Aumento del salario mínimo de 2026 que buscan los trabajadores sería imposible: “A la final, la ganancia no es tanta”

La negociación del aumento del salario mínimo en Colombiapara 2026 continúa sin un acuerdo definitivo entre el Gobierno, los sindicatos y los empresarios. Las partes ya se reunieron en la mesa de concertación salarial con el objetivo de definir el incremento, pero persisten diferencias sobre el porcentaje de ajuste, ya que los trabajadores insisten en una subida del 16 %, con el argumento de la necesidad de compensar el alza del costo de vida y mejorar el poder adquisitivo de los empleados, pero los gremios apuntan a un 7,21 %, con lo que apelan a la coyuntura económica y la inflación como elementos para justificar un incremento más moderado.

De momento, la mesa de concertación sigue en conversaciones para intentar acercar posiciones. Las fechas límites suelen ser clave en el proceso, por lo que se espera una definición en los próximos días o, en su defecto, la intervención directa del Ejecutivo para establecer el aumento para 2026. Es más, el 15 de diciembre se vence el primer plazo y la mesa tiene una nueva sesión, por lo que hay gran expectativa al respecto.

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Ante dicho escenario, Infobae Colombia habló con una de las protagonistas de la negociación. Se trata de la presidenta de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), María Elena Ospina, que compartió con más amplitud las preocupaciones y propuestas del sector empresarial, así como el impacto que las decisiones en la mesa de concertación tendrán sobre millones de trabajadores y empresas en el país.

La dirigente describió el ambiente de las primeras reuniones como de “tensa calma, pero de mucha cordialidad realmente entre todas las partes”. Explicó que cada sector defiende sus intereses y que las cifras presentadas por los sindicatos generan inquietud.

Las diferencias entre empresarios y trabajadores

“Los sindicatos ponen un piso del 16 % y eso es imposible en este país con la inflación que tenemos”. Desde la perspectiva empresarial, la propuesta se fundamenta en datos económicos. “Nosotros hicimos una propuesta muy responsable basados en las cifras, del 7,21%. Eso significa que tomamos en cuenta la inflación del 5,3%, más la productividad del país, que cerró en 0,91%, más un punto adicional que colocamos como de ganancia”.

Enfatizó en la diferencia entre ambas posturas. Dijo que los gremios subieron cerca de dos puntos de la inflación, pero los sindicatos subieron tres veces la inflación y eso no puede pasar. Insistió en que es necesario ser demasiado responsables con un incremento de la remuneración, porque eso implica, además del incremento para los trabajadores, que eso es ideal, otros aumentos.

Aclaró que cuando aumenta el salario mínimo, aumentan los costos de producción y también los precios de los productos. “Entonces, a la final, la ganancia real no es tanta. Eso es lo que está pasando hoy”, remarcó.

15 de diciembre: inicio de la verdadera negociación

Sobre la expectativa de una cifra concreta en la próxima reunión (15 de diciembre), Ospina señaló el Gobierno quedó comprometido a decir una cifra para esta jornada y “a partir de ahí viene la verdadera negociación”.

De paso, advirtió sobre las consecuencias de un aumento elevado. Detalló que dos dígitos realmente son muy difíciles para la situación en la que está el país. Agregó que se debe tener en cuenta que si sube muchísimo la inflación, también van a subir las tasas de intereses, entre otras cosas, por lo que el poder adquisitivo de los colombianos no mejoraría tanto.

Ospina detalló cómo la estructura salarial afecta a la mayoría de los trabajadores: “En este país un salario mínimo solo lo ganan 2.400.000 colombianos. El resto, son 11.700.000 que ganan menos de un salario mínimo y un poco más de 10.000.000 están en la informalidad. Entonces, realmente, los afectaría mucho. Ahora, los que ganan más de un salario mínimo, por ejemplo, alguien que gana $2.300.000, como ya no sube el incremento con base en el salario mínimo, sino en el IPC, entonces le va mermando realmente ese poder adquisitivo de la mayoría de los colombianos”.

Insistió María Elena Ospina en la necesidad de considerar la realidad del mercado laboral. Mostró preocupación por la generación de empleo formal, porque los informales ganan mucho menos, entonces, es en ese fenómeno en el que se debe trabajar, pero ni la Reforma Laboral ayuda.

Precisamente, sobre la nueva ley fue enfática y lamentó que “todos son costos. Además, los costos no solidarizan”. Añadió que “la implementación de la Reforma Laboral nos afecta muchísimo”, debido a los costos laborales que genera.

La Reforma Laboral y la complejidad para 2026

Ante esto, Ospina reconoció la complejidad del panorama de cara a 2026 con nuevo salario mínimo, reducción de la jornada laboral y la nueva norma: “Es la pregunta del millón. Será un año muy duro porque es un año político. Será un año muy difícil, a todo nivel, con demasiada incertidumbre. Pero, como siempre digo, los empresarios y los colombianos estamos hechos de resistencia, de insistencia. Los empresarios en este país son valientes y seguiremos adelante siempre, sea cual sea la situación”.

Con relación a la posibilidad de establecer un salario mínimo por regiones, la presidenta de Acopi respondió que el tema no se tocó todavía en esta oportunidad, pero lo ve viable: “No, no se ha tocado y es bien interesante, porque, por ejemplo, San Andrés la inflación es altísima, porque, obviamente, allá no se produce nada, sino que todo se importa. Entonces, ahí, esa región, es muy afectada. Y así hay otras regiones del país. Las dinámicas de cada región son distintas”.

Ausencia de Fenalco

La líder gremial también habló de la ausencia del presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), Jaime Cabal, en la mesa de concertación. Aceptó que lo extrañan, ya que es una ficha importante, sobre todo, para los comerciantes. Igual, dejó claro que respeta la decisión.

“Nosotros respetamos mucho las decisiones de los gremios. Nosotros somos unidos cuando nos tenemos que unir, pero somos muy independientes porque todos representamos diferentes sectores. Entonces, muy respetable lo de Cabal. Sería ideal que estuviéramos todos, claro”, remarcó.

Aumento del salario mínimo por decreto

Ante la posibilidad de que el presidente Gustavo Petro fije el aumento del salario mínimo por decreto, como ya lo hizo en tres ocasiones, Ospina respondió que si las partes no se ponen de acuerdo, por ley, eso es lo que pasaría.

En cuanto a la cifra propuesta desde el Gobierno, del 11%, la presidenta de Acopi recordó que ya el ministro del Interior, Armando Benedetti, indicó que la remuneración debería ser de $1.800.000 (con auxilio de transporte), por lo que piensa que si el funcionario dijo eso es por algo, aunque hayan salido a aclarar después que eso fue algo a título personal.

“Sabemos que se quieren dos dígitos, además de que los sindicatos también quieren esos dos dígitos, pero no miden las consecuencias. Y, realmente, no se tienen en cuenta las cifras y las variables que pueden establecer hasta dónde se puede dar el aumento”.