El pueblo más pequeño de Cantabria: naturaleza y gastronomía en mitad de la montaña

Esta villa permite disfrutar de uno de los entornos más bellos de la comunidad, a la vez que se disfruta de uno de los quesos más ricos de España

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El pueblo más pequeño de Cantabria: naturaleza y gastronomía en mitad de la montaña.

Entre montañas y bañados por una vegetación increíble, los pueblos de Cantabria emergen como un paraíso para los amantes de la naturaleza. Gracias a sus bellos paisajes, se han convertido en destinos ideales para pasar unos días y relajarse. Muchos de ellos se mantienen en el anonimato, escondiendo secretos y rincones de ensueño que están esperando ser descubiertos.

Uno de ellos es la bella localidad de Tresviso, que encaramada entre las laderas de la comarca de Liébana, es una de las más bonitas de Cantabria. Pero no solo eso, pues con apenas 54 habitantes es considerado el pueblo más pequeño de la comunidad. A esto se le suma su difícil acceso, que lo convierte también en uno de los más aislados. De hecho, para disfrutar de él hay que desplazarse hasta Asturias, concretamente al municipio de Sotres, donde se sitúa una carretera de alrededor de diez kilómetros que lleva hasta Tresviso tras un sinfín de curvas.

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Infinidad de encantos

Tresviso, en Cantabria (Shutterstock).
Tresviso, en Cantabria (Shutterstock).

Tras esta travesía, el viajero queda asombrado con la belleza que desprende este lugar. Sus preciosas casas de piedra se fusionan con la montaña, haciendo que el viajero quede atrapado en un mundo de cuento. A pesar de sus reducidas dimensiones, no puede faltar la iglesia parroquial de San Pedro. Este es el monumento más importante de la villa y se levantó sobre la Ermita de San Pedro, que data del siglo XVIII, mientras que la iglesia que vemos a día de hoy terminó su construcción en el año 1904.

Además, gracias a su emplazamiento, en lo más alto de la villa, permite disfrutar de una vistas más increíbles. A esta construcción se le suman una pequeña taberna donde degustar la cocina tradicional de la zona, así como varios alojamientos rurales donde vivir una experiencia rural única.

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Por si fuera poco, el pueblo guarda una larga historia, pues tal y como explican desde la página web de Turismo de Cantabria, sus orígenes son bastante antiguos. “Aunque no existen apenas noticias sobre sus primeras poblaciones, sí hay constancia de su existencia en torno al siglo X, probablemente constituida por gentes que huían de la dominación musulmana”, detallan.

Gastronomía y naturaleza

Queso picón (Shutterstock).
Queso picón (Shutterstock).

En Tresviso, la gastronomía y la naturaleza se funden dando lugar a una cocina única en Cantabria. Uno de sus productos estrella es el queso picón, toda una eminencia en la región y una tradición que lleva acompañando a la villa durante años. De hecho, cuenta con la Denominación de Origen ‘Picón Bejes-Tresviso’ por su excelencia, calidad y autenticidad, pues se elabora en las casas del propio pueblo. A esto se le suma su asombroso entorno natural, el cual permite conocer parajes de ensueño.

Uno de ellos es el Parque Natural de los Picos de Europa, pues se ubica muy cerca del pueblo. Este es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y senderismo, ya que cuenta con una importante red de rutas que discurren por algunos de los paisajes más bellos de Cantabria.