierno ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros el plan para indemnizar a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica cuyos casos son muy antiguos, han prescrito o no han aportado pruebas suficientes. En la misma línea, el Gobierno ha avanzado que el delito de trata se incluirá en el Registro Central de Delincuentes Sexuales y ha aprobado distribuir 190 millones de euros a las comunidades autónomas, con el objetivo de facilitar la conciliación de las familias con menores de 16 años a su cargo. Además, ha comentado la propuesta del presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte, así como ha remarcado la importancia de este 2 de abril, Día Internacional del Libro. (Fuente: Moncloa / Congreso / Europa Press)

Trayectoria académica

Nacido en Toledo en 1980 y ordenado sacerdote en 2004, Loriente cuenta con un amplio currículum académico y pastoral. Ocupó cargos como vicerrector del Seminario Metropolitano San Ildefonso, secretario general del Instituto Superior de Estudios Teológicos y profesor en varios centros diocesanos.

Realizó estudios en la Universidad de San Dámaso y obtuvo un doctorado en Sagrada Teología por la Pontificia Universidad Lateranense en 2012, con la máxima calificación. Este verano fue designado canónigo de la catedral de Toledo y director del Instituto Teológico San Ildefonso.

Este verano, Carlos Loriente fue
Este verano, Carlos Loriente fue designado canónigo de la catedral de Toledo. (Imagen: Wikipedia)

Antecedentes polémicos

La trayectoria de Loriente ya se había visto marcada por un episodio controvertido. En 2023, durante el juicio por abusos sexuales contra el sacerdote Pedro Rodríguez Ramos, condenado inicialmente a siete años de prisión, Loriente difundió entre el clero un mensaje de WhatsApp en defensa del acusado y en el que cuestionaba al denunciante.

En ese mensaje, sostenía la “falta de verosimilitud” de la denuncia y expresaba su convicción sobre la inocencia de Pedro. Defendía además “la bondad de corazón” del acusado y argumentaba que presentaba “un perfil nada compatible con el de un abusador”.

También criticaba la cobertura mediática, apuntando a una presión mediática infame sobre el instructor y el tribunal enjuiciador, ilícita e incluso con posibles tintes delictivos. El denunciante presentó una queja formal en el Vaticano, acusando a Loriente de calumnias y abuso de poder por difundir una carta que terminó en la prensa y en su entorno.

Consideró que, de acuerdo con las normas vaticanas y el documento papal Vos Estis Lux Mundi, podrían imputarse responsabilidades. A pesar de la gravedad de la denuncia, el Vaticano no adoptó medidas disciplinarias contra Loriente.