A la cárcel enviaron a funcionario del jardín infantil en Soacha que habría abusado sexualmente de una menor de 3 años

El sospechoso fue capturado por las autoridades luego de una investigación en la que se estableció que la víctima fue agredida en, por lo menos, dos oportunidades

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Capturado hombre que habría abusado
Capturado hombre que habría abusado de una menor - crédito Fiscalía

Luego de una investigación en la que se presentaron elementos materiales probatorios aportados por la Fiscalía General de la Nación, un juez penal de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Juan Felipe Rodríguez Arango, el trabajador de un jardín infantil en Soacha, Cundinamarca, porque habría abusado sexualmente de una niña de 3 años de edad.

De acuerdo con la información entregada por las autoridades, el hombre es señalado de aprovechar el rol que ejercía en la institución para realizar conductas inapropiadas en contra de la formación e integridad sexual de la menor de edad.

Además, según las pruebas de la investigación, los hechos habrían ocurrido en, por lo menos, dos oportunidades entre el 22 de abril y el 13 de mayo del presente año.

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En el comunicado entregado por la Fiscalía General de la Nación, indican que la situación se dio a conocer luego de que la madre de la víctima identificara algunos cambios intempestivos en el comportamiento de su hija.

comunicado captura presunto violador de
comunicado captura presunto violador de jardín infantil en Soacha - crédito Fiscalía

En cuanto la mamá se dio cuenta del cambio de conducta y en el cuerpo de la menor, la llevó a un centro médico para que fuera valorada. Allí, los especialistas detectaron lesiones compatibles con agresiones de tipo sexual, situación que permitió activar el Protocolo de Atención Integral para Víctimas de Violencia Sexual.

Después de esto, se hizo el análisis e investigación necesaria para determinar que Juan Felipe Rodríguez Arango era el principal sospechoso y por eso fue capturado por unidades de la Sijin del Departamento de Policía de Cundinamarca.

Un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Soacha, en articulación con la Unidad Especial de Investigación de Delitos contra Niños, Niñas y Adolescentes (UENNA), le imputó el delito de actos sexuales con menor de 14 años, pero el cargo no fue aceptado por el trabajador de la institución.

Sin embargo, en el curso de la investigación, la Fiscalía recibió una nueva denuncia en contra del hoy procesado y en esos hechos se involucran a otra niña menor de edad que también habría sido víctima del hombre de la misma forma.

De todas formas, esta nueva versión está siendo objeto de verificación, junto con la primera con la que le capturó, así que por ahora se avanza en la obtención de evidencias y se está a la espera de los dictámenes medicolegales, según confirmó la Fiscalía.

Sigue la investigación en contra
Sigue la investigación en contra de Juan Felipe Rodríguez Arango por abuso de menores - crédito Pexels

Este caso se suma al ocurrido en el Hogar Infantil Canadá, administrado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en la localidad de San Cristóbal, en el cual se registró un presunto caso de abuso sexual a varios niños por parte de un funcionario.

Según informó la Fiscalía, el sujeto será presentado ante un juez de control de garantías con las pruebas recopiladas y se le imputarán cargos por los delitos de acto sexual abusivo y acceso carnal abusivo con menor de 14 años, entre otros.

De acuerdo con las declaraciones que Margie, la madre de la menor, le dio a El Tiempo, los hechos salieron a la luz el 28 de abril porque su hija “rompió su silencio y le dijo que su profesor, haciéndose el que jugaba, le daba besos en la boca”.

En esa entrevista, la señora recordó que las directivas del centro zonal jamás les comentaron a los padres de familia o acudientes que este hombre iba a ser parte del personal, incluso, no sabían de su recorrido profesional y tampoco de qué niños estaría a cargo.

Margie aseguró que alza la voz, no solo por su hija, sino por todas las menores que se quedan en las instituciones porque, como ella, confían en que están en buenas manos y que las deberían proteger, no lastimar.