Hombre mató ‘a correazos’ a su sobrino de cinco años porque le iba mal en el colegio

Habitantes del municipio de La Plata, en el departamento de Huila, siguen conmocionados con la muerte de un menor de cinco años de edad, tras ser víctima de una golpiza presuntamente propinada por su tío, que tenía su custodia debido a que la madre del pequeño se encuentra privada de la libertad y el padre reside en Bogotá.

Según reportes preliminares recopilados por medios locales, el hombre, que fue identificado como James Alberto Caicedo, habría golpeado a su sobrino en al menos diez ocasiones como castigo por un supuesto mal desempeño escolar.

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El doctor César González, subgerente del hospital departamental San Antonio de Padua de La Plata (Huila), manifestó que fue el mismo tío del niño, identificado como Yosuar Smith Cabrera, quien lo llevó al centro médico tras haberlo encontrado desmayado en el baño de su vivienda.

Pese a los esfuerzos del personal médico, el hospital confirmó que el menor ya no tenía signos vitales al momento de ingresar a la institución médica. “El tío refiere que, motivado por algunos malos resultados escolares, procede a aplicar un castigo físico que consistió en 10 azotes con una correa (...) decide traerlo al hospital, desafortunadamente ya sin signos vitales”, aseguró González.

A su vez, el gerente del hospital explicó que en el reporte médico se detalla que el cuerpo del niño presentaba múltiples lesiones compatibles con maltrato físico. “Nuestros médicos encontraron al niño sin signos vitales y con evidencia de un posible caso de maltrato, presentando equimosis lineales en el tórax, abdomen y extremidades, al parecer, producto de los correazos”, detalló.

Ante esta situación, la Policía de Huila logró la captura de James Alberto Caicedo, de 38 años, siendo llevado ante un juez de control de garantías donde fue cobijado bajo medida de aseguramiento en centro carcelario.

“Tras la presentación del capturado ante un juez de control de garantías, se le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario por el delito de homicidio agravado”, indicó el capitán Nixon Andrés Montes, comandante del 6 Distrito de Policía La Plata (Huila).

Adicional a ello, el oficial confirmó que el hoy procesado, al momento de verificar su situación judicial, presentaba anotaciones por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego.

Este es el segundo caso que se presenta en el transcurso del año 2025 en el departamento de Huila donde un menor de edad pierde la vida en un caso de violencia intrafamiliar. El primero había ocurrido en el mes de marzo donde, según informó El Tiempo, un niño de tan solo dos años de edad falleció a causa de sufrir una golpiza por parte de su padrastro

Este caso ha generado conmoción en la comunidad y reavivado el debate sobre la violencia intrafamiliar y los métodos de crianza en el país. El lamentable suceso pone en evidencia la situación de riesgo en la que se encuentran muchos menores en Colombia, especialmente aquellos que, como Yosuar, viven en entornos familiares complejos o carecen de la protección de sus padres.

Incluso, Michel Caicedo, madre del menor fallecido, pese a que se encuentra recluida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, hizo una petición para acudir a las exequias de su pequeño hijo. Sin embargo, las autoridades carcelarias negaron la petición, al recordar que hay una resolución vigente que impide el ingreso de féretros a los establecimientos carcelarios del país.

El ataque violento de este hombre contra su sobrino de cinco años en Huila se suma a otro caso de violencia intrafamiliar en la que una niña de tan solo cinco meses de nacida sufrió un presunto ataque violento por parte de su padre, un subintendente de la Policía Nacional, en el municipio de Ocaña, departamento de Norte de Santander.

Los hechos ocurrieron el 13 de marzo de 2025, cuando la abuela paterna encontró a la niña inconsciente y la trasladó de inmediato al hospital local. Allí, el personal médico informó que la menor presentaba un trauma craneoencefálico y un sangrado intracerebral, lesiones que los médicos atribuyen a un golpe contundente en la cabeza.

De acuerdo con reportes preliminares, el hombre residía junto a su madre en el municipio de Ocaña, que fue la persona que encontró a la bebé en estado crítico. Tras el ataque, el subintendente policial se habría entregado voluntariamente a las autoridades.

El caso ha generado conmoción en la comunidad local y ha puesto en el centro del debate la responsabilidad de las instituciones en el control y seguimiento de sus miembros. Aunque no se han divulgado oficialmente los motivos que llevaron al presunto ataque, se informó que el uniformado podría haber estado bajo los efectos de sustancias psicoactivas en el momento de los hechos.