La indignante explicación de una maestra ante la desaparición de niña de 5 años en Nueva Jersey: “Son mexicanos, esa es su cultura”

Por Antonia Noori Farzan

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Dulce María Álvarez, de 5 años, desapareció de un parque de Nueva Jersey a plena luz del día el 16 de septiembre, y ha estado desaparecida desde entonces
Dulce María Álvarez, de 5 años, desapareció de un parque de Nueva Jersey a plena luz del día el 16 de septiembre, y ha estado desaparecida desde entonces

Nadie sabe con seguridad lo que pasó cuando Dulce María Álvarez de 5 años desapareció la semana pasada a plena luz del día en un parque infantil de Bridgeton, Nueva Jersey.

Pero una profesora de una escuela primaria al sur de Jersey utilizó recientemente la red social Facebook para sugerir que las diferencias culturales –en particular las de las niñas con herencia mexicana– podría explicar por qué la niña no fue observada más cuidadosamente.

De acuerdo con Daily Journal y NJ.com, el comentario, que Jennifer Hewitt Bishop escribió como respuesta al suceso en post de Facebook, era un cuestionamiento sobre el porqué la madre de Álvarez estaba sentada en su carro a 30 yardas del lugar mientras su hija jugaba en los columpios el 16 de septiembre, la niña desapareció en lo que la policía cree fue un secuestro.

“Son mexicanas, es su cultura”, replicó Bishop. “Ellos no supervisan a sus hijos como nosotros”.

Bishop, quien trabaja como profesora auxiliar de una clase de educación especial en las cercanías de las escuelas públicas de Vineland, está enfrentando medidas disciplinarias por sus comentarios. En un comunicado a medios de comunicación locales, las autoridades calificaron los comentarios sobre la cultura mexicana como “ofensivos, difamatorios y completamente inaceptables”.

Mientras la policía ha estado buscando pistas, buscando en bosques y estanques, y revisando cientos de horas de videos de vigilancia, la madre de la niña desaparecida, Noema Álvarez Pérez, enfrentaría serios escrutinios por sus decisiones aparentemente inofensivas, por críticas relacionadas fuertemente con que una vez fumó marihuana, y que después de que su hija desapareció, aceptó y comió una rebanada de pizza. Mientras tanto, la investigación en curso puede haber sido obstaculizada porque los testigos potenciales son indocumentados que temen entrar en contacto con la policía, dijeron las autoridades.

Joe Rossi, el director ejecutivo del personal de distrito, dijo a NJ.com que las autoridades fueron conscientes de los comentarios de Bishop el viernes, después de que muchas personas mandaran mensajes a la página de Facebook de las Escuelas Públicas de Vineland para reportar lo que ella decía. Los administradores comenzaron una investigación y Bishop fue retirada de la clase, aunque Rossi no especificó si había sido suspendida. Dijo que la junta escolar determinaría el futuro de la profesora de segundo año en una junta personal el miércoles por la noche que estaba cerrada al público.

Bishop no pudo ser contactada para dar comentarios el miércoles por la noche.

Algunos han sugerido que los comentarios de Bishop sobre la cultura mexicana no fueron con intenciones maliciosas. Jeff Deminski, anfitrión de un programa de entrevistas político conservador de Nueva Jersey 101.5, argumentó que la maestra estaba tratando de decir: "No juzgue a esta mujer, ella es de una cultura diferente, algo que, en mi experiencia anecdótica, no significa que encierren a sus hijos en burbujas o los observen por medio de helicópteros paso a paso como lo hace la gente blanca”, pero se ha expresado de “una manera que no fue ingeniosa”.

De manera similar, Lou Russo, presidente de la Asociación Educativa de Vineland, dijo al Daily Journal que si bien no podía comentar sobre el tema de manera personal, él piensa que las redes sociales son “espacios peligrosos” donde los comentarios son “frecuentemente incomprendidos y sacados de contexto por la comunidad virtual que rara vez se toma el tiempo de pensar, reflexionar o pedir aclaraciones antes de reaccionar con ataques contra nosotros”.

La búsqueda de la niña desaparecida de cinco años, que está entrando en su onceavo día de desaparición, comenzó después de que su madre llamara a la policía para decir que su hija había desaparecido. Álvarez Pérez, de 19 años, creció en Bridgeton. Ella tenía 14 años cuando su hija nació, y dijo al Philadelphia Inquirer que sus padres, que emigraron de México a Nueva Jersey hace 20 años, poseen la custodia de Dulce y la ayudaron a cuidarla. El padre de la niña regresó a México, aclaró.

De acuerdo con NJ.com, Álvarez Pérez dijo a las autoridades que ella había llevado a sus hijos y a otro pariente joven a un parque de juegos en la ciudad de Bridgeton poco después de las 4 de la tarde del 16 de septiembre, después de que se detuvieran a comprar un helado. Cuando Dulce y su hermano de tres años fueron a jugar, Álvarez permaneció en el carro con otro pequeño.

Después de 10 minutos, el niño corrió hacia el automóvil solo y lleno de lágrimas. Álvarez Pérez dijo a las autoridades que él señaló hacia unos edificios de almacenamiento cerca del parque. Al principio, asumió que su hija había ido a jugar al escondite.

“Pensamos que solo estaba escondida, jugando alrededor y fuimos a buscarla, pero no pudimos encontrarla”, dijo a CBS Philadelphia.

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Pero después de haberla buscado por entre 10 y 15 minutos, Álvarez Pérez aún no podía encontrar a Dulce y llamó a un pariente para que la ayudara. Los dos revisaron el parque antes de notificar a la policía poco antes de las 5 de la tarde, reportó NJ.com. Al día siguiente, la policía lanzó una Alerta Ámber después de saber que un hombre se había llevado a la niña de cinco años del parque en una van roja con vidrios polarizados, aproximadamente a las 4:20 de la tarde.

Las autoridades dijeron a WPVI el martes que continúan buscando sospechosos, describieron al secuestrador como un hombre blanco posiblemente hispano con acné y de complexión delgada, y están operando bajo el supuesto de que la menor de 5 años sigue viva. La recompensa por el regreso de Dulce es de 35.000 dólares, y el FBI la agregó a la lista de la agencia de los niños secuestrados “más buscados”.

Bridgeton, una pequeña ciudad cuya economía gira en torno a la agricultura y la comida procesada congelada, tiene principalmente población latina y es el hogar de un significativo número de inmigrantes mexicanos y guatemaltecos. Tanto el jefe de la policía de la ciudad, Michael Gaimari, y el fiscal general de Nueva Jersey, Gurbir Grewal, han expresado su preocupación acerca de que algunos residentes, quienes tienen información valiosa que compartir, se han abstenido de presentarse a causa de su estatus migratorio. Esos miedos pudieron generarse por el hecho de que Servicio de Inmigración y Control de Aduanas detuvo al novio de Álvarez días después de que Dulce desapareció.

El hombre de 27 años fue puesto en libertad más tarde. Un vocero de ICE dijo a NBC Philadelphia que el hombre fue “parte de la investigación en curso realizada por fuerzas locales, estatales y federales”, pero no pueden comentar si tuvo alguna conexión con la desaparición de Dulce.

Mientras tanto, Álvarez Pérez ha enfrentado un fuerte escrutinio público. Ella dijo al Philadelphia Inquirer que después de no haber comido en 36 horas por seguir la desaparición de su hija, aceptó comer una rebanada de pizza que alguien le ofreció, solo para ser acosada posteriormente por una extraña que se unió como voluntaria en los esfuerzos de búsqueda.

“’¡Si mi hija estuviera perdida, no podría comer’, me gritó esa mujer!”, contó Álvarez Pérez. “Entonces comenzó a grabarme”.

Después de eso, Álvarez Pérez, no regresó más al parque. Dijo a NJ.com que ella también tuvo que dar de baja su página de Facebook después de que comenzaran a criticarla de cerca por sus publicaciones pasadas, incluida una vieja foto que aparecía fumando marihuana. Otros comentarios en línea etiquetaban a sus familiares, e incluso acusaban a su madre de prostituirse, dijo.

“Dicen que no amaba a mis hijos y que solo se los regalé a alguien”, mencionó al medio.