Robots sexuales usadas se venden como pan caliente

Las muñecas son recompradas, restauradas y puestas a la venta para una segunda vida útil

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(Foto: Instagram/galmatohaven)
(Foto: Instagram/galmatohaven)

Un juguete sexual podría parecer algo personal e intransferible, sin embargo, parece que a muchos no les importa que hayan sido usados mientras se ahorren unos dólares, sobre todo cuando se trata de robots sexuales.

En la página especializada en el ramo Galmato Haven, se venden algunas muñecas “pre amadas” a costos más asequibles. Este último punto ha hecho que sean compradas tan pronto como son puestas en venta.

Se encuentran en la sección de “Certificado de pre uso”, que quiere decir que las muñecas fueron compradas y restauradas para una segunda vida util. Si bien hay unas de cuerpo completo, también se pueden comprar piezas como rostros y torsos.

Por más espeluznante que pueda parecer, la plataforma también ofrece servicios de ‘spa day’ en el que reparan a muñecas ‘viejas’ de lesiones menores y mayores, “desde muescas y pinchazos hasta extremidades rotas”.

Las muñecas usadas se venden en sitios especializados  (Foto: Captura de pantalla)
Las muñecas usadas se venden en sitios especializados (Foto: Captura de pantalla)

El sitio añade que en el sitio que: “Su maquillaje, uñas y coloración corporal serán restaurados; y sus articulaciones serán tensadas.

“Será tratada como la princesa que es y volverá a casa contigo recién maquillada, rejuvenecida y lista para hacerte sentir como el día que llegó por primera vez”.

Los precios de las usadas van desde unos cientos hasta unos miles de dólares, según su estado, modelo y año en que fueron facturadas. Cada una viene con su descripción, así que se puede leer que algunas están: “Sin lágrimas ni manchas; con cejas de pelo real”.

De acuerdo con The Sun, durante la pandemia los juguetes sexuales, incluidas las muñecas, tuvieron un buen auge en ventas.

Catálogo de muñecas usadas vendidas (Foto: Captura de pantalla)
Catálogo de muñecas usadas vendidas (Foto: Captura de pantalla)

Cabe recordar que la industria sexual se ha diversificado con la tecnología y algunos robots están pensados no solo para dar placer, pues también son capaces de hablar y hasta “sentir” orgasmos.

Por ejemplo, la compañía Synthea Amatus, fundada por el ingeniero catalán Sergi Santos, creó a Samantha, un robot equipado por inteligencia artificial que cuesta unos 3 mil 900 dólares.

Esta robot puede sostener conversaciones con su comprador; cuenta con sensores en distintas partes del cuerpo. Cada vez que se ejerce una leve presión en alguno de esos puntos, la muñeca responde con gemidos y expresiones de placer.

Abyss Creations es una empresa estadounidense conocida por generar muñecos y muñecas sexuales de silicona que son hiperrealistas (Real Dolls). Harmony, un sistema de inteligencia artificial que se puede manejar a través de una app, es una de su creaciones más destacadas.

Samantha, el robot sexual creado por Synthea (Foto: Archivo)
Samantha, el robot sexual creado por Synthea (Foto: Archivo)

Este sistema es el cerebro que habita dentro de una cabeza robótica que tiene diferentes personalidades, interactúa con el usuario y hasta se le puede cambiar el rostro por medio de diferentes máscaras que se adhieren por medio de imanes.

<a href="https://www.infobae.com/america/peru/2022/01/07/el-hombre-australiano-que-encontro-el-amor-con-una-mujer-robot-y-que-planea-casarse/" target="_blank"><b>Hombre planea boda con robot sexual</b></a>

Geoff Gallagher, un hombre de Australia se volvió noticia mundial tras haber tomado una decisión particular: casarse con una mujer robot, a quien llama Emma.

“Aunque no estamos legalmente casados, pienso en Emma como mi ‘esposa robot’”, aseveró Gallagher a 7News. Él ya puso un anillo sobre el dedo del robot. “Lleva un diamante en su dedo anular y lo considero un anillo de compromiso. Me encantaría ser la primera persona en Australia en casarse con un robot”, dijo Gallagher.

De acuerdo con 7News, todo ocurrió cuando falleció su madre hace diez años. Fue en esos momentos de tristeza que nunca pudo encontrar “el amor de una mujer”, y se quedó solo con Penny, su perro. El giro se daría dos años después del fallecimiento.

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