La Iglesia australiana rechazó los principales pedidos de la Comisión Real que investigó miles de casos de pederastía en los templos

El organismo investigó durante cinco años la respuesta institucional a los casos de abuso sexual contra miles de menores. Hizo 189 recomendaciones, entre ellas levantar el secreto confesional y el celibato compulsivo

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El arzobispo de la arquidiócesis de Melbourne, Denis Hart, dijo que la discreción sobre la confesión de los fieles es "inviolable" y "no puede ser interrumpida", pero agregó que si alguien le confesara haber abusado de niños, le aconsejaría admitir su crimen ante la policía, no sólo en el ámbito religioso y secreto.

"Me sentiría terriblemente conflictuado, e intentaría por todos los medios que esa persona admitiera el crimen por fuera de la confesión, pero no puedo violar el secreto", dijo Hart.

El pedido de la Comisión Real, que investigó los abusos a menores en instituciones religiosas y públicas de Australia, es clave para avanzar en los casos de pederastía que desataron un escándalo en la Iglesia australiana, ya que permitiría que quienes se enteraron de este tipo de crímenes por la vía confesional los denunciaran.

El reporte final de la
El reporte final de la Comisión Real fue presentado en Canberra (Reuters)

La comisión estos casos de abuso a menores como una "tragedia nacional", al presentar su informe final tras entrevistar a más de 8.000 víctimas.

"Decenas de miles de niños fueron abusados sexualmente en las instituciones australianas. Nunca sabremos la cifra, pero cualquiera que sea, supone una tragedia nacional perpetrada durante generaciones dentro de nuestras más respetadas instituciones", remarcó el informe.

La Comisión Real, que investigó durante cinco años la respuesta institucional a estos casos de abuso sexual de menores, presentó 189 nuevas recomendaciones en un informe del que entregó dos versiones de 17 volúmenes al gobernador general de Australia, Peter Cosgrove.

El arzobispo Hart, sin embargo, dijo que la comisión "no ha dañado la credibilidad de la Iglesia". En agosto de este año, el religioso había señalado que prefería ir preso antes que denunciar confesiones sobre pecados que implican crímenes como los abusos sexuales a menores.

También rechazó la posibilidad de eliminar el celibato forzoso, ya que ve en él "un valor real", aunque también admitió que a los obispos australianos "les llevará tiempo darse  cuenta de la seriedad del problema" de los abusos en las instituciones religiosas que están bajo su responsabilidad.

El arzobispo de Melbourne Denis
El arzobispo de Melbourne Denis Hart bendice una cruz

Las recomendaciones de la comisión persiguen "hacer que las instituciones sean más seguras para los niños", indicó en un comunicado la comisión que en anteriores informes había propuesto otras 220 medidas.

El presidente del organismo, Peter McClellan, reclamó cambios en "la cultura, la estructura y las prácticas de gobierno de muchas instituciones".

"Habrá muchos dirigentes y miembros de algunas instituciones molestos con la intrusión (…) pero si los problemas que hemos identificado son abordados adecuadamente, deben producirse cambios", dijo McClellan.

En el acto de presentación Cosgrove, representante de la reina Isabel II, la jefa de Estado del país, le comunicó que a su vez entregará los informes al gobierno del primer ministro, Malcolm Turnbull.

Antes de la entrega del informe final, Cosgrove conversó con un grupo de víctimas y activistas que agradecieron el trabajo de esta comisión.

El comisionado de Justicia Peter
El comisionado de Justicia Peter McClellan y el gobernador general de Australia Peter Cosgrove durante la presentación del Informe de la Omisión Real (Reuters)

La comisión fue creada a finales de 2012 por la entonces primera ministra laborista Julia Gillard y durante su trabajo recabó los testimonios de unas 8.013 personas y entrevistó a unos 1.300 testigos.

Durante 57 audiencias públicas comparecieron altos cargos religiosos, entre ellos el cardenal George Pell, jefe de las Finanzas del Vaticano, como parte de la investigación de 44 casos de estudio en instituciones católicas.

La Iglesia Católica, con fuerte presencia en Australia, recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos a menores cometidos por unos 1.880 miembros de esta institución, sobretodo hermanos y sacerdotes, entre 1980 y 2015, aunque algunos casos se remontan a la década de 1920.

La Comisión Real ha dado a lo largo de estos años una serie de recomendaciones sobre cómo indemnizar a las víctimas, los controles de los antecedentes de las personas que trabajan con menores y mayores sanciones para castigar a los agresores.

(Con información de EFE)

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