En el Atlántico una persona fue capturada por transportar un cargamento de licor adulterado en un motocarro

En medio de los operativos para combatir la producción y distribución de licores adulterados las autoridades lograron capturar a un sujeto que estaba transportando un cargamento de bebidas adulteradas en el norte del país.

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La situación concreta se dio en el barrio Nueva Candelaria durante la mañana del domingo 17 de marzo, mientras la Policía del Atlántico realizaba un patrullaje de inspección establecido en el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, se logró establecer que un hombre de 45 años transportaba varias botellas de licor adulterado en un motocarro.

El hombre identificado como Héctor Rodríguez Rodríguez transportaba en el vehículo 47 botellas de bebidas alcohólicas adulteradas, en medio del análisis de la mercancía las autoridades establecieron múltiples inconsistencias e irregularidades en las botellas, etiquetas y sellos de seguridad.

El material fue incautado por la Policía Nacional, Rodríguez capturado por las autoridades y ahora tendrá que afrontar un proceso judicial para establecer si es responsable o no del delito de corrupción de alimentos, productos médicos o material profilácticos.

Entre tanto el coronel John Jairo Urrea Rozo, comandante Departamento de Policía Atlántico, extendió la invitación a la población civil para denunciar a la línea de emergencia 123 las personas que trabajen con la fabricación de bebidas adulteradas.

La corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico es una grave problemática que afecta la salud pública, la confianza en las instituciones y la estabilidad económica de Colombia. Este tipo de corrupción involucra diversas prácticas ilegales que comprometen la calidad, seguridad y efectividad de estos bienes esenciales, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de la población.

La legislación colombiana aborda estas conductas principalmente a través del Código Penal, en sus artículos relacionados con la violación de normas sanitarias y la adulteración o falsificación de productos destinados al consumo humano.

Aunque la normativa puede variar y actualizarse, y las sanciones pueden depender de factores específicos del caso, como la gravedad de la infracción, el riesgo para la salud pública y si hubo víctimas afectadas, las penas por estos delitos pueden ser significativas.

Por ejemplo, el delito de manipulación o adulteración de sustancias o productos alimenticios está contemplado en el Código Penal y puede acarrear penas de prisión de 4 a 8 años, según el artículo 372. Este rango puede aumentar si como resultado de la adulteración se pone en peligro la vida o la salud de las personas.

En lo que respecta a la falsificación, adulteración o tráfico de medicamentos, el artículo 372A del Código Penal estipula penas de prisión de 6 a 10 años y multas considerables para quienes incurran en estas actividades ilegales. Esto incluye la distribución y comercialización de productos médicos o material profiláctico que no cumplan con los estándares de calidad y seguridad requeridos.

Es importante destacar que estas penas son solo directrices generales y el proceso judicial puede determinar sanciones específicas basadas en la naturaleza exacta y las circunstancias del delito.

El consumo de licor adulterado puede resultar en intoxicación por metanol, con síntomas graves como pérdida de visión, daño renal y muerte. Los riesgos se intensifican debido a la utilización de aditivos no aptos y la falta de controles sanitarios, promoviendo posibles contaminaciones bacterianas y enfermedades gastrointestinales.

Para protegerse, es crucial inspeccionar el empaque y la botella en busca de señales de manipulación, asegurarse de que la tapa esté correctamente sellada, revisar sellos y etiquetas de seguridad, y confirmar la homogeneidad del contenido. La coherencia en la información de etiquetas y envases, incluyendo la fecha de vencimiento y el registro sanitario, es esencial. Ante cualquier sospecha, es mejor abstenerse de consumir la bebida.