
La próxima vez que prepares huevos en casa, no te deshagas de las cáscaras. Aunque pueda sonar sorprendente, este residuo de la cocina es uno de los mejores aliados para tu jardín. La cáscara de huevo, rica en calcio, puede convertirse en un fertilizante natural que, si se utiliza de una manera adecuada, puede mejorar la salud de tus plantas.
Un fertilizante natural y económico
Reciclar cáscaras de huevo en lugar de desecharlas es una forma práctica y económica de enriquecer tu jardín, según asegura una creadora de contenido de TikTok, experta en botánica, @agriculture5639. Lo que debes hacer es triturar las cáscaras en un mortero hasta que se conviertan en un polvo muy fino. Después, debes mezclarlo con zumo de limón para que se produzca una reacción química que libera el calcio atrapado en las cortezas. Este proceso genera burbujas debido a la combinación del ácido del limón con la alcalinidad de la cáscara, lo que facilita la liberación de nutrientes esenciales para las plantas.
Al dejar reposar esta mezcla durante 24 horas, gran parte de la cáscara se disuelve en el jugo, lo que crea una solución rica en calcio. Tras esto, debes diluir el mejunje en un litro de agua y ya tendrías listo un fertilizante líquido perfecto para rociar sobre las plantas, tanto en su base como en su follaje. Ayudará a los vegetales a absorber el calcio de manera más rápida y eficiente, fortaleciendo las raíces, tallos, hojas y frutos. Asimismo, las plantas podrán hacer frente a deficiencias nutricionales y condiciones climáticas adversas.
Otros beneficios de las cáscaras de huevos en las plantas

Protección contra babosas y caracoles
Además de ser un excelente fertilizante, también actúan como un repelente natural para babosas y caracoles. Colocar un anillo de cáscaras trituradas alrededor de tus plantas crea una barrera que estos moluscos no quieren cruzar. La razón es simple: estos residuos tienen bordes afilados que les resultan incómodos, lo que los disuade de acercarse a tus cultivos. Una solución fácil y ecológica para proteger tus vegetales sin recurrir a productos químicos.
Un extra de nutrientes
Otra opción popular entre los jardineros es combinar las cáscaras con otros residuos naturales, como posos de café y hojas de té usadas. De esta manera, no sólo mejora el contenido nutricional del suelo, sino que también favorece la acidez y aporta un extra de minerales beneficiosos para el crecimiento de las plantas.
Previenen el daño de roedores
La textura afilada de las cáscaras puede ayudar a mantener alejados a pequeños roedores, como ratones o ratas, que podrían dañar las raíces de las plantas.
Protección contra el moho
Al ser un producto alcalino, las cáscaras pueden ayudar a prevenir el crecimiento de hongos y moho en el suelo, creando un entorno menos favorable para estos patógenos.
Mejoran la germinación
Pueden ayudar a acelerar la germinación de las semillas al proporcionar nutrientes esenciales que estimulan el desarrollo temprano de las plantas.
Previenen el encharcamiento
Mejoran el drenaje del suelo y previenen el encharcamiento, además de regular la acidez del suelo.
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