Uno de los líderes del levantamiento del 4F reveló que rompió con Hugo Chávez cuando apoyó a la guerrilla colombiana

Se trata del Mayor Carlos Luciano Guyón Celis, quien analizó la crítica situación del Ejército venezolano: “Tenemos oficiales trabajando de taxistas después de las horas de trabajo para poder medio mantener a la familia”, expresó

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El Mayor Carlos Guyon Celis

Se autoidentifica sin complejos “lamentablemente una de las cabezas del 4 de Febrero”, dice el Mayor (Ej) Carlos Luciano Guyón Celis, alférez auxiliar de la promoción Pedro Camejo 1981. “Hay un mundo militar a quien he oído murmurando que a este país lo tiene destruido un poco de sinvergüenzas y que hay unos generales que se han enriquecido, olvidándose que fueron subtenientes, tenientes, capitanes y que a esos niveles están pasando necesidad”.

Está dedicado a la jardinería, al paisajismo, al mantenimiento de cualquier área de una casa. Dice que “tenemos oficiales trabajando de taxistas, después de las horas de trabajo, para poder medio mantener a la familia”.

Le envía un mensaje a Juan Guaidó. “Póngase de acuerdo con los demás sectores del país. Solo nadie hace nada. Aquí para recuperar la democracia y las libertades tiene que haber una combinación y esfuerzo de toda la sociedad venezolana”, dice enfatizando que el problema político no es de los partidos, es del país.

Su ruptura con el chavismo ocurre a principios del Gobierno de Hugo Chávez. “Fue en noviembre del año 99, siendo aún senador de la República. Me llegó una denuncia a la Comisión de Defensa de que el presidente Chávez le había mandado 300 mil dólares a la guerrilla colombiana, denuncia que también le llegó al comandante Jesús Urdaneta, entonces director de la DISIP (hoy SEBIN). Se la llevé al entonces Ministro de la Defensa GD (Ej) Raúl Salazar Rodríguez y así lo dije en una rueda de prensa, pero él no hizo absolutamente nada”.

Guyón Celis se fue al palacio de Miraflores para hablar con el Presidente de la República. “Ahí me conseguí coincidencialmente con Urdaneta, quien iba a hablar con Chávez de esa misma denuncia. Él me dice que va a entrar solo para conversar de comandante a comandante. A los 10 o 15 minutos salió botando espuma por la boca, porque dijo que Chávez le manifestó que eso iba a ser así y que si le gustaba nos quedásemos y si no que nos fuéramos. Y ese mismo día ambos nos fuimos de lo que era el movimiento político. Acompañé a Chávez hasta la elección de la Constituyente”.

-¿Cuándo fue la última vez que habló con Chávez?

-En el año 2002 nos saludamos en la Brigada de Paracaidismo, cuando a mi esposa le entregaron una estatuilla del paracaidista, porque ella es pionera de las mujeres en el paracaidismo militar. Él me fue a abrazar y yo no lo acepté, porque no me abrazo con quien no comparto sentimiento sincero de cariño, familia o amistad. En esa época Raúl Baduel era el comandante de la Brigada y Lucas Rincón era comandante del Ejército.

Carlos Guyon Celis
Carlos Guyon Celis

-¿No hubo acercamiento?

-En el año 2005 se graduó de bachiller la menor de mis hijas y en la fiesta de graduación estaba El Babo, así le decimos al general Canelones Guevara, quien era edecán de Chávez y quien me dijo que su comandante quería que fuera a Miraflores a hablar con él. Le dije que yo iba solo si él me iba a decir que retomaría la propuesta de la agenda alternativa bolivariana Canelones me dice que yo era muy radical, que depusiera actitudes. Pero mi radicalismo es porque soy un hombre de honor y cuando damos una palabra la empeñamos y no hay marcha atrás así esa palabra nos cause perjuicios al día siguiente.

-¿Cuál fue esa palabra?

-Nosotros nos comprometimos a recuperar al país, a acabar con la delincuencia, a quitar el burocratismo, a bajar el número de ministerios, a invertir en agua abajo en el Orinoco con el dinero de Petróleos de Venezuela, a acabar con la cantidad de escoltas de los ministros y la familia de los ministros de aquel momento de AD y COPEI.

-¿Hoy podemos decir que eso se acabó?

-Las cosas por las cuales nosotros insurgimos hoy están peores, recrudecidas y con un ingrediente dañino que es la intromisión de la bota cubana en suelo venezolano, dominando la geopolítica nacional.

-¿En esos planes de lo que fue el 4F no estaba la relación con Cuba?

-Yo la desconocía. Si lo hubiese conocido, no lo acompaño. No es que sea anticomunista, pero no acepto que los comunistas vengan a imponernos sus verdades y además a querer destruir, porque lo grave es la destrucción. Si llegan a través de las elecciones como Lula Da Silva o Michelle Bachelet y hacen un trabajo social de convencimiento de que la ideología es buena, pues bienvenida.

Pero no como lo quieren hacer (en Venezuela), a través de un Gobierno de delincuentes, de bandas armadas, desadaptados sociales. Eso lo repudió y lo enfrentó hasta que tenga respiración en mi cuerpo. Si Carlos Guyón se hubiese quedado callado fuera ministro de algo o gobernador, pero yo con delincuentes no ando.

-Me llama la atención esa relación de Chávez con la guerrilla en el 99. ¿Cree que ese camino que tomó Chávez tuvo que ver con la influencia de Fidel Castro?

-No tengo la menor duda de eso, En el año 96 o 97 me llama el coronel Luis Alfonso Dávila para pedirme que le recoja a Chávez 350 mil bolívares, que era entonces lo que podía costar un carro, y que era para pagar una deuda que tenía con el celular. Yo tenía una finca en El Sombrero y capacidad económica, por lo cual le organicé un almuerzo y le conseguí Bs. 495 mil que le entregué en la casa de mis padres. Después me entero de que ese gasto de teléfono era para Chávez llamar a Fidel Castro, con quien agarró un encompinchamiento. Presumo, porque con Fidel Castro nunca me reuní porque no me reúno con delincuentes, que le dijo: “Hugo, tengo aquí ya 50 años de presidente y bueno tú puedes ser presidente, pero tú tienes el petróleo, vamos a echarle pichón juntos y a apropiarnos de Latinoamérica”.

Hugo Chávez (Shutterstock)
Hugo Chávez (Shutterstock)

-¿Qué le dicen esos compañeros con los cuales compartió el 4F?

-Critican en silencio. Que hubo un engolosinamiento o enamoramiento con las propuestas de Fidel Castro y se enroló Hugo Chávez en ese grupo de delincuentes internacionales que se llama el Foro de Sao Paulo.

-¿Qué quiere decir cuando habla de que los militares deben reflexionar con lo que ocurre en el país?

-No se trata de dar un golpe de Estado, ni de destruir más el país, se trata de poner en cintura a quien está en Miraflores, decirle que ya basta y establecer lo que dice la Constitución y enarbolar las banderas de la democracia.

-¿Cómo fue eso que Chávez le quitó sus propiedades?

-Para el 2007 yo organicé en Aragua y Carabobo lo que llamaron “las guarimbas”. El 27 de noviembre 2007 fuimos a la calle como 18 municipios para la consulta de los universitarios. Me metieron durante 33 días en la cárcel; me liberan el 01 de enero 2008 con mi esposa muy grave en un centro hospitalario. Después de eso seguí recorriendo el país. El 4 de febrero 2008 me ametrallaron una camioneta en Barinas y me metieron preso. En el 2010 supongo que Chávez le preguntó a sus adulantes de qué vivía yo y le dijeron que de una finquita, que estaba a nombre de mi esposa que está en silla de ruedas desde hace 30 años. Ordenó que me la quitaran y así lo hicieron.

-¿Con qué argumento?

-Sin argumento válido. Lo absurdo es que eso fue un día jueves y el domingo dijo en el Aló Presidente: “vamos a apoyar a los discapacitados de Venezuela”. Le hace daño a una discapacitada el jueves y el domingo dice que apoyará a los discapacitados. Así era de farsante. Además, mi esposa fue compañera de trabajo de Chávez en la Academia Militar. Cada vez que él llegaba aquí a la casa, así yo no estuviera, ella lo atendía como a un miembro de la familia. Ese era Chávez. Hacerle daño a una discapacitada que te apoyó durante muchos años cuando no eras nadie, cuando andabas por ahí pasando trabajos.

-¿Cómo ve hoy la Fuerza Armada en comparación con esa en la cual se prepararon e insurgieron?

-Hoy la Fuerza Armada está completamente inoperativa. Déjeme demostrarle eso, pasando frente a la Casa de la Moneda, donde están los paracaidistas, que era la brigada elite de nuestro país, que era motivo de orgullo y reconocida en Latino América como la mejor. Hoy esas instalaciones están destruidas. Pasaron la Brigada dizque para Palo Negro a la Base Aérea Libertador, pero la cantidad de dinero, horas hombre, de valores y principios sembrados en el hombre de corazón púrpura, no rojo como estos delincuentes. Ahora tu ves a los paracaidistas y te sale un soldado con una retahíla de cosas de que si es chavista, imperialista y otras estupideces. Y casi no hay tropa. La Fuerza Armada está inoperante y eso lo digo con tristeza porque yo amo a la Fuerza Armada.

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