El fraude del amor online: cuando los ‘Romeos y Julietas’ digitales persiguen transferencias bancarias inmediatas

Esta estafa está estrechamente relacionada con la sextorsión, en la que un ciberdelincuente establece una relación romántica con la víctima para obtener imágenes íntimas y luego poder chantajearla

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Fraude del amor (Montaje Infobae)
Fraude del amor (Montaje Infobae)

‘Love is in the air’. Pero las estafas también. En los últimos meses, se han hecho públicas numerosas denuncias por el fraude conocido como ‘falso Brad Pitt’. Una modalidad de estafa romántica en la que los delincuentes se hacen pasar por el actor de ‘El club de la lucha’ para engañar a sus víctimas, generalmente a través de plataformas online. Aunque todo el mundo cree que no caería en la trampa de un timo así, lo cierto es que existen fraudes similares capaces de engañar a cualquiera. Algunos de ellos explotan sentimientos tan genuinos como el amor para sacar el dinero a sus víctimas. Y es que, a veces, los ‘Romeos y Julietas’ digitales no siempre persiguen el amor eterno, sino transferencias bancarias inmediatas.

Uno de los timos en auge en las aplicaciones de citas y redes sociales en la actualidad es el catfishing o fraude del amor, con el que un cuento de hadas puede volverse una auténtica pesadilla en cuestión de días. La historia de amor empieza así: conoces a una persona en una plataforma online; chateáis unos días y enseguida esa persona quiere que habléis por un sitio ‘más cercano’, como WhatsApp, correo electrónico o incluso por teléfono; te dice que siente amor verdadero, pero que vive lejos y quiere que os conozcáis en persona; y entonces es cuando te empieza a pedir dinero. Puede ser para coger un avión a tu ciudad o porque necesita una operación de emergencia. Se lo das. Y una vez que le haces la transferencia, te hacen ghosting y desaparece.

Como explica la técnica de conocimiento y concienciación del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), Alicia Fernández, las estafas romance son un tipo de fraude mediante el que un ciberdelincuente crea un perfil falso con información y fotos robadas que suele encontrar en otros usuarios de redes sociales. Una vez creada la identidad falsa, el malhechor tiene un primer contacto con la persona a la que quiere engañar y a través de métodos de manipulación construye una relación. Ya establecido el vínculo, comienza a pedir favores relacionados, en su mayoría, con la solicitud de dinero. “Normalmente, se justifican pidiéndolo por problemas de salud, tragedias familiares, viajes de vuelta a su ciudad de origen, etc., buscando la empatía y confianza de la víctima”, explica para Infobae España.

La realidad es que este tipo de estafa ha existido siempre. Antiguamente, se llevaba a cabo mediante cartas escritas, pero en la actualidad, debido al auge de la tecnología y la Inteligencia Artificial, se ha convertido en un proceso mucho más sencillo para los estafadores. De hecho, según Fernández, este tipo de estafadores actúan normalmente por su cuenta, ya que el timo no requiere mucho esfuerzo. Eso sí, “no solamente van a intentar estafar a una persona, sino a todas las que puedan. Y seguramente de manera paralela”.

Este fraude está estrechamente relacionado con la sextorsión, en la que un ciberdelincuente establece una relación romántica con la víctima para obtener imágenes íntimas. Una vez que las consigue, la amenaza con difundirlas en Internet y le exige un pago para evitar su publicación.

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“El perfil más vulnerable suele ser el de las personas mayores”

Aunque no existe un perfil concreto de víctima, Fernández apunta a que los estafadores suelen buscar a personas que sean fáciles de manipular y que confíen rápido en los demás. “Es verdad que el perfil más vulnerable suele ser el de las personas mayores, por su desconocimiento del mundo digital y lo que puede esconderse tras él”, añade.

Sin embargo, la experta de ciberseguridad expone que existen una serie de señales de alerta que nos pueden indicar que nos están vendiendo la moto. Por un lado, “si la persona con la que estamos hablando tiene presencia mínima o sospechosa en redes, puede ser motivo de desconfianza”. Esto sucede si se trata de un perfil con pocos seguidores, pocas publicaciones o con fotos genéricas.

“Los apegos románticos intensos, si alguien muestra un nivel de compromiso y afecto desproporcionado” también son actitudes que tienen que olernos mal, ya que se trata de una estrategia para que la víctima coja confianza antes y confíe en que se trata de un amor real. También hay que sospechar cuando nos cuentan historias inconsistentes, ya que “a menudo las mentiras que cuentan los estafadores cambian o tienen detalles que no encajan bien”. Y lo más importante: “Desconfiar si nos venden un cuento de hadas, ya que nada es tan perfecto como parece”.

Fraude romántico por internet. (foto:
Fraude romántico por internet. (foto: El Diario de Hoy)

¿Y si creemos que ya nos han estafado?

Si creemos que hemos sido víctimas del catfishing, lo primordial, como explica Fernández es reunir todas las pruebas posibles, como capturas de pantalla o conversaciones, y denunciar ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Por otro lado, es conveniente practicar egosurfing (buscar nuestro nombre propio en Internet), así comprobaremos que información hay sobre nosotros en la red. Y en caso de que encontremos información personal nuestra que deseemos eliminar, se puede solicitar el derecho al olvido.