
Nuevamente en Norte de Santander padecen por cuenta de los grupos armados organizados, luego de que en la mañana del domingo 22 de junio secuestraran a una joven que es hija de un reconocido empresario del sector minero en ese departamento del nororiente de Colombia.
La víctima fue identificada como Yuliana Lindarte Rolón, de 20 años de edad fue raptada por un grupo de hombres armados en una finca de la vereda La Mutis, zona rural del municipio de Los Patios, al suroriente de Cúcuta, informaron en el periódico regional La Opinión.
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Agregaron que ella se encontraba en la inmueble propiedad de su familia, y estaba acompañada únicamente por su madre cuando irrumpieron los criminales que se la llevaron intimidándola con fusiles, de acuerdo con lo que se evidencia en las grabaciones de cámaras de seguridad del lugar.
De acuerdo con las investigaciones preliminares que citaron en el diario cucuteño, fue un grupo de entre seis y siete criminales los que irrumpieron por la parte trasera de la vivienda, sorprendiendo a madre e hija.

Luego la sometieron para obligarla a subir a uno de los vehículos de la familia, una camioneta Toyota TXL blanca, con placas IEQ 456, que también fue robada durante el asalto, informaron en el de comunicación local La Libertad.
No obstante a la progenitora de la joven no se la llevaron los sujetos, que huyeron del lugar en el mismo vehículo, sin dejar rastro sobre el destino de la víctima.
Hasta el momento, las autoridades no han recibido información si a los familiares de la joven le han hecho alguna exigencia económica recogieron en La Libertad.
La noticia del secuestro se propagó rápidamente en la región, generando una ola de angustia y preocupación entre los familiares, amigos y la comunidad de Los Patios y Cúcuta. En redes sociales, ciudadanos y allegados a la familia han iniciado cadenas de oración y mensajes de solidaridad, buscando acompañar a los Lindarte Rolón en estos momentos de incertidumbre.
El padre de la joven, cuya identidad se mantiene reservada por motivos de seguridad, es un empresario con amplia trayectoria en el sector minero de Norte de Santander, mientras que su familia, profundamente afectada, ha hecho un llamado público para que se dé su pronta liberación.
Trascendió que la familia posee varias minas de carbón en el departamento, lo que ha llevado a las autoridades a considerar la posibilidad de que el secuestro tenga motivaciones extorsivas, informaron en la emisora Caracol Radio.

Las primeras investigaciones, citadas por la emisora, apuntan a un posible caso de secuestro extorsivo, dada la relevancia económica de la familia en la región. No obstante, las autoridades no descartan ninguna hipótesis y mantienen abiertas todas las líneas de investigación para determinar si existen otros intereses detrás del hecho.
El Departamento de Policía de Norte de Santander (Denor), junto con los Gaula (Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y unidades del Ejército Nacional, han desplegado un operativo de búsqueda por tierra y aire.
Incluso, se han realizado sobrevuelos en los límites de Ragonvalia, una zona rural cercana, en busca de pistas que permitan ubicar a la joven o al vehículo utilizado en el secuestro, detallaron en La Opinión de Cúcuta.

La Fuerza Pública ha invitado a la ciudadanía a suministrar cualquier información que pueda ayudar a dar con la ubicación de Yuliana o del vehículo robado.
“Cada dato que se aporte puede ser clave. Seguimos todas las pistas disponibles y trabajamos de forma coordinada para garantizar su pronta liberación”, señalaron voceros de la fuerza pública en La Libertad.
Señalaron también que iniciaron el despliegue de uniformados en la zona, que están llevando a cabo patrullajes en la zona rural y en la vía nacional, con el objetivo de cerrar posibles rutas de escape y aumentar las probabilidades de rescate.
El secuestro de Yuliana Lindarte Rolón ha puesto en alerta a las autoridades de Norte de Santander y evidencia como la seguridad en el departamento ha continuado en franco deterioro y que históricamente ha sido afectado por la injerencia de grupos armados ilegales que perpetran secuestros y extorsiones.
La vereda La Mutis, donde ocurrió el hecho, se encuentra en una zona estratégica, cercana a la frontera con Venezuela y a corredores rurales utilizados por organizaciones criminales. Esta ubicación complica las labores de búsqueda y rescate, ya que los captores podrían haber cruzado rápidamente hacia áreas de difícil acceso o incluso hacia territorio del hermano país.
“La situación es delicada, pero no bajamos la guardia. Cada minuto cuenta en estos casos”, afirmó un oficial del Gaula, informaron en La Opinión.
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