Con rasguños y moretones vuelven del monte en Bolívar: la extraña historia de desaparición de hombres en zonas rurales

La comunidad en la zona rural de la región se encuentra en alerta por las misteriosas experiencias de los campesinos

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Entre rasguños y moretones en
Entre rasguños y moretones en el cuerpo de varios hombres y mujeres en zonas rurales del departamento, tiene preocupada a la comunidad - crédito Ministerio de Ambiente

La comunidad en los sectores de La Ventura, Sucre y Zambrano, en el departamento de Bolívar, se encuentra consternada y preocupada ante el relato de extrañas desapariciones y regresos marcados por el terror.

En estos lugares, donde la superstición se mezcla con la vida cotidiana, los relatos recientes han cobrado un tono aún más inquietante, afectando tanto a hombres como a mujeres y obligando a la población a adoptar nuevas medidas de protección frente a la noche.

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Según informó la Policía de Bolívar, la situación comenzó a llamar la atención después de que varios pescadores de la región, acostumbrados a compartir historias sobre luces y fenómenos extraños en la Ciénaga Grande, empezaran a describir sucesos mucho más sombríos.

Una de las historias destacadas es la del esposo de la señora Aguas, que, después de salir una noche y desaparecer, fue hallado tres días después cerca del cementerio, en evidente estado de shock y con extrañas lesiones.

Uno de los casos se
Uno de los casos se presentó en el municipio de Zambrano, Bolívar - crédito municipios.com

Muy alterado, solo lograba pronunciar: “Eran ellas, me robaron el aliento y me dejaron vacío”, haciendo referencia a una presencia desconocida revelada el subintendente Emilio Gutiérrez a Caracol Radio.

Las experiencias aterradoras no se limitaron a Sucre. En el municipio de Zambrano, la familia Contreras experimentó una situación similar.

Francisco Contreras, conocido campesino local, tuvo también un episodio desestabilizador tras aventurarse fuera de su hogar por la noche. Encontrado por su esposa varios días después en el monte, su relato resultó igualmente perturbador, pues apenas pudo decir: “Vi sus rostros, bailaban a la luz de la luna y me ofrecieron un brebaje amargo”, conoció la Policía de Bolívar y reporte hecho al medio radial.

El miedo, lejos de ser exclusivo de los hombres que protagonizan estos relatos, ha penetrado en toda la comunidad. Durante las noches de luna llena, vecinos afirman haber escuchado lamentos y llantos en las cercanías de sus viviendas, mientras que los habitantes con más años en la región atribuyen esos sonidos a ánimas en pena, deseando venganza por injusticias pasadas.

La Policía Nacional confirmó que
La Policía Nacional confirmó que ya investiga y tiene conocimiento sobre lo ocurrido - crédito Ecoturismo Colombia

El Caribe colombiano vive actualmente bajo la sombra de estas historias, donde la frontera entre la realidad y la leyenda parece desdibujarse cada vez más, y la seguridad en las noches se busca ahora tanto en prácticas religiosas como en la fortaleza colectiva frente a lo desconocido.

Otros aseguran haber observado figuras blancas moviéndose entre los árboles, que desaparecen tan rápido como aparecen, incrementando el clima de incertidumbre.

Como reacción colectiva, las familias de La Ventura y Zambrano han optado por permanecer en casa desde temprano y reforzar sus oraciones.

El fenómeno no afecta solo a los hombres. Durante las noches de luna llena, los habitantes reportan lamentos cerca de las viviendas, sonidos que evocan la pena de un amor perdido. Los ancianos atribuyen estos lamentos a ánimas en pena, espíritus que buscan venganza por agravios sufridos en vida.

El miedo, en estos casos,
El miedo, en estos casos, no se limita a los protagonistas directos; se propaga por la comunidad, alterando rutinas y reconfigurando la vida nocturna.- crédito Juanse Sin Miedo

Algunos vecinos afirman haber visto figuras vestidas de blanco desplazarse entre los árboles, apariciones que se desvanecen en cuanto alguien intenta acercarse. “Los más ancianos susurran que son las ánimas en pena, buscando venganza por las injusticias cometidas en vida”, relatan los testigos.

El miedo ha transformado los hábitos de la población. Los hombres optan por resguardarse temprano, mientras las mujeres encienden velas y rezan a los santos, solicitando protección frente a lo que perciben como una amenaza sobrenatural.

La frontera entre realidad y leyenda se diluye en estas comunidades, donde la superstición y el temor se alimentan mutuamente. El terror, descrito como una plaga silenciosa, se extiende y condiciona la vida diaria, reforzando la percepción de que en el Caribe colombiano el misterio permanece siempre latente, sin ofrecer descanso.