Reforma laboral haría que los domicilios de Rappi cuesten $18.000

El director ejecutivo de la plataforma, Simón Borrero, aseguró que la iniciativa del Gobierno de Gustavo Petro tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios

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Rappi es uno de los servicios de domicilios más utilizados por los colombianos. REUTERS
Rappi es uno de los servicios de domicilios más utilizados por los colombianos. REUTERS

El proyecto de reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro tiene contra las cuerdas a muchos empresarios en el país, ya sea por el cambio en el horario de la jornada nocturna (iniciaría desde las 6:00 p.m. y no desde las 9:00 p.m., como está en la actualidad), el pago de dominicales (se pagaría el 100% y no el 75%) o la forma de contratación.

Este ya se presentó al Congreso de la República y espera ser debatido en los próximos días, hecho por el cual el sector productivo del país está en alerta.

Uno de los más afectados con la iniciativa laboral serían las empresas de entregas a domicilio, entre las que está Rappi, una de las plataformas más utilizadas por los colombianos.

Sin embargo, el director ejecutivo de la aplicación, Simón Borrero, hizo una dura advertencia en caso de que la reforma se apruebe como está. Según dijo a Semana, el precio de los domicilios sufriría un aumento considerable.

“Por la actual situación económica y por la inflación, entiendo que muchos clientes estén insatisfechos porque Rappi se ha vuelto más costoso, pero con la reforma tendríamos que cobrar $18.000 por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas. No estamos en Suiza ni en España, estamos en un país donde la gente necesita oportunidades”, afirmó Borrero.

Además, dijo que la reforma tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios.

Sobre esto, aseguró al medio que hoy cualquier persona puede conectarse desde su celular y generar ingresos inmediatos en cualquier momento. Como ejemplo, precisó que un estudiante que está en la mitad de parciales tiene un día libre, necesita pagar sus estudios, se puede conectar y ganar dinero. No obstante, como se plantea en la reforma, esto no sería posible, ya que ese estudiante tendría que ser un empleado con horarios fijos.

“La gran mayoría de los rappitenderos no quiere eso, quiere más protección y más bienestar, y en eso estamos super de acuerdo. De aprobarse la reforma, 90% de los trabajadores digitales quedaría por fuera y daña totalmente el modelo. Rappi y las demás plataformas están construidas para brindarles oportunidad de ingresos complementarios a miles de personas y la reforma va en contravía de ese modelo”, advirtió.

Borrero señaló que esto forzaría a las plataformas a quedarse con un grupo pequeñito que trabaje entre 40 y 42 horas por semana, pero eso solo lo pueden hacer unos pocos.

“La mayoría de los trabajadores digitales no pueden trabajar en un horario fijo, y no porque no quieran, sino porque tienen restricciones como el cuidado de sus hijos, el estudio o incluso otros trabajos”, insistió.

Seguridad social

En cuanto a cotizar la seguridad social por esas horas que efectivamente pueden trabajar, el director ejecutivo de Rappi explicó a Semana que el sistema colombiano no lo permite y requiere que solo se pueda cotizar sobre un salario mínimo entero. Así las cosas, el sistema no le recibe los aportes al que trabaja unas cuantas horas a la semana y gana $300.000 al mes, y es la explicación de la alta informalidad en Colombia.

En relación a que la reforma busca mejorar las condiciones de los trabajadores de la economía colaborativa, pero no incluiría a los de las plataformas de transporte, solo a los de domicilios, puntualizó que esta parte les extraña mucho y no encuentran una explicación para que a algunos trabajadores digitales los obliguen a la laboralidad, les quiten la flexibilidad, y a otros no.

De acuerdo con él, lo más triste es que a las plataformas que pretenden restringir es a las colombianas. “Estamos revisando la ley, porque no se deberían regular compañías, sino industrias, y creo que así estarían haciendo algo incorrecto”, subrayó.