
La exresponsable del Secours populaire en el departamento de Val-d’Oise, Djamila B., ha sido condenada a tres meses de prisión con suspensión de pena por el tribunal correccional de Pontoise, una ciudad situada al norte de París, muy cerca de la capital, de hecho.
Y es que según ha informado el medio francés Le Parisien, la sentencia se dictó el pasado 14 de mayo tras ser hallada culpable de haber utilizado de manera indebida los cheques-vacaciones destinados a personas en situación de vulnerabilidad para financiar un viaje personal para su familia y sus propios amigos.
Esta famosa organización sin ánimo de lucro francesa, Secours populaire, fue fundada en el año 1945 en París con el objetivo de luchar contra la pobreza y la discriminación a colectivos vulnerables en la vida pública del país.
Este tipo de cheques para vacaciones, de hecho, son uno de sus proyectos más ambiciosos, ya que financian travesías a familias con hijos que no tienen suficiente presupuesto como para viajar cuando llega el verano, o las Navidades.
Este caso, que involucra un desvío de fondos por una cantidad específica de 6.200 euros, ha generado un fuerte impacto en la imagen de la organización humanitaria.
¿Qué pasó exactamente con Djamila B., y su función como responsable de la organización en la zona?
Los hechos se remontan a hace trece años, cuando Djamila B., quien en ese momento ocupaba el cargo de secretaria departamental del Secours populaire, organizó un viaje de esquí en la región de Saboya para trece personas, entre las que se encontraban familiares y amigos cercanos a ella misma.
Según la acusada, los cheques-vacaciones utilizados para cubrir los gastos generales del viaje estaban a punto de caducar y, debido a cancelaciones de última hora, decidió emplearlos para evitar su pérdida. Eso sí, eligiendo a personas de su confianza y no a otros usuarios que quizás cumpliesen los requisitos económicos como para poder hacer uso de este viaje organizado.
Durante el juicio, la exdirectiva justificó su decisión afirmando que actuó “en la urgencia” y que las personas beneficiadas eran voluntarios de la asociación, además de conocidos suyos: “Si no eran ellos, se habría perdido el dinero y me lo habrían reprochado”, declaró en su defensa.

El tribunal judiciare de Pontoise no cree en sus argumentos
A pesar de los argumentos que la ex-responsable de la asociación dio en el juicio, el tribunal no consideró válida su explicación. Y es que parece una afirmación bastante subjetiva la de que no había otras personas en el mundo disponibles para hacer ese viaje, más que sus familiares y sus amigos que además no estaban en condiciones vulnerables a nivel económico.
Junto con la pena de prisión de 3 meses suspendida, Djamila B. ha sido condenada a reembolsar los 6.200 euros gastados en el viaje y a indemnizar al Secours populaire con 1.500 euros por el daño causado a la imagen de la organización.
Asimismo, deberá cubrir 2.271 euros correspondientes a los costes legales asumidos por la asociación durante el proceso judicial.
Y es que este caso, lejos de ser un asunto irrelevante para la opinión poblacional, transmite una sensación de desconfianza hacia las organizaciones solidarias, y la gestión del dinero de las mismas.
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