Un informe analiza cuánto perdió la industria porque la feria no fue presencial

La Fundación El Libro le encargó al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos un estudio para analizar la magnitud de este gran evento cultural al que suele concurrir más de un millón de personas. Por la pandemia la Feria debió hacerse en forma online

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Feria del Libro 2019 (Foto: Pablo Barrera Caló)
Feria del Libro 2019 (Foto: Pablo Barrera Caló)

Este año, debido a la pandemia, la Feria del Libro no se realizó de forma presencial, sin embargo se llevó acabo de forma virtual, aunque, por supuesto, con muchísimo menos impacto y llegada al público. Para comprender mejor cuánto se perdió, la Fundación El Libro (FEL) le encargó un informe del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Allí se da cuenta de la magnitud de “el acontecimiento mayúsculo de la cultura en América Latina por su dimensión, duración y cantidad de hechos culturales”. Lo que allí se lee, cuenta María Teresa Carbano, presidenta de la FEL, es “cómo una veintena de resortes económicos son puestos en acción y cuánto significan”.

Para empezar, hay que destacar que la Feria emplea de manera directa o indirecta a casi 8 mil personas, convoca más de 10 mil profesionales, y un público general que supera el millón de personas. Por otro lado, la magnitud de la Feria se da también por su duración (veintiún días), la relación que teje con otros países, ocurre en Buenos Aires (la ciudad del planeta con mayor cantidad de librerías) y es el único evento que mayor ocupación y durante más tiempo hace del predio La Rural (superando incluso a la Exposición Agrícola, Ganadera e Industrial).

Otra característica de la Feria es que se hace sin el apoyo económico de los estados nacional, provinciales o municipales. ¿Cómo se financia entonces? “Organizada por la Fundación El Libro, su sostén principal lo constituyen las inversiones de los propios expositores, que en un 80% son empresas editoriales comerciales. Un porcentaje menor de los ingresos lo producen la boletería y los sponsors”, explican en el informe. Dicho todo esto, pasemos a los números, con una aclaración: corresponden a abril del año pasado, por lo tanto hoy deberían tener un incremento de alrededor del 60/70%.

Los números

La recaudación estimada por las ventas constituye la suma de 480 millones de pesos. El año pasado, se instalaron un total de 353 stands de libros (algunos colectivos): un 41% de stands pequeños, un 48% medianos, y un 11% grandes. En total, los expositores invierton $ 291.969.108. Discriminados: $ 51.701.95 (chicos); $ 124.568.775 (medianos); $ 11.698.379 (grandes). Por su parte, la Fundación El Libro invierte en alquiler del predio, infraestructura logística, personal, viáticos, hotelería, publicidad y prensa que suman un total de $ 93.375.032. Pero además de los stands de libros, están los gastronómicos. Allí se estima un gasto total de entre 11.250.000 y 15 millones de pesos.

Feria del Libro 2019  (Foto: Nicolás Stulberg)
Feria del Libro 2019 (Foto: Nicolás Stulberg)

A las Jornadas Profesionales de 2019 se acreditaron 4.163 profesionales, de los cuales 441 fueron extranjeros. “Si se toma a los acreditados, quitando a los residentes porteños, y se utiliza el criterio de gasto medio diario de turismo de reuniones de la Ciudad de Buenos Aires 2018, que incluye viáticos y consumo de bienes y servicios (refrigerios, hospedaje y transporte local), la suma gastada por los mencionados fue de $ 48.628.114 (...) Si se incorporara la valorización de los profesionales, tomando como promedio, por los cuatro días, los sueldos de un vendedor comercial y de un gerente del sector del libro, la misma se elevaría a $ 93.375.032″, se lee en el informe.

Junto a las Jornadas, están los programas Envío Gratuito y Librero y Bibliotecario Amigo, que otorga precios preferenciales en el traslado de libros. En 2019, “la FEL gastó en el subsidio a la logística para los libreros $ 2.335.467,85 ($ 1.065.762,77 Argentina, $ 1.269.705,08 exterior), lo que incluye el pago de los fletes, las cajas, los carritos para que los libreros acopien los libros, y la atención durante y con posterioridad a las Jornadas”. En cuanto a hotelería, el cálculo fue el siguiente: “La Fundación El Libro contrató, para invitados profesionales y culturales del exterior, 848 noches de hotel (en ocho hoteles distintos), a un promedio de u$s 60,50, que al cambio del día 02/05/2019 sumó $ 2.288.158. A su vez, reintegró a libreros del interior gastos de hotel por un total de $ 1.871.100″.

Otro gran programa de la Feria, que lo realiza junto a la Conabip, es Libro % donde participan las bibliotecas populares. Durante tres días los editores les dejan sus libros con un descuento del 50% al precio de tapa y la Conabip subsidia costos de traslado, alojamiento, comida y compra de libros. El año pasado realizaron una compra aproximada de $ 13.260.000. Y por último, la Feria del Libro tiene una Ciudad Invitada de Honor que en 2019 fue Barcelona. Esto representa no sólo un gran proyecto publicitario y cultural, también requiere una gran inversión. “El presupuesto total barcelonés fue de 520.000 euros. A la cotización del 02/05/2019 serían $ 27.352.000″, explican en el informe.

Pensar en el futuro

Sobre el final del informe, se encuentran algunas conclusiones. Por ejemplo, que “la crisis económica de los últimos cuatro años, que produjo una caída sostenida de las ventas, disminuyó, según la encuesta, el porcentaje de visitantes que adquieren cinco libros o más y el promedio del gasto por persona”.

Feria del Libro 2019 (Foto: Télam)
Feria del Libro 2019 (Foto: Télam)

Otra consecuencia de dicha crisis fue que en 2019 debieron suspender la entrega de “chequelibros”. Para la edición de este año, que finalmente no se hizo de forma presencial, habían asignado una inversión de 7 millones de pesos. También cayeron las compras de Conabip: en 2019 había un promedio de 74 libros por biblioteca, mientras que en años anteriores había superado los 100.

La crisis que venía arrastrando la Argentina junto a la que ocasiona la pandemia plantean mirar hacia adelante. Para la Fundación El Libro, esto “debiera obligar al Estado local y nacional a establecer políticas sostenidas (las denominadas ‘políticas de Estado') para la propia industria editorial, que es quien hace realidad y sostiene, como se puntualiza en las palabras iniciales, la existencia de la Feria”. El informe completo puede leerse acá.

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