Este fue el capítulo de Pokémon por el que en Colombia aseguraron que la serie era satánica: “Mi mamá me la prohibió”

El mito del capítulo censurado marcó a una generación y evidenció el poder de los rumores en la cultura popular en Colombia

Guardar
Porygon, el Pokémon que provocó
Porygon, el Pokémon que provocó convulsiones fotosensibles y que inició un rumor global - crédito Nintendo / Tv Tokyo

El episodio 38 de Pokémon, conocido como “Dennō Senshi Porygon” o “Pokémon Shock”, provocó el 16 de diciembre de 1997 un escándalo internacional tras desencadenar cientos de casos de epilepsia fotosensitiva en Japón.

Este incidente marcó un punto de inflexión en la animación japonesa y tuvo repercusiones en países como Colombia, donde la llegada de la serie estuvo rodeada de una alarma social, presunta censura y debates sobre los contenidos infantiles, especialmente desde sectores religiosos.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel

El 16 de diciembre de 1997, la emisión de “Electric Soldier Porygon” por TV Tokyo alcanzó a 4.6 millones de hogares japoneses.

Durante el episodio, una secuencia de destellos rojos y azules a alta frecuencia provocó que 685 niños fueran hospitalizados con síntomas como mareos, náuseas y convulsiones.

El fenómeno, conocido como efecto paka-paka, afectó al 0.5-0.8% de los menores expuestos y llevó a la suspensión del anime durante cuatro meses, la retirada definitiva del episodio y disculpas públicas por parte de la cadena. Las acciones de Nintendo cayeron un 3.2% y la prensa internacional, especialmente en Estados Unidos, calificó al anime de “peligroso”, según documentó Nintenderos.

El capítulo nunca volvió a
El capítulo nunca volvió a ser emitido - crédito Nintendo / Tv Tokyo

La retransmisión del fragmento en noticieros agravó la situación, generando incluso episodios de histeria colectiva. Como consecuencia, la industria del anime implementó regulaciones estrictas sobre el uso de destellos y colores intensos, y el personaje Porygon fue excluido de futuras apariciones, mientras Pikachu, protagonista de la escena, continuó como la imagen central de la franquicia.

Un año después del incidente, Pokémon llegó a Colombia tras la adquisición de los derechos de transmisión por parte del Canal RCN.

La serie aterrizó en un contexto marcado por rumores y advertencias sobre sus supuestos efectos nocivos, alimentados por la cobertura internacional del episodio 38 y la creciente popularidad del anime en América Latina.

En Colombia, la recepción de Pokémon coincidió con un clima de desconfianza hacia los productos culturales japoneses, especialmente entre comunidades religiosas.

Diversas iglesias cristianas evangélicas en Colombia calificaron la serie como satánica y la señalaron como una puerta de entrada a lo oculto, según recuerdan varios colombianos que en foros de discusión han contado sus anécdotas, siendo “jóvenes noventeros”.

La serie animada fue recibida
La serie animada fue recibida en un ambiente de desconfianza, impulsado por advertencias internacionales y reacciones de sectores religiosos, lo que influyó en la opinión pública y en el consumo cultural infantil - crédito Nintendo

Esta percepción no fue exclusiva del país: en Brasil, figuras como el pastor Josué Yrion, y en México, la periodista Lolita de la Vega, utilizaron sus espacios mediáticos para advertir sobre los mensajes satánicos de Pokémon y otras series asiáticas, lo que terminó por reforzar los rumores.

Estas ideas, difundidas por el voz a voz y los medios, terminaron por instalarse en el imaginario colectivo colombiano, donde el argumento más repetido era que “los niños que ven esa serie terminan poseídos”, en referencia directa a las convulsiones provocadas por el episodio 38, un hecho que incluso fue parodiado en la serie animada Los Simpson.

El impacto de estas creencias se reflejó en testimonios recogidos en foros de discusión, en los que adultos colombianos recuerdan cómo sus familias y entornos escolares reaccionaron ante la llegada de Pokémon.

Un usuario de foros en internet, criado en un entorno cristiano, relató: “Sé que escuché cosas de vez en cuando y leí que algunos pensaban que la serie era satánica, pero realmente nunca se empujó tanto. Realmente siento que las experiencias difieren mucho”.

La crisis provocada por el
La crisis provocada por el episodio 38 de Pokémon en 1997 redefinió estándares de seguridad y desató debates internacionales sobre la responsabilidad de los contenidos infantiles y su impacto en la percepción social - crédito Nintnendo / Pokémon Presents

Otros testimonios dan cuenta de prohibiciones directas: “Una compañera del trabajo de mi mamá era evangélica, y cuestionaba por qué me permitía ver Pokémon”, o “ver Pokémon fue lo primero que mi mamá me prohibió”. Estas experiencias muestran cómo la alarma social trascendió los límites de la iglesia y se instaló en los hogares y escuelas del país.

“Lo que ocurrió es que era un momento en el que el internet estaba recién estrenado en Colombia. En su momento, era más fácil que las personas con limitaciones a él, pudieran entender y asumir que lo que se decía en ese nuevo medio de información como algo real y más si se hablaba de religión. Terminaban replicando una y otra vez lo que escuchaban. No hubo como tal un representante religioso importante que afirmara en medios nacionales esos rumores con Pokémon, pero sí muchos representantes de iglesias pequeñas. Hoy en día eso es más que nada, una anécdota social”, afirmó un usuario en redes sociales, quien con su opinión, trató de explicar lo que había pasado.