Mara Tekach: “Cuba maneja a Venezuela como una colonia, tienen una relación parasitaria”

La coordinadora de asuntos cubanos del Departamento de Estado de Estados Unidos también exhortó a la comunidad internacional a evitar que el régimen castrista obtenga una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

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La ex encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en Cuba y actual coordinadora de asuntos cubanos del Departamento de Estado, Mara Tekach (Foto: AP)
La ex encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en Cuba y actual coordinadora de asuntos cubanos del Departamento de Estado, Mara Tekach (Foto: AP)

Cuba maneja a Venezuela como una colonia”. De esa manera definió a la relación entre los regímenes caribeños Mara Tekach, ex encargada de negocios de la embajada de los Estados Unidos en Cuba y actual coordinadora de asuntos de ese país en el Departamento de Estado.

“Han desarrollado una relación parasitaria. Cuba está chupando recursos de Venezuela. Petróleo, comida, medicinas. Y estos benefician al régimen, nunca al pueblo cubano”, agregó la funcionaria en una conferencia telefónica este viernes, de la que participó Infobae.

A lo largo del intercambio, Tekach proveyó una descripción de primera mano de las prácticas del régimen castrista en la isla, detalló el alcance de la interrelación con la dictadura de Nicolás Maduro, y destacó la necesidad de que Cuba no obtenga una banca en el próximo período del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para el que ya se ha postulado.

Tekach indicó que dejó su posición en La Habana el último día de julio. Antes de irse, indicó, entregó a las autoridades una nota diplomática en la que manifestó la queja del país norteamericano por el estado de los derechos humanos en el país.

“El régimen vende una imagen romántica de Cuba. Pero mientras sus líderes disfrutan de yates y relojes caros, el pubelo hace fila por horas para tratar de conseguir comida y medicinas. Cualquier país del mundo puede enviar suministros a la isla, pero estos nunca llegan al pueblo”, expresó.

Para fundamentar su descripción, remarcó también la ausencia de libertad de expresión: “Si alguien quiere hablar de manera independiente, si quiere ir a la calle, no puede. Sin importar el tema. Agreden a las familias, las amenazan. Todo nace desde este mecanismo que previene cualquier posibilidad de hacerlo”.

Tekach aseguró que estas prácticas son la piedra basal que le ha permitido a Cuba “exportarlas a otros países”. En concreto, a Venezuela. Indicó que esta “relación parasitaria” ha jugado un rol trascendental en el colapso económico del régimen de Maduro. Y aseguró que esta erosión ahora se ha vuelto contraproducente dada la ausencia de recursos que absorber. “Ahora Cuba está pagando el precio”, expresó.

Los líderes de los regímenes cubano y venezolano, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro, respectivamente (Foto: Ramón Espinosa/ vía Reuters)
Los líderes de los regímenes cubano y venezolano, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro, respectivamente (Foto: Ramón Espinosa/ vía Reuters)

No obstante, la funcionaria remarcó que la relación trasciende el plano económico. “También hay cooperación en el campo de la desinformación y en el ejercicio de políticas multilaterales”, dijo. Y sentenció: “Cuba ha creado un problema regional colosal con lo que ha hecho en Venezuela”.

En otro pasaje de la conferencia, Tekach llamó a evitar que Cuba obtenga una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. “Cuba es un régimen que en vez de tener membresía en el Consejo merecería ser censurado. Las violaciones de derechos humanos en la isla son absolutas. No permiten un solo pensamiento independiente”, aseguró al respecto.

Cuba, que integró el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2014-2016 y en 2017-2019, ya presentó su candidatura para ocupar una de las vacantes regionales en el periodo 2021-2023, según anunció en febrero el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

El Consejo con sede en Ginebra fue creado en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos y está formado por 47 estados miembro elegidos por mayoría absoluta en la Asamblea General a través de votación directa y secreta.

Los asientos se distribuyen de manera geográfica y se adjudican por un período de tres años. Los miembros no son elegibles para reelección inmediata después de servir dos mandatos consecutivos. En 2021, tres de las bancas que corresponden a América Latina -las de México, Chile y Perú- deben renovarse. Y Cuba busca obtener una de ellas.

En la misma línea se había pronunciado el jueves el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien aseguró que la posibilidad de que el país pudiera obtener la banca en primer lugar resultaba “indignante”.

“Cuba es una dictadura brutal que trafica a sus propios médicos con el pretexto de misiones humanitarias”, dijo el funcionario en diálogo con la prensa. “Ningún país debería votar a Cuba en el Consejo”, afirmó.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo (Foto: Departamento de Estado)
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo (Foto: Departamento de Estado)

El régimen venezolano cuenta actualmente con un asiento en el Consejo para el período 2019-2022. Lo obtuvo luego de conseguir el respaldo de 105 de los 193 miembros de la ONU.

Su presencia es materia de controversia constante, considerando que la misma Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha publicado sucesivos reportes denunciando detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones. El último de ellos, que tuvo lugar el 2 de julio de este año, documenta la presunta ejecución de 38 jóvenes a manos de las fuerzas de seguridad chavistas.

Para finalizar, Tekach se refirió a las misiones de médicos que el régimen envía al extranjero -las cuales aumentaron en número en el marco de la pandemia del nuevo coronavirus- y remarcó que “no representan asistencia humanitaria, sino un negocio.

Hasta el 90 por ciento de los salarios de los médicos que participan en ellas van a las Fuerzas Armadas. Les sacan los pasaportes y amenazan a sus familias. Es una situación de trata”, expresó.

La situación a la que Tekach hizo referencia fue descrita de manera exhaustiva en una reciente reporte de Human Rights Watch, publicado el 23 de julio. En él, la ONG denunció que el régimen “impone normas draconianas a los médicos en misiones sanitarias que vulneran sus derechos fundamentales”.

Desde marzo, recordó la ONG, Cuba envió cerca de 1.500 profesionales médicos a distintos países para colaborar con la lucha contra la pandemia. Estos profesionales se sumaron a los aproximadamente 30.000 trabajadores de la salud cubanos que ya se encontraban en el extranjero. Las reglamentaciones oficiales establecen que los trabajadores pueden recibir sanciones disciplinarias si entablan “amistad” con personas que tengan “opiniones hostiles o contrarias a las de la revolución cubana”. Los trabajadores sanitarios también pueden ser sancionados si “abandonan” su trabajo.

En consecuencia, la organización pidió a los Gobiernos que solicitan asistencia de estos trabajadores de la salud que “exijan a las autoridades cubanas que reformen las leyes y reglamentos aplicables que vulneran, entre otros, los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación y el libre movimiento”.

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