Los Soldati y el rey emérito Juan Carlos: una amistad de 60 años, entre asados argentinos y encuentros en La Zarzuela

Los hermanos Francisco, Alejandro y Santiago Soldati lo conocieron en Laussane, Suiza, mientras ellos cursaban sus estudios universitarios y Juan Carlos vivía con su abuela exiliada. A lo largo de 6 décadas, ambas familias consolidaron un vínculo íntimo, con visitas frecuentes y recíprocas en ambos países, encuentros en Marivent y La Zarzuela, asados en San Miguel del Monte y vacaciones con sus hijos. "Es muy adorable y modesto. Incluso, cuando fue proclamado rey, era un muchacho más. No tenía ninguna coronita, ni se creía más que nadie", dijo Santiago Soldati en una entrevista con Infobae

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El empresario argentino, Santiago Soldati, saluda a su amigo, el rey Juan Carlos I
El empresario argentino, Santiago Soldati, saluda a su amigo, el rey Juan Carlos I

En medio del escándalo que hoy sacude a la Casa Real de España y aunque por estas horas no se sabe con precisión en qué lugar fijará su nueva residencia el rey emérito Juan Carlos I, amigos de todas partes del mundo salieron a darle su apoyo, lo describieron como una persona muy sencilla, divertida y simpática; y contaron cómo era Juan Carlos de Borbón puertas adentro del Palacio Real y en su vida fuera del protocolo.

Hace seis décadas que la familia Soldati mantiene una estrecha e inquebrantable relación con el rey Juan Carlos y su familia. Los hermanos Francisco, Alejandro y Santiago Soldati son los amigos argentinos más cercanos, con los que el monarca nunca ha dejado de verse desde su juventud. Pero, ¿cómo se conocieron? Todo empezó por el mayor de los Soldati, Francisco, quien fue el primero en entablar la amistad.

“En 1959, mis hermanos Alejandro y Francisco fueron a estudiar a la Universidad de Lausanne, en Suiza. Yo me uní a ellos apenas un año después, para estudiar ciencias económicas”, le cuenta Santiago Soldati a Infobae, mientras pasa la cuarentena en su campo La Elina, ubicado en San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires. Justamente, por estar lejos de su casa, se disculpa con este medio por no poder compartir algunas de las muchas fotos que atesora con su amigo, a lo largo de tantos años de relación. Pero afortunadamente, encuentra una en su celular y que ilustra la portada de esta entrevista.

Laussane es una ciudad muy estudiantil y donde viven muchos integrantes del jet set internacional. Había muchos empresarios europeos, suecos muy ricos que se mudaban allí por temas impositivos; incluso, grandes artistas como David Niven, Audrey Hepburn, Yul Brynner, William Holden y Yul Brynner, entre otras personalidades”, recuerda. “Mis dos hermanos y yo vivíamos en la universidad, mientras que Juan Carlos estaba allí porque vivía con su abuela, que estaba exiliada en Suiza. Sus padres también vivían exiliados, pero en Portugal”.

A la derecha, el rey Juan Carlos en su juventud junto al duque de Kent (Shutterstock)
A la derecha, el rey Juan Carlos en su juventud junto al duque de Kent (Shutterstock)

Entre tantos estudiantes internacionales que vivíamos en Laussane, Francisco conoció a Juan Carlos y forjaron una gran amistad junto a mi otro hermano, Alejandro. Yo me uní más tarde, pero los tres entablamos una gran relación de muchos años y que sigue vigente hasta el día de hoy. Hace 60 años que somos amigos”, revela.

Santiago cuenta que tenía sólo 17 años, cuando conoció a quien impensadamente se convertiría en el rey de España, que en ese entonces tenía 22. Juntos, fueron a esquiar en muchas oportunidades a pistas cercanas a Laussane, ya que ambos eran fanáticos de ese deporte.

Plena juventud: el rey emérito Juan Carlos I a su llegada a España
Plena juventud: el rey emérito Juan Carlos I a su llegada a España

A través nuestro, Juan Carlos se hizo muy amigo de Juan Manuel Bordeu (el ex piloto automovilístico argentino) quien también vivió una época en Laussane. Juntos, disfrutaban de largas charlas sobre autos y salían a manejar. Después de algunos años, cuando Bordeu iba a Madrid, Juan Carlos lo buscaba y andaban juntos en autos importantes, como una Ferrari”, revela.

Pero durante su juventud, Juan Carlos no vivió mucho tiempo en Suiza, así que los hermanos Soldati lo volvieron a ver en España. En 1975, las Cortes franquistas lo proclamaron rey. “Fue muy gracioso porque cuando lo felicitamos nos dijo: ‘Me tocaron con la varita mágica'. Había dejado de ser príncipe y nunca había estado en sus planes ser rey, pero (Francisco) Franco lo hizo monarca”, afirma Santiago Soldati.

El rey Juan Carlos conoció a Juan Manuel Bordeu gracias a los hermanos Soldati. En la foto, Bordeu junto a Juan Manuel Fangio  (Archivo CORSA).
El rey Juan Carlos conoció a Juan Manuel Bordeu gracias a los hermanos Soldati. En la foto, Bordeu junto a Juan Manuel Fangio (Archivo CORSA).

“Mi hermano Francisco, que era su gran amigo, iba con su familia a visitarlo a Palma, donde la monarquía española tiene su casa de verano, el Palacio de Marivent. Junto a los hijos de ambos, compartieron muchas vacaciones. Juan Carlos es una persona muy adorable: es muy simpático y amigable. Además, es dueño de un perfil muy bajo: es muy modesto, nunca trató de hacerse el importante, ni de creerse una celebridad. Realmente, es una persona muy sencilla”, asegura.

“También, tengo una muy buena relación con su hijo, el rey Felipe. Como tiene casi la misma edad que mis sobrinos, salían todos juntos a cenar cuando aún era príncipe. Desde que se convirtió en monarca, vino a la Argentina en dos oportunidades y nosotros estuvimos en las cenas que se hicieron en su honor”.

El rey Juan Carlos y su hijo Felipe en 2011 (Shutterstock)
El rey Juan Carlos y su hijo Felipe en 2011 (Shutterstock)

Soldati cuenta que, como Juan Carlos no vivió en una Corte, a diferencia de su mujer -la reina emérita Sofía, hija del rey Pablo I de Grecia- el rey emérito es muy simple. “Después, sus tres hijos -Felipe, Cristina y Elena- nacieron en una Corte, pero hasta que Juan Carlos fue proclamado rey era un muchacho más. No tenía ninguna coronita, ni se creía más que nadie”, indica. “Sofía también es una mujer muy agradable, más formal que su marido, pero igual de simpática. Venía con él a todos lados”.

“Siempre que mis hermanos y yo estuvimos en Madrid -por trabajo o vacaciones- lo fuimos a visitar a La Zarzuela. Incluso, lo vimos cuando fueron los ex presidentes Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Cada vez que íbamos a Madrid, además de verlo en el Palacio Real, salíamos a cenar a un restaurante. Nos vimos mucho durante 60 años de amistad, cuando yo iba para España y cuando él venía para la Argentina”, explica.

Estuvo muchas veces en mi campo La Elina, en San Miguel del Monte, donde pasó días enteros disfrutando de la vida al aire libre y de un buen asado. Siempre se mantuvo como una persona más, sin buscar protagonismo por su cargo. Uno lo toma como una amistad normal: cuando uno está con Juan Carlos no está con el rey, está con un amigo. Entonces, la relación es bien estrecha pero por supuesto que, cuando estamos en algún evento público, sigo todo el protocolo para saludarlo. Claro que, cuando mi hermano o yo estamos solos con él, tenemos una relación de muy buenos amigos”, sostuvo.

Soldati vuelve a destacar la sencillez, el carisma, la amabilidad y la simpatía de Juan Carlos, quien nunca se olvidó de preguntarle por su familia. Asegura que es una persona muy alegre, que “siempre está con una sonrisa y con buena onda”. “Por otro lado, es un hombre muy responsable y no es para menos, con el cargo importantísimo que desempeñó. Siempre nos pregunta por la familia, si mi hermano no está en ese encuentro me pregunta por él. Si el que faltaba era yo, preguntaba por mí”.

Una postal familiar de los reyes de España en 1972 (Shutterstock)
Una postal familiar de los reyes de España en 1972 (Shutterstock)

Cuando se encontraba con Alejandro, a Juan Carlos les gustaba ir a almorzar o sentarse con él a tomar una copa de vino y tenían largas conversaciones. “Es simple con todo el mundo, no solo con nosotros porque somos sus amigos desde hace tantos años. Uno tiene más historia y más vida compartida con él, por eso hablamos de muchos temas, pero es una persona diez puntos”, indica.

En una de las visitas de los reyes de España a la Argentina, sucedió un imprevisto que terminó en una divertida anécdota. “Juan Carlos y Sofía estaban en Buenos Aires, y mi hermano Alejandro y su mujer los invitaron a cenar a su departamento. Lamentablemente, Francisco ya había fallecido. Llegué con mis hermanas y mi esposa, Eva. Justo antes de que empezara la comida, lo llamaron a Alejandro para avisarle que la reina no come carne: quería cenar pescado. ¡Así que hubo que salir corriendo a comprarlo especialmente! (risas) Fuimos urgente al mercado de la vuelta de casa y lo conseguimos. Pasamos una noche muy familiar, muy linda”, recuerda.

Santiago Soldati y su mujer, Eva Thesleff de Soldati
Santiago Soldati y su mujer, Eva Thesleff de Soldati

Pero Santiago no sólo es amigo de los reyes eméritos y se vincula con el rey Felipe: también, mantiene una estrecha amistad con la Infanta Elena que lleva larga data. “Cuando se casó, vino a trabajar a Buenos Aires por unos meses y llegó con su marido, Jaime de Marichalar (de quien se divorció en 2009). Elena y Jaime vinieron a nuestro campo y anduvieron a caballo. Con ella, isempre hablo por WhatsApp. La última vez fue la semana pasada, con todo este asunto de Juan Carlos. Le dije que cuentan con todo mi apoyo”, reveló.

La última vez que estuvo con el rey emérito fue en julio del año pasado, cuando fue a visitarlo a su oficina de La Zarzuela, como todas las veces que estuvo en Madrid.

En medio de las aguas turbulentas por las que transita hoy el rey Juan Carlos, Infobae le preguntó a Santiago Soldati qué le diría en estos momentos si pudiera conversar con él. “No le daría ningún consejo. Me encantaría poder ir a visitarlo, como siempre que estuve en Madrid. No iría a verlo a un lugar específico, porque más que él esté ahí por la razón que fuere. Pero, si estuviera en un lugar donde -por ejemplo- yo fuera a veranear, por supuesto que lo iría a visitar. Mi amistad con Juan Carlos viene de hace muchísimos años y no tiene nada que ver con lo que le está pasando ahora. Esta amistad existe desde nuestra juventud y tiene, nada menos, que 60 años”, finalizó.

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