El régimen de Nicolás Maduro confirmó la muerte de dos soldados de la Fuerza Armada de Venezuela que combaten contra la disidencia de las FARC

El régimen de Nicolás Maduro confirmó este jueves que dos soldados murieron y otros nueve quedaron heridos durante los combates contra la disidencia de las FARC en la frontera con Colombia.

“Con insondable dolor informamos que fallecieron en combate el Sargento Primero Andriel Istúriz Sojo, plaza de la 8va. Brigada de Comandos de Mar, y el Sargento Segundo Jesús Alexander Vásquez Pérez, plaza del 931 Batallón de Infantería Reforzado “Santiago Mariño””, dijo el comunicado firmado por el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.

Según el ejército, las muertes fueron “producto de la detonación de una mina” activada por los grupos guerrilleros a una patrulla que operaba en el sector El Ripial del municipio José Antonio Páez, en el estado de Apure.

El régimen chavista dijo que el episodio “corrobora la cobardía, alevosía y vileza de estas organizaciones criminales” y volvió a acusar al gobierno colombiano de avalar las acciones de grupos que “pretendían ocupar ilegalmente sectores del espacio geográfico venezolano para desarrollar sus actividades delictivas”.

Por otra parte, el ejército dijo que la operación contra los grupos guerrilleros -llamada “Escudo Bolivariano 2021”- dejó un balance de “nueve terroristas neutralizados, treinta y un detenidos, una ciudadana que será presentada en las próximas horas ante el Tribunal militar, seis artefactos explosivos desactivados en distintos ejes carreteros de la zona, nueve campamentos destruidos incluyendo uno empleado para el procesamiento de pasta de cocaína, y nuevos decomisos de armas, visores nocturnos, equipos de comunicación y computación, así como precursores químicos”.

“Continuaremos empleando todas nuestras capacidades combativas hasta cuando sea necesario para neutralizar a estos delincuentes, estén donde estén, pues no cederemos ni un milímetro del territorio sagrado de la Patria a sus bastardos intereses”, finaliza el comunicado.

El texto no hace referencia explícita a disidentes de la disuelta guerrilla de las FARC. El régimen sigue sin admitir la posibilidad de que puedan ser responsables de enfrentamientos con militares y ataques a blancos civiles en la frontera, como sí lo han hecho el gobierno colombiano, medios de comunicación de ambos países y organizaciones defensoras de derechos humanos desde el inicio de los sucesos en La Victoria.

El sábado, Vladimir Padrino también había eludido etiquetarlos como ex combatientes de las FARC: “[En Colombia] tienen grupos guerrilleros, grupos estructurados de delincuencia organizada, tienen paramilitares, tienen disidentes, residuales, pero eso es un problema de ellos”.

Oenegés han dado eco a denuncias sobre el presunto ajusticiamiento de cinco campesinos, que posteriormente habrían sido hechos pasar por guerrilleros. La Fiscalía dijo haber abierto una investigación al respecto.

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