Se buscan trabajadores de 'cuello nuevo'

The New York Times: Edición Español

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/no͞o kŏl-ər/

Un nuevo tipo de empleo que requiere habilidades especializadas, pero no necesariamente un título universitario, y que es cada vez más importante en campos emergentes de alta tecnología como la inteligencia artificial y la ciberseguridad.

Háganse un lado, trabajadores de cuello azul. Y también los de cuello blanco, rosa y verde.

Ha llegado un nuevo tipo de trabajador.

Los empleos de "cuello nuevo" son aquellos que requieren habilidades avanzadas, pero no necesariamente estudios avanzados, en especial en campos emergentes de alta tecnología como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, los vehículos eléctricos y la robótica.

Existe el temor real de que en los próximos años la tecnología (en especial la inteligencia artificial) les quitará empleos a los trabajadores. Pero los optimistas de los empleos de "cuello nuevo" (incluidos los de las empresas que buscan contratarlos) ven las cosas de forma más positiva: también habrá oportunidades reales para los trabajadores calificados que sepan manejar las máquinas.

"Alguien tiene que programar, supervisar y dar mantenimiento a esos robots", afirmó Sarah Boisvert, fundadora de New Collar Network, un programa nacional de capacitación para los trabajadores con sede en Nuevo México.

Aunque en los próximos años se creen millones de puestos de trabajo de alta tecnología, la afectación para los trabajadores que pierdan su empleo puede ser importante. Para los muchos estadounidenses que carecen de títulos universitarios de cuatro años (más de la mitad de los adultos, según datos del censo), el nuevo mercado laboral exigirá capacitación.

A Ginni Rometty, ex directora ejecutiva de IBM, se le atribuye la invención del término "cuello nuevo" en 2016. Ella recuerda que, en aquel entonces, IBM tenía problemas para cubrir puestos de ciberseguridad, en parte porque los criterios anticuados exigían que los candidatos tuvieran títulos universitarios.

"Debido a que exigíamos demasiadas credenciales para esos trabajos cibernéticos, estábamos pasando por alto a todo un grupo de candidatos calificados y disponibles", escribió en un correo electrónico. "A menos que millones de personas se capaciten en las habilidades que los empleadores necesitan ahora", añadió, "correrán el riesgo de quedarse sin empleo aunque no se cubran millones de puestos de trabajo bien remunerados".

Muchos empleadores parecen haber recibido el mensaje. Los responsables de contratación utilizan cada vez más filtros basados en competencias en LinkedIn para encontrar candidatos, según un portavoz de LinkedIn, que añadió que 155 millones de los más de 930 millones de usuarios de la plataforma son trabajadores sin título universitario.

"Tener un término conciso que ayude a las empresas a entusiasmarse por hacer algo innovador es útil", afirmó Colleen Ammerman, directora de la Iniciativa sobre Raza, Género y Equidad de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. Señaló como ejemplo el sector de los autos eléctricos, que requerirá muchos trabajadores especializados (en el pasado, estos empleos se consideraban "de cuello verde").

En 2017, 2019 y 2021, la Cámara de Representantes presentó, pero no logró aprobar, versiones de la Ley de empleos de cuello nuevo, con la intención de promover empleos y capacitación en campos que incluyen la ciberseguridad.

"Es genial que haya modelos alternativos a la universidad de cuatro años", comentó Christopher Cox, un investigador que ha escrito sobre la economía de cuello nuevo. Pero añadió que "cuello nuevo" también podría ser un término inteligente para restar importancia a las ansiedades de los trabajadores, presentando el cambiante mercado laboral y los emprendimientos de las empresas tecnológicas como algo más utópico, menos "Terminator".

Los empleos de "cuello nuevo", que requieren habilidades avanzadas, pero no necesariamente estudios avanzados, están en auge en campos emergentes como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, los vehículos eléctricos y la robótica. (Luci Gutiérrez/The New York Times)