El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado cinco décimas al alza su previsión de crecimiento para la economía española en 2024, que ahora estima en el 2,4%, mientras que mantiene el pronóstico para 2025 en el 2,1%, igual que para 2026, según ha informado la institución multilateral al término de su visita al país en el marco del ‘Artículo IV’.
De esta forma, el FMI ha destacado el “sólido y continuado” desempeño de España en 2023, que creció un 2,5%, y que ha demostrado ahora una “notable resistencia” ante la incertidumbre mundial y el endurecimiento de las condiciones financieras.
El organismo dirigido por Kristalina Georgieva ha explicado que el comportamiento de las exportaciones de servicios ha sido “sólido” y que, junto al consumo público, han sido los principales motores del crecimiento reciente. De su lado, el mercado de trabajo ha mantenido sus “buenos resultados”, en particular gracias a la importante afluencia de inmigrantes y al aumento de la tasa de actividad.
Cae la inflación, pero falta inversión
Sin embargo, a pesar de su repunte más reciente, la inversión sigue por debajo de los niveles de finales de 2019, y esta debilidad ha contribuido al bajo crecimiento de la productividad. Además, indica que pese al “significativo” descenso de la tasa de desempleo, esta sigue siendo la más alta de la eurozona.
Sobre los precios, destaca que la inflación general ha caído “considerablemente” desde su máximo de 2022 y la variable subyacente también ha seguido una tendencia a la baja respaldada por la continua transmisión de la desinflación de la energía a los precios de los alimentos elaborados y los bienes industriales no energéticos.
A pesar de la “rigidez” del mercado laboral, apunta el FMI, las presiones salariales han seguido “contenidas”, en parte, debido a la escasa prevalencia de cláusulas formales de indexación y a la orientación proporcionada por el acuerdo salarial alcanzado en mayo de 2023 a nivel nacional.
Por todo ello, el FMI prevé que el crecimiento español alcance el 2,4% en 2024, cuatro décimas más que la estimación del Gobierno, y el 2,1% en 2025 (dos décimas más que la previsión de España), aupado, principalmente, por el mayor crecimiento de la demanda interna.
“Se espera que el consumo privado se fortalezca a medida que la tasa de ahorro de los hogares se normalice gradualmente y los ingresos salariales reales sigan aumentando de forma constante”, ha elaborado el informe.
Asimismo, la inversión privada se beneficiará de la relajación de las condiciones financieras y del desembolso continuado de los fondos ‘Next Generation’ (NGEU). El FMI anticipa que tanto la inflación general como la subyacente sigan disminuyendo a lo largo de 2024-25, acercándose al objetivo del 2% fijado por el BCE antes de mediados de 2025.
*Información elaborada por Europa Press