El ejército israelí lanzó este domingo una serie de ataques aéreos contra objetivos de Hezbollah en el sur de Líbano, después de interceptar varios proyectiles disparados desde ese país.
La Fuerza Aérea israelí atacó estructuras militares en las áreas de Aitaroun, Maroun El Ras y Yaroun, en una respuesta contundente a los ataques transfronterizos lanzados por el grupo terrorista, que ha intensificado su ofensiva en apoyo a Hamas desde el 7 de octubre.
Hezbollah, respaldado por Irán, ha estado intercambiando fuego casi a diario con las Fuerzas de Defensa de Israel desde que Hamas lanzó un ataque masivo contra el territorio judío, desencadenando la guerra en la Franja de Gaza.
En la madrugada de este domingo, Hezbollah lanzó cohetes Falaq contra la ciudad israelí de Kiryat Shmona, en represalia por un bombardeo israelí.
El Ministerio de Salud de Líbano confirmó la muerte de tres miembros de los equipos de emergencia tras el ataque.
Hezbollah, junto con otros grupos terroristas en la región, ha utilizado la cobertura de actividades civiles y de emergencia para encubrir sus operaciones militares, una estrategia denunciada en múltiples ocasiones por Israel.
El ejército israelí afirmó que eliminó a miembros del movimiento Amal, un aliado de Hezbollah, quienes operaban dentro de una estructura militar en Froun.
Estos combatientes estaban vinculados directamente con las operaciones de Hezbollah, lo que refuerza la cooperación entre las facciones respaldadas por Irán en su esfuerzo conjunto para atacar a Israel.
La respuesta de Israel se enmarca dentro de su política de neutralizar cualquier amenaza desde el sur de Líbano, donde Hezbollah ha establecido una red de infraestructura militar.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, condenó el ataque, calificándolo de una “agresión contra Líbano” y de una “violación flagrante del derecho internacional”. Sin embargo, las acciones israelíes estuvieron dirigidas exclusivamente contra objetivos militares de Hezbollah, que ha mantenido una campaña de ataques contra el norte de Israel, usando a menudo a civiles libaneses como escudos humanos en sus incursiones armadas.
Desde que comenzó este conflicto, más de 614 personas han muerto en Líbano, la mayoría de ellos combatientes de Hezbollah. En Israel, las autoridades han reportado la muerte de al menos 24 soldados y 26 civiles, víctimas de ataques que incluyen el uso de cohetes, drones y otras armas lanzadas desde territorio libanés.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha sido claro en su mensaje: Israel no permitirá que Hezbollah o cualquier otra organización terrorista respaldada por Irán continúe desestabilizando su frontera norte.
Las acciones de Israel están alineadas con su derecho a la defensa, una postura que ha sido respaldada por gran parte de la comunidad internacional, que reconoce la amenaza que representan Hezbollah e Irán para la estabilidad de la región.
La violencia en la frontera ha generado una situación crítica que ha puesto a prueba las capacidades defensivas de Israel, pero el gobierno ha reiterado su compromiso de proteger a sus ciudadanos. Las fuerzas armadas de Israel han respondido con precisión, atacando posiciones militares de Hezbollah, mientras los terroristas continúan utilizando a civiles libaneses como escudos y escondiendo sus operaciones detrás de actividades humanitarias.
(Con información de EFE y AFP)