
Antes de la llegada de los españoles al territorio que ahora conocemos como México, Tenochtitlan era la gran ciudad en donde vivían los mexicas, una de las grandes culturas mesoamericanas que lograron formar un gran imperio.
Hernán Cortés, quien lideraba a los españoles que llegaron a conquistar el territorio, llegó a México en 1519, y el primer lugar de México que pisó, fue la isla de Cozumel, enfrente de lo que ahora es Playa del Carmen, en Quintana Roo. Posteriormente, inició un recorrido de varios meses que lo llevaron a Tabasco, Veracruz, Puebla y finalmente, llegó a Tenochtitlan. Al ver la gran ciudad, capital del imperio mexica, él y sus acompañantes quedaron impresionados con la belleza y gran organización de la ciudad, además de la grandeza que era.
El 8 de noviembre de 1519, Cortés se reunió con quien en ese momento era el hombre más poderoso del imperio mexica: Moctezuma Xocoyotzin, o Moctezuma II. Luego del encuentro del líder español y el emperador Moctezuma, se darían una serie de eventos, entre ellos la muerte del tlatoani, que culminarían en la Conquista de México.
Cortés, a su llegada a México, estuvo relacionado con varias mujeres, entre ellas Malinalli, quien también es conocida como la Malinche, y que fue bautizada por los españoles como Marina. Sin embargo, el español también se relacionó con una mujer que tenía un vínculo muy cercano con la nobleza mexica, de nombre Ichcaxóchitl Tecuichpo. Ella era hija del emperador Moctezuma.

La princesa mexica Ichcaxóchitl Tecuichpo nació a finales de la década de 1500. Murió cuando la conquista española ya estaba muy avanzada, y a lo largo de su vida vio morir a su padre y a varios de sus familiares, también vio cómo fue destruido el imperio en el que creció desde niña, además de que le fue cambiado el nombre por el de doña Isabel de Moctezuma. Poco se conoce sobre la vida de la princesa mexica antes de la llegada de los españoles, sin embargo, hay quienes suponen que fue casada por motivos dinásticos con un hombre perteneciente a la nobleza mexica que murió antes de la llegada de Cortés.
La mayoría de las fuentes relatan que la mayor parte de la descendencia de Moctezuma murió durante la derrota de los españoles a manos del ejército mexica conocida como la Noche Triste. Sin embargo, Tecuichpo logró escapar y regresar con los suyos, para posteriormente ser casada con su tío Cuitláhuac, hermano de su padre Moctezuma. Esto se hizo con el fin de que Cuitláhuac fuera nombrado el nuevo tlatoani.
Pocos meses después, Cuitláhuac fue contagiado de viruela, lo que le causó la muerte, por lo que el lugar de tlatoani lo tomaría Cuauhtémoc, con quien Tecuichpo también se casó.
Al caer Tenochtitlan y su último tlatoani, Cuauhtémoc, a manos de los españoles, Tecuichpo fue bautizada y apadrinada por Hernán Cortés, bajo el nombre de doña Isabel de Moctezuma. El título de doña, reconocía su nobleza, y el apellido Moctezuma, recordaba que era la única hija legítima y heredera del gran emperador mexica.

Tras la ejecución de Cuauhtémoc, Cortés se hizo cargo de asegurar el futuro de doña Isabel, concediéndole en encomienda parte del antiguo señorío de Tlacopan, como dote en el matrimonio que le concertó con el conquistador Alonso de Grado, quien murió poco después de contraer nupcias con ella. Luego de esto, Cortés la llevó a vivir a su casa, y concibió una hija con ella. El nombre de la hija de la princesa mexica y el conquistador español era Leonor Cortés Moctezuma, y posiblemente fue producto de relaciones forzadas, pues doña Isabel llegó a rechazarla.
Poco antes del nacimiento de su hija, Cortés la casó con el español Pedro Gallego de Andrada, con quien concibió un hijo, don Juan Andrada Moctezuma, quien fue heredero de la encomienda de Tlacopan y cabeza de una larga descendencia nobiliaria. Pedro Gallego también moriría poco después e Isabel volvió a casarse en 1532, ahora con Juan Cano Saavedra, quizá por elección propia por primera vez, ya que Cortés, para ese momento, había perdido gran parte de su poder. Poco se sabe de Isabel de Moctezuma luego de su último matrimonio, salvo que con Juan Cano tuvo cinco hijos: Juan, Pedro, Gonzalo, Isabel y Catalina.
Doña Isabel Moctezuma murió en 1550, y al momento de su muerte, era una mujer rica, noble, cristiana, influyente y respetada por la sociedad.
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