La extraña y sensual historia de las medias de rejilla

Por Alice Newell-Hanson

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Exploramos la relación de las medias de rejilla con la feminidad, desde Bettie Page hasta Junya Watanabe.

Como la laca de uñas roja y los tacones de aguja, las medias de rejilla son la quintaesencia de la feminidad. La primera vez que llevé unas, que eran de color turquesa fluorescente y no hacían gran favor a mis regordetas piernas inglesas, tenía unos 13 años, cuando estaba haciendo la transición de "marimacho" a mi mejor imitación de "mujer joven sexualmente intrigante". Aquello fue durante el resurgimiento de las medias de rejilla entre la juventud a principios de los 2000, cuando las llevábamos con falditas escocesas en miniatura a fiestas para menores en penosos clubes de Londres. Pensábamos que nos hacían parecer mayores, pero en realidad acentuaban la naturaleza apenas pubescente de nuestros cuerpos, como la ropa para adultos de los rebeldes niños de la calle de las fotos de Mary Ellen Mark.

Si piensas en medias de rejilla, en seguida te vienen a la mente Bettie Page, Marilyn Monroe y quizá Sophia Loren. Existen imágenes icónicas de estas actrices posando al estilo pin-up con medias de rejilla que ascienden, interrumpidas por una falda, de la punta de los pies hasta el trasero. En todas las fotos, las piernas de las actrices se colocan en un ángulo que enfatiza la amplitud de sus curvas. El poder único de las medias de rejilla es que el diseño elástico de la cuadrícula se distorsiona visiblemente sobre las formas redondeadas, destacando las curvas majestuosamente.

En 2017 vuelven a estar de moda, lo cual resulta apropiado en estos tiempos de cuestionamiento de género. Las medias de rejilla llevan siendo un símbolo de feminidad y de sexualidad femenina desde su aparición al inicio del siglo XIX. La historiadora de la moda Valerie Steele tiene la hipótesis de que las medias de rejilla llegaron cuando el capricho de finales de la era victoriana por el encaje se entremezcló con el fetiche de la época por las medias, resultado de esos vestidos victorianos que rozaban el suelo y permitían una visión muy limitada de las piernas de las mujeres.

La popularidad de las medias explotó con la aparición de las flappers en la década de 1920. Las medias de rejilla eran el recubrimiento perfecto para las piernas en la era de los dobladillos más elevados, porque no cubrían demasiado. Su estructura flexible también podía resistir los bailes frenéticos. La mujer recién liberada, que salía por la noche sin supervisión, pronto se convirtió en motivo de preocupación pública. Y las medias de rejilla nunca han perdido su vinculación con el entretenimiento después del anochecer y el sexo.

En su ensayo de 1957 "Striptease", Roland Barthes describe las medias de rejilla como "uno de los accesorios clásicos del music hall" y en su libro de 1973 Le plaisir du texte (El placer del texto), explica su sugerente atractivo. "Son intermitencia", sugiere, "y eso resulta erótico: la intermitencia de la piel asomando entre dos piezas de tejido". Las medias de rejilla son, por naturaleza, una provocación: una revelación de piel enmascarada como algo que tapa.

La sexualidad de manual de las medias de rejilla puede subvertirse fácilmente. El científico travesti alienígena Dr. Frank-N-Furter (interpretado por Tim Curry) apareció en el póster de la película de 1975 The Rocky Horror Picture Show llevando maquillaje y medias de rejilla. Casi todos los personajes de la película aparecen en pantalla llevando medias de rejilla. Cuando los virginales recién casados Brad y Janet reaparecen llevando corsé y medias de rejilla, es un símbolo inequívoco de su despertar sexual. Pero el contexto está alejado del mundo heteronormativo de las pin-ups: Brad y Janet se entregan a una orgía anárquica en la que las medias de rejilla parecen más accesorios hilarantes de una era de sexualidad que ya quedó atrás que algo realmente atrevido.

La diseñadora de vestuario de la película, Sue Blane, ha sugerido que las medias de rejilla desgarradas, la brillantina y el cabello coloreado de la producción influyeron directamente en la estética del punk. Nancy Spungen (antigua stripper y dominatrix) llevó medias de rejilla rotas durante toda su relación con Sid Vicious a mediados de la década de 1970. Más tarde, la heroína post-punk Siouxsie Sioux complementó el look con guantes y bodys también de rejilla. Las medias de rejilla desgarradas de ambas mujeres son un rechazo simbólico a la feminidad clásica del ama de casa.

Durante recientes semanas de la moda, las medias de rejilla han vuelto a la pasarela. En 2015, Proenza Schouler mostró una nueva raza de medias de rejilla gruesas y casi futuristas bajo abrigos y vestidos que llegaban hasta la altura del tobillo. Y esta temporada pasada, diseñadores tan diversos como Lanvin, Jason Wu y Junya Watanabe presentaron variaciones sobre el tema. Resulta interesante que todas las medias de rejilla asomaban por debajo de largos y amplios dobladillos.

Vanessa Friedman, crítica jefe de moda de The New York Times, declaró recientemente que la tendencia de moda que define a nuestra generación es el deseo de cubrirnos. Pero lo que encontraba más interesante era la gran variedad de explicaciones para este hecho que recibía por parte de los expertos de la industria: "Algunos mencionaron los realities. Otros a las celebridades y todos los cuerpos que se muestran… Y otros a la siguiente ola del feminismo".

Ahora veo medias de rejilla todos los días en el metro, en la calle y en Instagram. Pero casi siempre bajo pantalones, por lo que solo se ve una estrecha franja de tobillo. Quizá ahora entendemos mejor que no hay fronteras entre las marimachos y las jóvenes sexualmente intrigantes.

Publicado originalmente en VICE.com