Sebastián Galiani: “El Fondo Monetario ha sido demasiado permisivo con el gobierno actual”

El ex viceministro de Hacienda de Nicolás Dujovne dijo a Infobae que la visión que tiene el organismo de crédito es que con el kirchnerismo no hay chances de hacer un programa serio. Cuál es la mejor política

Compartir
Compartir articulo
infobae

Sorpresivamente, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció en la mañana del último miércoles el inicio de un proceso de recompra de deuda pública por USD 1.000 millones, apenas dos días después que la Secretaría de Finanzas comunicara que en diciembre el total de préstamos tomados por la Administración Central habían aumentado en el equivalente de casi USD 12.000 millones.

No sólo eso, el ministro justificó la medida en el ahorro esperable por la compra de GNL (Gas Natural Liviano) por la baja del precio presupuestada en USD 35 por metro cúbico a menos de USD 25, pero olvidó mencionar que por efecto de la extensa sequía el país dejará de generar exportaciones del agro por más de USD 10.000 millones (las estimaciones sectoriales van de menos 8.000 a menos 14.000 millones de dólares).

De ahí, pareciera que en la mirada del Gobierno, la Argentina enfrenta un problema de liquidez y no de solvencia en sus finanzas públicas y cuentas externas, pese a que en la economía real se advierte desde septiembre un claro enfriamiento, precisamente por la falta de dólares para importar insumos y equipamiento esencial por parte de las empresas del sector productivo, derivado de las crecientes distorsiones que genera el control de cambio cada vez más generalizado y la consecuente multiplicidad de tipos de cambio.

Con ese escenario, Infobae entrevistó al economista Sebastián Galiani, ex-secretario de Política Económica, viceministro de Hacienda entre enero de 2017 y junio de 2018; actualmente profesor de Economía en la Universidad de Maryland, con doctorado en Economía de la Universidad de Oxford y trabaja ampliamente en el campo de la Economía del Desarrollo y es miembro de la NBER y Bread; y es editor asociado del Journal of Development Economics; Journal of Economic Behavior and Organization, and Latin American Economic Review, para conocer su mirada de la realidad argentina desde los EEUU y sus expectativas.

“Para bajar la inflación, incluso a 60%, se necesita un programa de estabilización que contenga un ajuste fiscal significativamente mayor al realizado hasta ahora, y que además sea creíble”

— En la Argentina hablar de inflación es un tema recurrente, más aún cuando escala al 95% ¿Cree que desde julio 2022 se están tomando las medidas adecuadas para lograr la meta presupuestaria del 60% a diciembre próximo, y generar un genuino sendero de desaceleración sostenida, como sostiene Sergio Massa?

— Si bien desde que asumió el Ministerio de Economía Sergio Massa se desaceleró el crecimiento nominal del gasto público, y se logró, con varios trucos contables, cumplir las metas con el FMI -algo importante pues al ritmo que venía creciendo el gasto con el ministro Martín Guzmán no podían cumplirse ni siquiera con la ayuda de David Copperfield-, las correcciones realizadas durante el último semestre no permiten esperar que la inflación baje de los niveles actuales.

Para bajar la inflación, incluso a 60%, se necesita un programa de estabilización que contenga un ajuste fiscal significativamente mayor al realizado hasta ahora, y que además sea creíble y permita bajar la tasa de interés. De otra forma, el déficit cuasifiscal explotaría.

— El viceministro Gabriel Rubinstein destaca la importancia de tender a un tipo de cambio único, pero desde su llegada a Economía en julio 2022 se amplió el abanico de tipos de cambios múltiples ¿Qué lectura hace de esa aparente contradicción?

— Al declarar eso, el viceministro emite una señal sobre su visión a pesar de que no ha podido tomar medidas que vayan en esa dirección. Esa expresión no tiene valor práctico. Es llamativo el apego que tiene el kirchnerismo a la fijación de precios. Forman parte de la larga lista de planificadores fracasados, valga la redundancia.

"Es llamativo el apego que tiene el kirchnerismo a la fijación de precios. Forman parte de la larga lista de planificadores fracasados, valga la redundancia"
"Es llamativo el apego que tiene el kirchnerismo a la fijación de precios. Forman parte de la larga lista de planificadores fracasados, valga la redundancia"

— La expectativa de cambio de gobierno a fin de 2023 cambió el humor de los mercados a más de un año ¿Qué opina?

— Cada vez que se deja atrás una experiencia populista se abre una ventana de oportunidades, y ello se refleja anticipadamente en el precio de los activos. Lo contrario pasa cuando se anticipa la llegada del populismo, como ocurrió el lunes posterior a las PASO de 2019. Los inversores apuestan a que habrá mejoras, y seguramente las habrá. La pregunta es si alcanzarán para sostener un ciclo de al menos 8 años y torcer el péndulo político-económico en el que estamos hace tiempo.

— Con una brecha cambiaria del 100%, déficit fiscal y cuasi fiscal agregado de más de 10% del PBI y persistencia de severo atraso tarifario ¿Es posible que un cambio de gobierno tome medidas que no afecte el humor de los mercados?

— Estimo que el próximo gobierno heredará una economía estancada, con una inflación que en el mejor de los casos será similar a la de este año, un déficit primario de 3 puntos del PBI y un déficit financiero de al menos 5% del PBI. La situación fiscal, si bien será mala, será mejor a la que heredo el presidente Macri.

“El próximo gobierno heredará una economía estancada, con una inflación que en el mejor de los casos será del similar a la de 2022, un déficit primario de 3% del PBI y reservas netas negativas”

El BCRA, al igual que a fines de 2015, se recibirá con reservas netas negativas. El déficit cuasi-fiscal bien medido, esto es, utilizando la tasa de interés real, no es alto pues la tasa de interés real hoy día es casi nula. Veremos si ello se mantiene a lo largo del año. Esto no quiere decir que el Central no tenga que monetizar una cantidad enorme de pesos para enfrentar los intereses de su deuda, sino que a la vez se deprecia el principal de esta. El foco debe estar en el déficit fiscal.

El próximo gobierno debe ir rápidamente al equilibrio fiscal. Si hace eso, podrá bajar la inflación y las expectativas de aumento de los precios, lo cual le permitirá bajar la tasa de interés nominal. La paradoja es que, a pesar de ello, el déficit cuasi-fiscal podría subir debido a la necesidad de tener una tasa de interés real más alta que la actual. Por otro lado, la remonetización de la economía facilitaría la reducción de la deuda del BCRA. Esto requiere de una calibración fina. Insisto, la clave pasa por el ajuste fiscal. Necesitamos equilibrio fiscal financiero sostenible. Esa es la única forma de estabilizar la economía.

Galiani, en sus tiempos como asesor en el ministerio de Economía
Galiani, en sus tiempos como asesor en el ministerio de Economía

— Una de las grandes preocupaciones de parte del electorado es “¿cómo se pueden ordenar la macroeconomía sin afectar los bolsillos de más del 50% de la población afectada por la pobreza y bolsillos cada vez más flacos?” ¿Qué le diría?

— Por un lado, habrá que ajustar las tarifas retrasadas y el tipo de cambio oficial. En el corto plazo, ello se sentirá en el bolsillo de la población al igual que ocurrió durante 2016. Lo importante será hacer, durante el primer año, reformas fiscales estructurales que permitan bajar sostenidamente el gasto público, para que la recuperación se note lo antes posible y permita ganar las elecciones de medio término.

Si bien esta descripción tiene similitudes con los dos primeros años del gobierno del presidente Macri, lo que describo es más duro pues habrá que hacer no solamente un ajuste fiscal fuerte en 2016 -con Macri el ajuste recién empezó en 2017- sino también importantes reformas estructurales. Además, estas reformas deberían apuntar a que la economía vuelva a crecer. El crecimiento es la mejor herramienta que dispone un gobierno, por que suben los salarios, baja la pobreza y mejora la situación fiscal.

“El crecimiento es la mejor herramienta que dispone un gobierno, por que suben los salarios, baja la pobreza y mejora la situación fiscal”

— Al gobierno de Mauricio Macri comenzar a corregir los desequilibrios heredados le costó perder el apoyo de parte de su electorado y aún hoy recibe muchas críticas ¿En qué falló, o es un precio que pagar inevitable?

— ¿Perdió tantos votos el presidente Macri? En la elección de medio término que ganó Cambiemos, obtuvo 41,7% de los votos mientras que en la elección de 2019 obtuvo 40,3%. En ambas elecciones le fue mejor que en la primera vuelta de 2015. Lo que hizo la diferencia en 2019 no fue la pérdida de 1,4% de los votos, sino la unificación del peronismo.

Yo tengo una visión positiva del gobierno del presidente Macri. Primero y principal, no solo terminó su mandato, algo que no lograba un gobierno no peronista en 90 años, sino que además dejó en pie una oposición competitiva, que es condición necesaria para que se exista alternancia política y equilibrio de poderes. Además, permitirá el retorno al poder en 2023 de Juntos por el Cambio.

Asimismo, el gobierno de Macri fue honesto, republicano, y estaba en camino de resolver los problemas fiscales de fondo que tiene el país. Mi visión en 2019 era que si el presidente Macri hubiese sido reelecto lo hubiese logrado. Creo que los mayores errores económicos se dieron en 2016. De ello se ha aprendido.

— El FMI es parte del problema o de la solución?

— El FMI ha sido demasiado permisivo con el gobierno actual. La visión que tiene es que con el kirchnerismo no hay chances de hacer un programa serio. Así que patearon la pelota a 2024. En 2024, encontrará un gobierno que sí quiere enderezar el rumbo y, si actúa inteligentemente, podrá capitalizarlo.

"Los capitales vendrán cuando vean un programa capitalista sostenible. Ello implica mucho más que tener el erario bajo control"
"Los capitales vendrán cuando vean un programa capitalista sostenible. Ello implica mucho más que tener el erario bajo control"

— ¿Qué opina de los blanqueos de capitales, es el único camino para atraer los fondos de los argentinos refugiados en el exterior o fuera del sistema bancario?

— Los capitales vendrán cuando vean un programa capitalista sostenible. Ello implica mucho más que tener el erario bajo control. Los blanqueos recurrentes son perjudiciales. Dan una pésima señal a los contribuyentes. El único blanqueo justificado de los últimos 20 años fue el de 2016 pues premiaba a quienes habían cumplido en el pasado y debido a que se hizo en un contexto de expectativas positivas sobre el futuro del país fue exitoso.

— Una reflexión final?

Juan Carlos Torre publicó un libro muy interesante el año pasado sobre la experiencia del equipo de Juan Sourrouille -un excelente profesional- durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín. El libro muestra dos cosas claras: Se puede tener éxito de corto plazo, bajar la inflación y reactivar la economía. Pero si no se avanza con las reformas necesarias para que 1) el equilibrio fiscal sea sostenible y 2) tener una economía previsible y capitalista, integrada al mundo, no se va a ningún lado.

Lamentablemente, en Argentina, la previsibilidad depende mucho de que no vuelva el populismo. Esto requiere que esta vez el gobierno republicano y reformista dé el siguiente paso: sea reelecto en 2027. Poder avanzar con las reformas necesarias requiere de un gobierno honesto y verdaderamente reformista, pues Argentina está plagada de corporaciones y grupos que se benefician del Status Quo.

Seguir leyendo: