Construido en Alemania por el prestigioso astillero Lloyd Werft de la ciudad portuaria de Bremerhaven, el super yate propiedad del multimillonario oligarca ruso Farkhad Akhmedov es el sueño de todo hombre de mar.
Con un costo estimado de USD 500 millones, la embarcación de 115 metros de eslora es el segundo yate de expedición más grande del mundo y el número 23 en lo que hace a cruceros de lujo. Entregado originalmente al empresario soviético Roman Abramovich en abril de 2010, "Luna" luego fue vendido a Akhmedov en 2014 por la módica suma de USD 360 millones.
No conforme con el trabajo hecho en su interior por el reconocido diseñador Donald Starkey, la embarcación fue enviada a Alemania para recibir una remodelación completa valuada en USD 50 millones, la cual demoró unos 16 meses en ser terminada. Incluso sus botes salvavidas fueron hechos a medida, con un costo por unidad de USD 4 millones.
Al poco tiempo de ser entregado a su orgulloso propietario, el yate fue incautado en el puerto Rashid de Dubai, sitio al que había ingresado para someterse a tareas de mantenimiento. Una orden de la corte británica impulsada por los abogados de su ex mujer, Tatiana Akhmedov, de 41 años, daría por comenzada una batalla legal por la custodia del preciado bote, la cual se extiende hasta la fecha.
Al día de hoy, sus diez cabinas VIP de más de cien metros cuadrados cada una, además de su piscina de 20 metros de largo, 8 embarcaciones de tipo tender, un mini submarino y su tripulación de 50 personas esperan la decisión final de la corte para ponerse en funcionamiento y salir a explorar los destinos más exóticos del mundo.
El magnate petrolero recibió en febrero una orden de entregarle a su ex esposa el 41 por ciento de su fortuna calculada en USD 1.4 mil millones, o lo que equivale a USD 643 millones, en lo que se ha convertido en el divorcio más costoso en la historia del Reino Unido, sitio donde se está llevando adelante la disputa legal.
La mujer asegura no haber recibido un centavo a la fecha de parte del empresario de 62 años incluido en el "Listado Putin" elaborado por los EEUU, que enumera a los oficiales y oligarcas cercanos al Kremlin. El matrimonio de 20 años tuvo como fruto a dos hijos que fueron criados desde 1993 en Londres, ciudad predilecta de los rusos más poderosos del mundo.
Akhmedov conoció a su ex cuando esta tenía 17 años y a los 21 ya se habían embarazado y mudado a Inglaterra. La unión terminó en 2014 y desde ese momento comenzó una verdadera guerra, en medio de un escándalo en el que la afectada asegura que su marido habría desviado gran parte de su fortuna a cuentas offshore.
El magnate cuenta, entre otras propiedades, con una residencia de verano en el sur de Francia, dos helicópteros, una valiosa colección de vehículos antiguos y piezas de arte firmadas por Rothko, Warhol y otros grandes. "Pasamos de volar en Aeroflot a British Airways y luego en aviones charter" compartió en su momento la ex del empresario. El éxito económico del hombre cercano a Putin los llevó a tener su propio jet privado valuado en USD 50 millones.
Pero sin lugar a dudas su objeto más preciado sería Luna. Equipado con un sistema de detección de misiles y protección anti drones, además de ventanas a prueba de balas y puertas resistentes a bombas, la embarcación fue diseñada para proteger la integridad de toda la familia, no importa en que latitud se encontrasen.
La defensa del empresario asegura que los reclamos de su ex no son validos dado que la pareja se habría divorciado en Rusia hace más de una década.
Mientras tanto, la embarcación continúa esperando a su dueño definitivo.
A pesar de que la última orden del juez exige al Sr. Akhmedov que entregue el yate a su ex esposa, el navío sigue, virtualmente, encallado en Dubai.