Seis años de la boda de Harry y Meghan: su renuncia a la realeza, un documental y un libro de memorias

El pasado 19 de mayo se cumplieron seis años desde que Harry y Meghan se dieran el ‘sí, quiero’ en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Una preciosa boda que marcó la cuenta atrás de la salida de ambos de la realeza británica. Esta celebración capturó la atención global y fue el evento más seguido del momento en todo el mundo. La pareja intercambió los votos ante 600 invitados y millones de telespectadores. Pese a la inmensa audiencia, Harry expresó en el documental de Netflix ‘Harry & Meghan’: “El mundo nos estaba mirando, en lo que a mí respecta, éramos solo nosotros dos”.

El matrimonio, sin duda, ha hecho historia en la monarquía británica. Desde que decidieran ‘divorciarse’ de la realeza en 2020 e instalarse en California, la relación del príncipe Harry con su familia no ha hecho más que fracturarse. En su momento, prometieron seguir visitando “regularmente” el Reino Unido, aunque la realidad es que sólo han acabado regresando en contadas ocasiones.

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En la primera fila de los bancos de la capilla de San Jorge hubo un asiento vacío durante toda la ceremonia, algo que captó la atención de muchos. Algunos rumores apuntaban que se trataba de un homenaje a la princesa Diana, aunque, en realidad, sólo era una manera de facilitar la visión a la reina Isabel II, que estaba sentada justo detrás de ese hueco.

La ruptura de algunas reglas por parte de Meghan, fue algo muy comentado también. La duquesa de Sussex decidió caminar al altar junto a su suegro, el rey Carlos III (que en ese momento todavía era príncipe) en vez de hacerlo en compañía de su padre, con el que tiene una polémica relación. Asimismo, tampoco contó con ninguna dama de honor a su lado.

Su vestido fue confeccionado por la británica Clare Waight Keller, que en aquel momento estaba a los mandos de la firma Givenchy. Por su parte, la reina Isabel II prestó a Markle la tiara de su abuela, una pieza familiar muy especial. El velo que lució estaba lleno de flores bordadas, representando cada uno de los 53 países de la Commonwealth.

En enero de 2020 estallaba la polémica: Harry y Meghan renunciaban a sus cargos como miembros de la familia británica y anunciaban que se mudaban a California. Los duques de Sussex tomaron esta decisión, según declararon, para evitar la presión mediática, tener la libertad de criar a sus hijos y alcanzar la independencia económica. No obstante, muchos consideran que el verdadero motivo era que no querían tener ningún tipo de obligación real.

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La relación de Harry con su familia tomó un rumbo de no retorno tras la entrevista que el matrimonio concedió a la periodista norteamericana, Oprah Winfrey en marzo de 2021. La pareja contó, con todo tipo de detalles explícitos, por qué había decidido dejar la firma. Una de las razones que apuntaban era el racismo que habían sufrido y revelaron que un miembro anónimo de la familia real llegó a especular sobre el color de la piel del príncipe Archie antes de que naciera.

Fue también en esta conversación, cuando Meghan reveló que había tenido ideas suicidas y que no había recibido ningún tipo de apoyo. “Me avergonzó mucho decirlo en ese momento y me avergonzó mucho tener que admitirlo ante Harry, especialmente porque sé cuánta pérdida ha sufrido. Pero sabía que si no lo decía, lo haría y simplemente ya no quería estar viva”, reconocía.

Cuando falleció la reina Isabel II en 2022, el matrimonio acudió al funeral de la abuela del príncipe y se quedó en el país hasta después del funeral de Estado. Más tarde, Harry publicó su libro Spare, lanzado en enero de 2023 y que supuso la ruptura con su hermano.

En estas memorias, contó multitud de detalles sobre su vida y su infancia, asegurando que había crecido a la sombra de su hermano. También habló sobre la muerte de su madre, Lady Di, de su padre y de su paso por el ejército. “Yo era la sombra, el apoyo, el Plan B. Fui traído al mundo por si a Guillermo le pasaba algo”, fue una de sus frases más contundentes.

Harry y Meghan están comprometidos con diferentes eventos benéficos, como los Juegos Invictus, creados por Harry hace diez años, y los que le han supuesto su última visita a Londres. Sin embargo, pese al mal momento que atravesando su familia, con Kate Middleton y Carlos III enfermos con diferentes cánceres, no parece que vaya a haber un acercamiento.