¿Hemos subestimado a Kate Hudson?

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Este artículo contiene detalles que podrían arruinar la trama.

Es una obrera amputada de mediana edad que hace de corista en un grupo kitsch de versiones de Neil Diamond. "No quiero ser peluquera", dice con un marcado acento de Wisconsin. "Quiero cantar y bailar".

No es exactamente un papel que grite "Oscar". A primera vista, parece más bien un cebo para los Razzie.

Pero la actriz adecuada en el papel adecuado: tal y como lo interpreta Kate Hudson en la comedia dramática biográfica y musical Song Sung Blue, que llega a los cines estadounidenses el día de Navidad, el personaje, Claire, trasciende los atributos de una "película de la semana", hasta el punto de que Hudson podría entrar en la contienda a la mejor actriz en los Premios de la Academia. Ya ha sido nominada al Globo de Oro por su interpretación. Gracias al boca a boca, y no a la cháchara orquestada por los publicistas que a menudo impulsa el consenso en la temporada de premios, los expertos de Hollywood dicen que es el mejor trabajo de su carrera.

"Hay actuaciones que nos recuerdan lo que ya sabemos", escribió en una columna Clayton Davis, redactor jefe de premios de Variety, "y también hay actuaciones que destrozan por completo nuestras suposiciones y nos obligan a tener en cuenta un talento que, de alguna manera, habíamos estado subestimando".

Un talento encasillado es más preciso.

En 2001, cuando tenía 22 años, Hudson era favorita para ganar el Oscar a la mejor actriz de reparto por su estratificada interpretación de la musa del rock and roll Penny Lane en Casi famosos. Perdió ante Marcia Gay Harden (Pollock). Hudson se convirtió entonces en la reina de las comedias románticas, protagonizando la fundamental Cómo perder a un hombre en 10 días, con Matthew McConaughey, y la decididamente no fundamental Tres son multitud , con Owen Wilson y Matt Dillon.

En los años transcurridos desde entonces, Hudson ha sido en gran medida papel pintado cinematográfico, y ha aparecido periódicamente en comedias románticas de calidad desigual. Intentó mostrar diferentes facetas de sí misma apareciendo en el musical de 2009 Nine e interpretando a una mujer de la alta sociedad que acusa a su chófer negro de violación en el drama indie sobre derechos civiles de 2017 Marshall. En 2022, recibió críticas positivas por su papel de magnate narcisista de la moda en Glass Onion. Un misterio de Knives Out.

Pero los estudios siguieron empujando a Hudson de vuelta a la senda de las comedias románticas.

"Cada vez que intentaba dar un giro, la industria seguía viéndome de una determinada manera", dijo Hudson en una reciente entrevista en video. "Así es como funciona el pueblo: cómo te etiquetan. No siempre te tienen en cuenta para cosas que sabes que puedes hacer".

Al principio, ocurrió lo mismo con Song Sung Blue.

El agente de Hudson le envió el guion de Craig Brewer en 2023. Basada en un documental del mismo nombre, Song Sung Blue es la agridulce historia de una pareja de mediana edad, Mike y Claire Sardina, y su afán por entretener. Locamente enamorados, montan una banda tributo a Neil Diamond en Milwaukee en la década de 1990. Mike, con la camisa desabrochada hasta el ombligo (obviamente), entona himnos envueltos en pedrería como "Sweet Caroline" y "Forever in Blue Jeans". Claire toca el teclado y canta como corista mientras sonríe embelesada y luce una gran melena (después de todo, es una exesteticista).

Se hacen llamar Lightning & Thunder ('rayo' y 'trueno'). Al final, los Sardina sufren reveses personales, como la pérdida parcial de la pierna de ella en un extraño accidente, que la lleva a la depresión y a la dependencia de los analgésicos.

"Lo leí y me encantó", dijo Hudson. "Tenía ese aire de película que complace a las multitudes de la vieja guardia, en el que crees que va en una dirección y luego te desgarra el corazón. Te entretiene y luego te conmueve".

Brewer, quien también dirigió Song Sung Blue, se interesó por Hudson. Habían hablado de trabajar juntos en el pasado. "Tiene esa maravillosa accesibilidad que se traslada a la pantalla: el público la quiere como a una más", dijo Brewer. "Siempre he pensado que había en ella una película dramática en la que podría seguir tocando esa accesibilidad, pero mostrándole a la gente su rango real".

Sin embargo, otras actrices también perseguían el papel. "No es que Kate encabezara necesariamente la lista de todas las demás", dijo Brewer.

Entonces llegó una aparición fortuita en 2024 en CBS News Sunday Morning. Habían invitado a Hudson al programa para promocionar su debut como cantautora, algo que, según le dijo a la CBS, siempre había sido su sueño, pero que tuvo que superar sus dudas para conseguirlo. Hudson dijo que la habían disuadido de publicar un álbum. ("Eres demasiado vieja"). Y habló de escribir una canción para su hijo mayor, Ryder, quien recientemente se había ido de casa para ir a la universidad. Al contar la anécdota, Hudson rompió a llorar.

Hugh Jackman, a quien Brewer ya había dado el papel de Mike Sardina, alias Lightning, estaba mirando. Le impactó: en cierto modo, Hudson era Thunder, una madre valiente que a los 40 años decidió arriesgarse, que se negó a dejar que su pasión por cantar se convirtiera en arrepentimiento solo porque ya no era joven.

Con solo agitar una pandereta, Hudson se hizo con el papel. En palabras de Diamond, ¡los buenos tiempos nunca parecieron tan buenos!

HUDSON PUEDE ESTAR EN SUS 40, pero no es una cuarentona de Milwaukee entregada a la cerveza y las salchichas alemanas. Es la versión estrella de cine del Westside de Los Ángeles: tonificada por el yoga y alisada cosméticamente. "A veces es divertido tener una frente que no se mueve", dijo Hudson riendo.

En 2013, cuando empezaba a sentirse frustrada con sus opciones en Hollywood (y buscaba un trabajo que la mantuviera cerca de sus hijos pequeños en Los Ángeles), cofundó la línea de ropa activa Fabletics. La marca amplificó su imagen estilo "California cool", que últimamente se ha puesto de manifiesto en Una nueva jugada, una serie cómica de Netflix; Hudson interpreta a una antigua fiestera que de repente se hace con el control de un equipo de baloncesto similar a los Lakers de Los Ángeles, propiedad de su familia. (En un episodio la tachan de "nepovieja", una frase cómica que quizá funcione como chiste privado: Hudson es la hija de Goldie Hawn).

Todo ello hace que la actuación libre de vanidad de Hudson en Song Sung Blue sea bastante sorprendente. A Thunder le cuelgan pliegues de grasa por encima de las medias de control. Como la mayoría de nosotros, tiene bolsas bajo los ojos y hace tiempo que aceptó tener patas de gallo. En muchas escenas, Hudson sale sin maquillaje. Varias veces, cojea por el salón con cara de mal aliento.

"No me puse bótox durante un año", dijo Hudson. "No me hice tratamientos faciales. Ni días de spa. Y engordé 5 kilos".

A los votantes de los Oscar les encanta que las estrellas se despojen de su glamour. Demuestra compromiso artístico. Como ejemplo, McConaughey en El club de los desahuciados, Charlize Theron en Monster: Asesina en serie y una decena más.

Pero que Hudson consiga colarse en la contienda por el Oscar depende en cierto modo de si los votantes le dan una oportunidad a la propia película. La música sincera y directa de Neil Diamond puede hacer levantar las cejas de la élite intelectual. Además, Song Sung Blue trata a sus personajes de la clase obrera con dignidad, algo poco habitual en una película de Hollywood. Los Sardina viven en una casa corriente de las afueras, donde la cena de ayer, sin duda, aún flota en el aire. Ella fabrica su propia ropa. Él cambia su propio aceite. Estas cosas no se presentan como prueba de una existencia triste. Es todo lo contrario: estas personas son resistentes.

"No es una película cínica", dijo Hudson. "En algún momento, las películas empezaron a tener que ser cínicas o locamente deprimentes o difíciles de ver para ser consideradas arte".

Comparó Song Sung Blue, cuya realización le costó a Focus Features unos 30 millones de dólares, con las películas de Touchstone de las décadas de 1980 y 1990. Touchstone, propiedad de Disney y ahora en gran parte inactiva, hizo películas que tocaban fibras sensibles, como Eternamente amigas y La sociedad de los poetas muertos, y comedias dominantes con mucha mano en el montaje, como Mujer bonita y Cambio de hábito.

Brewer es conocido por Ritmo de un sueño (2005) y Dolemite (2019), que exploran el hastío de la mediana edad. Dijo que persiguió Song Sung Blue, en parte, porque Lightning y Thunder le recordaban a artistas que había encontrado a lo largo de los años en Memphis, donde vive.

"Están a un paso de ser insoportablemente cursis", dijo Brewer. "De los que te quedas pensando: 'No sé si puedo ver a este tío'. Pero luego tocan una canción de Journey y dices: 'Vaya, lo están petando'".

PARA PREPARARSE, HUDSON VIO en YouTube videos de personas con prótesis. También estudió a Claire en el documental Song Sung Blue, donde prestó especial atención a cómo se movía. "Hombros y brazos, y le encanta su pandereta", dijo Hudson.

Pero decidió no conocer a Claire Sardina, quien vive a las afueras de Milwaukee y sigue haciendo espectáculos, antes de que empezara el rodaje. "Creo que a Craig le preocupaba que me encariñara demasiado con ella", dijo Hudson. "Quería que me apoyara en mis instintos".

Las dos acabaron conociéndose cuando Sardina y su hija visitaron el plató. Que conste que Thunder aprueba su interpretación. "Kate hizo un trabajo estupendo, sobre todo en los momentos tristes, que yo también he vivido", dijo Sardina en una videollamada. "Se me saltaron las lágrimas muchas veces mientras la veía. Teníamos una caja de pañuelos y casi todos se habían acabado". (¿Qué le pareció que Hudson consiguiera el papel? "Acababa de despertarme de una siesta cuando me enteré, y pensé que seguía soñando", dijo).

En general, los habitantes de Wisconsin no se disculpan por su tono cantarín al hablar, y Thunder no es la excepción. Para sorpresa de Brewer, Hudson lo consiguió imitar a la primera.

"De repente, le salió ese acento, y yo dije: '¿Qué demonios es eso?'", dijo.

Hudson explicó que creció con una niñera, Kathy Heller, quien era una orgullosa oriunda de Milwaukee. A finales de la década de 1990, Heller se convirtió en ayudante de Hudson, y solo el año pasado se jubiló y volvió al estado del tejón.

"Le pregunté a Craig: '¿Puedo apoyarme en esto? ¿Me van a dejar poner un acento tan marcado?'", recordó Hudson.

Él respondió con entusiasmo. De vez en cuando, sin embargo, Brewer la moderaba.

Se rió al contar lo que Brewer le decía en el plató cuando las cosas empezaban a inclinarse hacia el falso documental: "Quizá deberías quitarle un poco de mantequilla a ese pan tostado".

Brooks Barnes escribe sobre todos los aspectos de Hollywood. Forma parte del Times desde 2007 y anteriormente trabajaba en The Wall Street Journal.