EEUU no enviará ayuda al Gobierno del Líbano tras la explosión en el puerto: las autoridades temen termine en manos de Hezbollah

El Gobierno estadounidense ha enviado ayuda humanitaria directamente al ejército y a organizaciones no gubernamentales. “Tenemos una política de tolerancia cero contra el fraude”, expresó la vocera de la Agencia para el Desarrollo Internacional USAID

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Los miembros del ejército libanés y los voluntarios preparan la ayuda que se distribuirá a las personas después de una explosión masiva en el área del puerto de Beirut, en Beirut, Líbano, el 12 de agosto de 2020 (Reuters/ Thaier al Sudani)
Los miembros del ejército libanés y los voluntarios preparan la ayuda que se distribuirá a las personas después de una explosión masiva en el área del puerto de Beirut, en Beirut, Líbano, el 12 de agosto de 2020 (Reuters/ Thaier al Sudani)

A la administración del presidente Donald Trump le preocupa que la ayuda humanitaria para el Líbano termine en manos del grupo terrorista Hezbollah si se envía directamente al Gobierno nacional, reportó el miércoles The Wall Street Journal en base a testimonios de altos funcionarios estadounidenses.

Estados Unidos y otros países han enviado alimentos y suministros médicos de emergencia al Líbano para ayudar al país por la explosión ocurrida a principios de este mes que arrasó gran parte del centro de Beirut. Sin embargo, funcionarios de Washington se mostraron inflexibles sobre el uso de canales alternativos por temor a que sus contribuciones sean utilizado por el grupo, que forma parte del gobierno libanés y que fue definido como organización terrorista por EEUU.

El subsecretario de Asuntos Políticos de Estados Unidos, David Hale, quien regresó de un viaje de tres días al Líbano la semana pasada, dijo que su principal mensaje a los funcionarios, políticos y activistas libaneses con los que se reunió fue instar a las reformas políticas necesarias para librar al país de la corrupción.

Ayuda humanitaria con destino a Beirut (Reuters/ Muhammad Hamed)
Ayuda humanitaria con destino a Beirut (Reuters/ Muhammad Hamed)

Estados Unidos “estará allí con la emergencia humanitaria inmediata que cualquier ser humano querría ofrecer en un momento como este”, dijo Hale a los periodistas en una sesión informativa. “Pero -advirtió- para el tipo de asistencia que los libaneses están pidiendo para reestructurar sus finanzas y su economía, se necesitará un liderazgo comprometido con estas reformas profundas de las que hemos estado hablando durante años”.

Los funcionarios estadounidenses están particularmente preocupados porque el papel de Hezbollah en un gobierno plagado de corrupción signifique que el grupo, respaldado por Irán, se beneficie de los suministros humanitarios y el financiamiento financiado por los contribuyentes estadounidenses.

Designado como grupo terrorista extranjero por Estados Unidos en 1997, Hezbollah ha sido durante mucho tiempo un objetivo principal de las sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que lo acusa de ser responsable de atentados mortales contra Estados Unidos y sus aliados.

Vista de labores de la defensa civil francesa en Beirut (EFE/ Nabil Mounzer)
Vista de labores de la defensa civil francesa en Beirut (EFE/ Nabil Mounzer)

En ese contexto, Hezbollah se ha visto sometido a una presión cada vez mayor por parte de la administración Trump, ya que la Casa Blanca ha llevado a cabo una campaña de máxima presión contra Irán y sus aliados.

Funcionarios y analistas occidentales citados por The Wall Street Journal dijeron que las provisiones de salud y otros servicios sociales han servido como una plataforma clave para reforzar el apoyo político de éste en el país.

Dichos servicios se han vuelto aún más críticos a partir de la explosión que sacudió a la ya en crisis economía libanes y cuando la campaña de sanciones de toda la economía de la administración Trump contra el principal benefactor del grupo, el régimen clerical en Teherán, complicó el financiamiento de Hezbollah.

En la imagen el presidente estadounidense, Donald Trump (EFE/Chris Kleponis / archivo)
En la imagen el presidente estadounidense, Donald Trump (EFE/Chris Kleponis / archivo)

En efecto, de los USD 18 millones en ayuda que Estados Unidos ya ha comprometido, el Departamento de Defensa entregó paquetes médicos y de alimentos al ejército libanés, mientras que la asistencia de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) ha sido entregada a través de organizaciones no gubernamentales.

“Tenemos una política de tolerancia cero para el fraude, el despilfarro y el abuso de los recursos de los contribuyentes estadounidenses”, dijo Pooja Jhunjhunwala, portavoz de USAID. Y aclaró: “USAID no está proporcionando ayuda humanitaria al Gobierno del Líbano”.

El proceso de investigación de la agencia para la distribución de ayuda busca particularmente asegurar que “los recursos no apoyen inadvertidamente a individuos o entidades que son terroristas, apoyan a terroristas o están afiliados a terroristas”, dijo Jhunjhunwala.

Foto de archivo de Hassan Fadlallah de Hezbollah en Beirut (Reuters/ Aziz Taher/ File Photo)
Foto de archivo de Hassan Fadlallah de Hezbollah en Beirut (Reuters/ Aziz Taher/ File Photo)

Además, agregó que la asistencia de USAID es enviada a través del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas y la entrega de suministros médicos a través de los hospitales de la Universidad Americana de Beirut, la Cruz Roja Libanesa y la Universidad Libanesa Americana.

Los funcionarios estadounidenses añadieron que la última crisis del Líbano no ha cambiado su oposición a un rescate multimillonario que el gobierno buscaba del Fondo Monetario Internacional para rescatar su economía en crisis. Efectivamente, Washington, como el accionista más poderoso del FMI, dijo que no respaldaría un rescate hasta que Beirut aceptara amplias reformas políticas que, según los funcionarios occidentales, son fundamentales para abordar la corrupción sistémica del país, un problema que proporciona a Hezbollah la capacidad de financiar sus operaciones militares y terroristas y ampliar su poder político.

Con todo, mientras Estados Unidos intenta utilizar la actual crisis política para frenar el control de Hezbollah sobre el país, hay varios que aseguran que la ayuda humanitaria y el financiamiento no solo son vitales para satisfacer las necesidades del pueblo libanés, sino también para apoyar sus objetivos diplomáticos.

Vista general de un silo severamente dañado tras las explosiones en el puerto de Beirut (Reuters/ Hannah McKay/ File Photo)
Vista general de un silo severamente dañado tras las explosiones en el puerto de Beirut (Reuters/ Hannah McKay/ File Photo)

“Este es un punto de inflexión en la historia del Líbano que puede hacer posible un cambio de rumbo”, dijo un alto funcionario de EEUU. “Nuestro objetivo no es interferir, sino responsabilizar a aquellas personas que están explotando el sistema para su propio beneficio”, agregó en referencia a Hezbollah y sus aliados.

Los legisladores estadounidenses, por su parte, comparten las preocupaciones de la administración. La semana pasada, un grupo bipartidista de senadores dijo que si bien el Departamento de Estado y USAID deberían usar todas las herramientas disponibles para ayudar al Líbano a hacer frente a la crisis, instó a ser cuidadosos con la ayuda que era canalizada a través del gobierno.

“Es tristemente revelador que haya poca o ninguna fe en brindar asistencia directamente al gobierno libanés debido a su corrupción desenfrenada”, explicó ese grupo de senadores en una carta al Departamento de Estado y a la USAID.

Mientras tanto, en el Líbano, muchos ciudadanos participaron de movilizaciones en las últimas semanas porque vieron en la explosión del pasado 6 de agosto, que devastó zonas enteras de la capital y mató a al menos 181 personas, una prueba flagrante de que la corrupción mata, y responsabilizaron a sus dirigentes de la tragedia.

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