Soldados estarían recibiendo ofrecimientos a cambio de robarse los fusiles y generar masacres en los batallones

Luego de que el 27 de febrero, el soldado Alexander Orozco Zambrano, perteneciente a la Sexta División del Ejército Nacional, asesinara a tres de sus compañeros y escapara del batallón de Selva N.49 en La Tagua, Putumayo, las alertas dentro de la institución ante la posibilidad de que existan infiltrados de las disidencias de las Farc es encuentran activas.

Luego de perpetrar la masacre, Orozco Zambrano escapó, pero fue capturado en la noche cuando tenía como objetivo marcharse a Ecuador. Debido a las heridas que tenía, este fue trasladado en un helicóptero a la ciudad de Florencia, Caquetá con el fin de garantizarle sus derechos y brindarle la atención médica especializada que requería, pero fue confirmado su deceso en la tarde del 28 de febrero.

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Fuentes militares confirmaron a Infobae Colombia que inteligencia descubrió que habría personas en los alrededores del batallón en Putumayo intentando convencer a los soldados regulares de robarse los fusiles y durante este proceso poder terminar con la vida de la mayor cantidad de compañeros que puedan.

También se conoció que la situación es un secreto a voces en la región, por lo que se encuentran tratando de identificar a los señalados.

Por este tipo de hechos, en la noche del 27 de febrero fueron capturados tres soldados regulares, ante la sospecha de que pudieran haber aceptado el dinero ofrecido y pudieran estar planeando perpetrar una masacre. A pesar de esto, fuentes militaros resaltaron que aunque se cree que esto fue orquestado por las disidencias de las Farc, no es posible descartar o confirmar que Orozco Zambrano fuera un infiltrado.

“Tres soldados más pertenecientes a esta unidad militar presuntamente habían sido abordados por integrantes del grupo armado residual Estructura Carolina Ramírez para participar en esta acción criminal. Estos hechos ya fueron puestos en conocimiento de las autoridades judiciales”, informó el Ejército Nacional mediante un comunicado de prensa.

De acuerdo con lo informado por el Ejército Nacional, en la mañana del 27 de febrero se registró el ataque por parte del soldado regular Alexander Orozco Zambrano contra tres de sus compañeros, pero no fue sino hasta las 11:00 a. m. que se confirmó el fallecimiento de estos.

En este hecho murieron el capitán Juan Pablo Herrera Mazo, el sargento segundo Carlos Rojas, y el soldado regular Yoandris Mejía Mejía, que recibieron impactos del fusil que hacía parte de la dotación recibida por Orozco Zambrano.

Fuerzas Militares confirmaron que en el momento del ataque el soldado regular estaba prestando servicio de centinela, que sería cuando sujetos no identificados estarían realizando los ofrecimientos económicos a cambio de traicionar a la institución.

Luego del ataque, se activó un plan candado en la zona por parte de la Infantería de Marina y coordinada con la Policía Nacional, que permitió encontrar al soldado en compañía de otra persona, quienes protagonizaron un cruce de disparos con las autoridades, siendo ese momento en el que Orozco Zambrano recibió las heridas que posteriormente terminaron con su vida.

Desde el Ejército Nacional lamentaron la muerte de los tres uniformados que fueron víctimas de este hecho y enviaron un mensaje de condolencias a sus familiares.

“Lamentamos este hecho que hoy enluta a nuestro Ejército Nacional y enviamos un saludo de condolencia a los familiares y amigos de nuestros militares, elevando plegarias al Todopoderoso por su descanso eterno”.