Un hombre se queda a un número del mayor premio de Euromillones, le tocan 114 euros y los pierde en una multa: “Mi ganancia desapareció”

Pocas veces se conoce el rostro de los agraciados con un gran premio en la lotería, pero todavía menos a los que se han quedado a las puertas, que son bastantes más, aunque pocos con tan mala suerte como David, de 37 años y residente en Dijon, en Francia. Cuenta su historia Actu. Este hombre participó en el sorteo de Euromillones del pasado martes, 17 de junio, que repartía el mayor bote de la historia, 250 millones de euros. Hubo un único acertante, en Irlanda.

David acertó los siete números, pero en dos apuestas. Lo hizo a través de la aplicación en su teléfono móvil. Fueron cuatro correctos y una estrella en la primera y los dos números que faltaban los tenía en la segunda. No se fue de vacío porque comprobó que le correspondían 114,40 euros. “Vi un montón de círculos azules, pensé que había ganado una gran suma”, se queja ahora. Aunque lejos del bote, se quedó a un número de ganar 7 millones de euros.

Se trata de un apostante habitual, aunque solo cuando hay importantes cantidades acumuladas, “a partir de 100 millones de euros”. Se asegura “razonable” en este sentido y piensa seguir intentándolo. “Presiento que acabará pasando”, ha declarado al citado medio de comunicación. “No podría decir por qué -añade-, pero lo creo. Lo cierto es que, al menos el día de los hechos, no se puede decir que la fortuna estuviera de su lado.

Puede considerarse, y así es, que 114,40 euros es una cifra nada despreciable, siempre que no la comparemos con la que aspiraba a lograr. El problema es que horas más tarde, cometió una infracción, como lo es el uso del teléfono móvil mientras se desplazaba en bicicleta por la ciudad, y la policía le cazó. Iba mirando el GPS. “Mis ganancias desaparecieron enseguida”, cuenta. Su temeridad le costó una multa de 90 euros. 24,4 euros limpios restantes.

Si algún día lo consigue, ya tiene pensado lo que hará con el dinero: “Primero de todo, me gustaría ayudar a mis padres, darles un buen final de vida”, dice a Actu. “Y luego a mis hermanos, amigos cercanos -añade-. Asimismo, se ve impulsando su propia empresa, dedicada al marketing digital. ”7 millones habrían sido una palanca para crear más valor, contratar y ayudar a más gente. Es más gratificante que comprar una villa en cualquier rincón del mundo", opina.

Confiesa que si hubiera ganado, nadie le habría visto, que habría sido discreto. “En esos casos, nunca se sabe con quién hablar. Ahora puedo hacerlo ¡porque no soy millonario!“, dice entre la risa y el lamento.

El sorteo de Euromillones se celebra los martes y viernes de cada semana en París, con la participación de nueve países: además de Francia, en España, Portugal, Irlanda, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Reino Unido y Suiza. Cada apuesta consiste en rellenar cinco números de 50 y dos estrellas de 12. Cada apuesta tiene un coste de 2,50 euros. Incluye la participación en El Millón, un juego asociado que consiste en la asignación de un código a cada apuesta.

Aunque puede parecer que los más agraciados en este sorteo son los británicos, ya que trasciende gran número de noticias cada vez que ocurre, los datos muestran que la suerte está repartida, y que el premio puede caer en cualquier lugar. Se trata de azar. Por ejemplo, los 250 millones, como se ha mencionado, tocaron en Irlanda, pero no así El Millón, que lo hizo en la localidad de Cubelles, en la provincia de Barcelona.