Estos son los cabecillas de las disidencias con las que se suspendió el cese al fuego

El comandante principal es alias ‘Iván Mordisco’; debajo de él aparece alias ‘Danilo Alvizú', comandante del frente Carolina Ramírez, al que le atribuyen la masacre de los cuatro niños indígenas

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AME1700. SAN VICENTE DEL CAGUAN (COLOMBIA), 16/04/2023.- Alias "Iván Mordisco", comandante general de la disidencia de las FARC, en los Llanos del Yarí junto a los comandantes del Estado Mayor Central.
AME1700. SAN VICENTE DEL CAGUAN (COLOMBIA), 16/04/2023.- Alias "Iván Mordisco", comandante general de la disidencia de las FARC, en los Llanos del Yarí junto a los comandantes del Estado Mayor Central.

El Gobierno nacional decidió suspender provisionalmente el cese al fuego bilateral con la disidencia conocida como el Estado Mayor Central de las Farc (EMC Farc) por sus ataques en contra de la población civil. El anuncio fue hecho por el presidente Gustavo Petro después del Consejo Extraordinario de Seguridad que se realizó al conocerse la masacre de cuatro menores de la comunidad indígena Murui que fueron reclutados forzosamente por el grupo armado.

En respuesta, el EMC envió una carta ―firmada el 22 de mayo― que dice que “el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total”.

Como es sabido, el principal comandante de este grupo alzado en armas es Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, conocido por enviar un mensaje desde los Llanos de Yarí (Caquetá) al Gobierno nacional en el que expresaba la voluntad de paz. El segundo al mando es Alexánder Díaz Mendoza, alias Calarcá; le sigue Ómar Pardo Galeano, conocido como ‘Antonio Medina’.

Esta sería ‘la cúpula’ del mando del grupo armado. Después aparece lo que Inteligencia Militar llama ‘segunda línea’, en donde figuran alias Jhon Mechas, Mata Vaca, Alonso 45 y Óscar Eduardo Sandoval, alias El Mocho (cabecilla del ‘Comando Coordinador de Occidente’).

En aquella reunión en Caquetá, que además estuvo acompañada de miles de campesinos que habrían sido obligados a asistir, también se hizo presente alias Danilo Alvizú, comandante del frente ‘Carolina Ramírez’, al cual le atribuyen la masacre de los cuatro niños indígenas. En aquel entonces manifestó su preocupación “por las repetidas violaciones del cese al fuego por parte de las fuerzas gubernamentales, pero esperamos que esto se resuelva con el establecimiento de un mecanismo de verificación a partir del próximo 26 de abril”.

De acuerdo con reportes de Inteligencia, el EMC tendría un total de 3.480 integrantes, distribuidos en 2.149 hombres y mujeres armadas, más 1.331 personas en las distintas redes de apoyo.

Todas estas personas están en diferentes partes del país, enfrentándose a la disidencia de la ‘Segunda Marquetalia’, al mando de ‘Iván Márquez’. Los departamentos en los que más tienen influencia son Putumayo, Caquetá, Guaviare, Meta, Arauca, Antioquia, Nariño, Norte de Santander, Valle y Cauca.

El frente Carolina Ramírez se disputa en Putumayo el control territorial del tráfico de cocaína con otra disidencia. Entre tanto, el ‘Comando Coordinador de Occidente’ tiene sus frentes distribuidos en Cauca, Nariño y Valle del Cauca, con 1.700 personas. Por su parte, ‘Jhon Mechas’ está en Norte de Santander y ‘Antonio Medina’, en Arauca.

Así fue la masacre de los cuatro menores de edad

El lamentable hecho comenzó desde el pasado 26 de marzo, cuando integrantes del frente Carolina Ramírez reclutaron forzosamente a un joven llamado Luis Alberto Matías Capera, de la Comunidad de Guaquira del pueblo indígena Murui.

Informó la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC) que el joven decidió escapar de este grupo armado junto con otros tres jóvenes Murui, pero fueron descubiertos y asesinados por los disidentes de las Farc.

“Tras el escape, el día 17 de mayo del 2023 en horas de la tarde y tras la búsqueda por parte del grupo armado organizado a estos jóvenes, fueron encontrados en la comunidad “el Estrecho”, en límites entre Caquetá y Amazonas, causándoles así la muerte con arma de fuego a cada uno de los cuatro jóvenes que habían intentado escapar de la situación de reclutamiento”, dice el comunicado de la entidad.

El Gobierno nacional calificó la masacre como “un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz” y aseguró que no existe justificación para ese tipo de crímenes. “Después de escuchar a delegados de las comunidades y del Consejo Extraordinario de Seguridad y debido a la grave violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de esta organización al margen de la ley, sumado a otros hechos que generan incertidumbre y zozobra en la población, el Gobierno tomó la decisión unilateral de suspender parcialmente los efectos del Decreto 2656 del 2022″, informó Petro.