Una farmacia confunde el medicamento para el TDAH de un niño de 9 años y le da un opioide más potente que la morfina: su consumo accidental puede ser mortal

Declan, un joven de nueve años que reside con su familia en la provincia canadiense de Columbia Británica y que tiene TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) experimentó recientemente un error con su tratamiento que podría haber puesto en un serio peligro su salud: la farmacia en la que solía adquirir los medicamentos que toma desde hace años se confundió con el pedido y le entregó un opioide poderosamente adictivo que iba destinado a otro cliente.

El niño canadiense toma dextroanfetamina para tratar su TDAH, un estimulante que aumenta los niveles de dopamina y noradrenalina en el cerebro con el objetivo de potenciar la atención, la motivación y el estado de alerta. De esta manera, se mejora la concentración, se reduce la impulsividad y se combate la fatiga.

Sin embargo, el medicamento que recibió en una farmacia de la localidad de Comox el pasado 28 de mayo fue muy distinto: hidromorfona, un opioide altamente potente que se utiliza para tratar dolores intensos que no responden a otros analgésicos.

“Es muy caótico por la mañana”, explica Sarah al medio PEOPLE con respecto al estrés que suponen algunos momentos del día en su hogar con tres hijos. Por suerte, antes de administrarle la medicina a su hijo, Dave, el marido de Sarah, comprobó el frasco y se dio cuenta de que no era dextroanfetamina. “Si mi esposo hubiera estado distraído con los otros dos niños o hubiera estado cansado por estar despierto con el bebé la noche anterior, esto podría haber terminado totalmente diferente”.

Este opioide semisintético es aproximadamente de 5 a 7 veces más fuerte que la morfina y actúa directamente sobre el sistema nervioso central para bloquear la sensación de dolor. Se suele utilizar cuando este es agudo o crónico severo, por ejemplo derivado de un cáncer, de cirugías mayores o de lesiones traumáticas.

Entre los efectos secundarios que la hidromorfona puede producir se encuentran la somnolencia, las náuseas, el estreñimiento o una dependencia física y psicológica al opioide, ya que existe un riesgo alto de adicción si no se utiliza bajo un control médico estricto. Además, en casos de sobredosis, puede provocar una depresión respiratoria, que es potencialmente letal.

“Hacerle eso a un niño de 9 años habría sido devastador. Un pequeño error como ese puede acabar con la vida de alguien o causarle daños graves”, señaló Sarah, pues la dosis que le habían dado era de 5 mg, lo que podría provocar una sobredosis y ser mortal.

La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) añade que la hidromorfona también puede provocar “estupor o coma, pérdida del tono muscular esquelético, piel fría y húmeda, pupilas contraídas y disminución de la presión arterial y la frecuencia cardíaca”.

La propietaria de Shoppers Drug Mart, la farmacia en la que se produjo el fallo, explicó a PEOPLE que “se trató de un error humano, algo que nunca debió haber ocurrido”: "Contamos con controles para minimizar riesgos como este y el asociado los revisará con los empleados para evitar una situación similar en el futuro”.

Además, el citado medio destaca que el establecimiento se ha puesto en contacto con los padres de Declan para disculparse por el estrés que el episodio ha podido causar en la familia. Sin embargo, Sarah y Dave aseguran que han perdido la confianza en ese negocio y que han presentado una queja oficial ante el Colegio de Farmacéuticos de Columbia Británica: “Nos gustaría que se establecieran procedimientos más fuertes y estrictos para recoger medicamentos tan fuertes y pesados, especialmente cuando se trata de un niño”, destaca la madre del menor.