Lionel Scaloni: el ‘Pekerman boy’ que tomó las riendas de la Selección de manera inesperada y la llevó a la gloria eterna

El oriundo de Pujato, Santa Fe, realizó una importante renovación para que Argentina se proclamara campeón tras 28 años

Compartir
Compartir articulo
Lionel Scaloni, levantado por sus propios futbolistas (REUTERS/Ricardo Moraes)
Lionel Scaloni, levantado por sus propios futbolistas (REUTERS/Ricardo Moraes)

El Maracaná se tiñó de celeste y blanco. Una maravilla que soñaron los futboleros argentinos de todas las generaciones. Ya habían pasado las lágrimas, Messi besando la Copa de los desvelos y él había volado por los aires, elevado por sus propios jugadores, mientras en el Obelisco y en cada pueblo de nuestra geografía, la gente festejaba, ahuyentando tantas frustraciones.

Lionel Scaloni saboreaba su momento, pero sin alejarse un centímetro de su forma de ser, obviando sus méritos y dejando el centro de la escena para los jugadores, al ser interrogado por la prensa: “Todos los muchachos se mataron para disputar cada pelota. Era una Copa muy difícil de ganar, pero se logró. Es algo que nunca soñé”.

Alcanzar lo que se anhela es algo delicioso. Mucho más aún si nunca estuvo los planes, como ha confesado el propio protagonista. Ese mismo que debutó con apenas 16 años en la primera de Newell´s en 1995 y que prontamente se vistió de celeste y blanco. No había sido parte del muy buen equipo que ganó con justicia el sudamericano disputado en Chile a comienzos de 1997, pero el sabio ojo de José Pekerman detectó en ese joven que había pasado de Newell´s a Estudiantes unas cualidades más que interesantes y lo convocó para un brillante plantel que se preparaba para afrontar el desafío de viajar hacia Malasia para intentar revalidar el título en el Mundial Sub 20, que se había conseguido en Qatar dos años antes.

El plantel argentino que se proclamó campeón mundial Sub 20 en Malasia
El plantel argentino que se proclamó campeón mundial Sub 20 en Malasia

Entre esos 18 pibes se encontraban varios que ya se estaban destacando y otros que lo harían con creces a lo largo de sus carreras: Diego Placente, Walter Samuel, Pablo Aimar, Esteban Cambiasso, Bernardo Romeo y Juan Román Riquelme, entre los más relevantes.

Pekerman colocó a Scaloni como volante por derecha, integrando un medio de campo de lujo que completaban Markic en el centro y Cambiasso del otro lado, con Aimar y Riquelme como enlaces para abastecer Bernardo Romeo, el único delantero de punta. El inicio fue con dos triunfos (Hungría 3-0 y Canadá 2-1), pero una inesperada caída con Australia 4-3 en el cierre de la fase de grupos lo dejó en el segundo puesto y lo colocó en el más áspero del cuadro.

En octavos ante Inglaterra, Pekerman lo sacó del once inicial para colocar otro atacante (Quintana), pero ingresó en el entretiempo, dándole dinámica al equipo. Fue triunfo 2-1 y pasaporte para el gran duelo con Brasil en los cuartos, donde Scaloni ingresó a los 22 minutos por lesión de Markic. Se acomodó enseguida y su aporte fue decisivo, porque marcó un golazo a los 80 que abrió el camino para la victoria 2-0, que selló el pasaporte a la recta final.

Lionel Scaloni, pura potencia física en el Mundial Sub 20
Lionel Scaloni, pura potencia física en el Mundial Sub 20

Tanto en la semifinal como en la final, el actual entrenador de la selección fue titular, celebrando desde adentro los dos éxitos que llevaron a la gloria: República de Irlanda (1-0) y Uruguay (2-1). Hubo fiesta y vuelta olímpicas merecidas para el cuadro que había sido el mejor de una muy exigente competencia.

Los ojos de las grandes instituciones suelen posarse en los torneos juveniles para detectar nuevos talentos y aquella no fue la excepción, ya que a fines de 1997, Scaloni fue transferido por Estudiantes de La Plata a Deportivo La Coruña, donde desarrollaría gran parte de su carrera, dejando el club recién en 2005, sitio en el que es muy querido y recordado

Los caminos de Scaloni y la camiseta celeste y blanca tardarían 2 años y medio en volver a juntarse y nuevamente con José Pekerman como entrenador, cuando éste lo citó para el Torneo Preolímpico de Brasil, clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Fue una inmensa desilusión, porque el grupo de futbolistas era muy bueno, con la base del campeón de Malasia ’97, pero quedó tercero en la cuadrangular final, que solo otorgaba dos pasajes a la gran cita del deporte.

Scaloni levanta la Copa del Mundo Sub 20
Scaloni levanta la Copa del Mundo Sub 20

El debut en la mayor llegó el 30 de abril de 2003, en tiempos de Marcelo Bielsa como director técnico. Fue en un amistoso en la ciudad de Trípoli, con triunfo 3-1 ante Libia, el elenco local. Scaloni estuvo en el banco de suplentes y fue uno de los cuatro futbolistas que ingresó, mientras que los otros fueron Juan Román Riquelme, Marcelo Gallardo y Gabriel Heinze, con el dato curioso que éste último también debutó ese día y para el Muñeco fue su último cotejo con la celeste y blanca.

Tardó poco más de un año en disputar su segundo encuentro, el primero como titular: Victoria ante Japón en Shizuoka 2-1, con la particularidad que fue la única ocasión en que Claudio Vivas dirigió al cuadro nacional. Era uno de los ayudantes de Marcelo Bielsa, que en ese momento se encontraba en Atenas por los Juegos Olímpicos, donde se conseguiría la medalla dorada.

En octubre de 2004 asumió José Pekerman en lugar de Bielsa y allí se dio la mayor continuidad de Scaloni en la selección. Fue titular en la gran victoria ante Bolivia 2-1 por las eliminatorias, cuando Argentina llevaba más de 30 años sin poder ganar en La Paz. Fue una inteligente estrategia del DT, que no puso a los que habitualmente jugaban sino a aquellos que observó con mayor adaptación a la altura.

Su siguiente aparición fue en un cotejo, de esos que en apariencia son normales para cumplir con el calendario de fechas FIFA para que los elencos nacionales tengan competencia. Sin embargo, aquel 17 de agosto de 2005, cuando Pekerman lo ubicó como lateral derecho en la victoria ante Hungría 2-1, estaba siendo testigo presencial de un hecho histórico: el debut de Lionel Messi en la selección nacional.

En la temporada 2005/06 dejó La Coruña para jugar en la Primer League con la casaca del West Ham. Allí estaba cuando recibió la citación del entrenador, confirmándolo entre los 23 que serían parte de la lista definitiva para la Copa del Mundo de Alemania. Ingresó en el segundo tiempo (también lo hizo Messi) del último encuentro de preparación, que fue victoria ante Angola 2-0.

Pekerman había sorprendido al no incluir a ningún lateral derecho natural para la competencia. Nicolás Burdisso, marcador central, actuó en el puesto en los tres partidos de la fase de grupos, pero fue Scaloni quien se ubicó allí en los octavos de final ante México, en el recordado triunfo 2-1, con golazo de Maxi Rodríguez en el tiempo suplementario.

Fue la despedida de Lionel Scaloni. No solo del Mundial, sino de la selección como futbolista. Aún le quedaban por delante 9 años más de carrera, donde pasó por Racing de Santander, Lazio, Mallorca y Atalanta, hasta el adiós definitivo a mediados de 2015, pero no volvería a ser convocado.

Lionel Scaloni, el estratega encargado de cortar una larga sequía (REUTERS/Amanda Perobelli)
Lionel Scaloni, el estratega encargado de cortar una larga sequía (REUTERS/Amanda Perobelli)

Siempre supo que quería ser entrenador, hasta que la vida la dio la oportunidad de estar en las grandes ligas, casi de manera casual, como lo recordó en una entrevista con el canal de AFA: “En 2017 volví con Jorge Sampaoli al predio de la AFA que conocía bien de la época de juveniles con José Pekerman. Mi papá tenía una amistad de toda la vida con él, de cuando vivía en Casilda, porque nosotros éramos de Pujato, a 10 kilómetros, y Jorge ya era un adelantado para la época: entrenaba a un equipo y trabajaba en el Banco de Santa Fe. Mi viejo lo conocía, porque tenía unos quilombos terribles de plata. Iba y le decía: “Aguántame que ya te llevo para tapar el descubierto”. Jorge le paraba las cosas, lo esperaba fuera del horario del banco y allí hicieron amistad. Mi papá incidió bastante para que pudiera dirigir en Argentino de Rosario, que era filial de Newell´s. El después hizo una carrera increíble y cuando me retiré del fútbol, lo contactamos. Me fui a Sevilla con él, donde tuvimos un año muy bueno y luego llegamos a la selección. Allí las perspectivas no eran las mejores, casi nos quedamos afuera en las EEliminatorias. No tuvimos el plus de confianza necesario y por eso nos fue mal”.

Tras la dolorosa eliminación a manos de Francia en los octavos de final del Mundial de Rusia, Jorge Sampaoli dejó el cargo y con él gran parte de su cuerpo técnico. Scaloni, que cumplía las funciones de analizar rivales y ser nexo con los jugadores, permaneció dentro de la estructura de AFA y fue quien debió cubrir una emergencia, a pedido del presidente Claudio Chiqui Tapia: ser el técnico de la Sub 20 que debía disputar el torneo L’ Alcudia en España en agosto de 2018. Argentina se consagró campeón y mientras en todos lados se debatía quien debía ocupar el sitio de Sampaoli al frente del cuadro nacional, Tapia mantuvo a Scaloni para los amistosos ya programados en septiembre.

Y allí se inicia la historia que nadie podría imaginar tan dulce casi tres años más tarde. Fue 3-0 ante Guatemala en Los Ángeles, en un equipo donde 11 de los 17 futbolistas utilizados eran debutantes. Un signo de lo que estaba por venir, con una palabra que se estaba haciendo necesaria en la selección: renovación. A fines de 2018, el balance mostraba que Scaloni había dirigido 6 partidos, con 4 triunfos, 1 empates y apenas una derrota con Brasil. Para sorpresa de muchos, Chiqui Tapia lo ratificó en el cargo para comenzar a trabajar con el objetivo de la Copa América 2019.

Allí hubo desilusión por la eliminación en semifinales con Brasil, pero se vislumbraba una idea de juego directo, de caras nuevas que rodeaban a Messi, con menos responsabilidades que antes, para que siga siendo tan decisivo como siempre. Desde entonces no perdió más y marcó goles en todos los partidos (19), menos en uno ante Chile (0-0).

El destino tenía reservado el 10 de julio de 2021 para la gloria absoluta de la selección argentina. Una Copa América donde debía ser local, los efectos de la pandemia la llevaron a Brasil, para que la consagración contra el eterno rival y en el estadio Maracaná quede perpetuada dentro de las grandes gestas del cuadro nacional. Esa que las nuevas generaciones festejaron con tanta alegría y que se la contarán a sus hijos. Al timón estaba Scaloni, que se la jugó por un arquero que pocos tenían en cuenta y un número 2 que rebosa de solvencia. Piezas de un andamiaje que pudo colocar a Messi donde se merecía: en el centro del podio levantando la Copa América.

Aquel pibe nacido futbolísticamente en Newell´s, que pasó por varios clubes, dejó su marca más importante en el fútbol español, la tierra donde Antonio Machado escribió aquellos versos que hoy se hacen realidad y que confirman que, a veces, la mejor experiencia es la que se hace día a día: Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Y por ahora, el andar de Scaloni es muy bueno y con él, llegó la fiebre de sábado por la noche, que tanto necesitaba y merecía el pueblo futbolero nacional.

SEGUIR LEYENDO: