
El descubrimiento de Brachycephalus lulai, una nueva especie de rana miniaturizada en los bosques nubosos de la Serra do Quiriri, al sur del Bosque Atlántico brasileño, fue anunciado por un equipo internacional de científicos. Este diminuto anfibio, de color naranja brillante y menos de catorce milímetros de longitud, representa un avance relevante en el conocimiento de la biodiversidad de una de las regiones más amenazadas y ricas del planeta.
El epíteto específico "lulai" rinde homenaje a Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil en tres ocasiones, afirmaron los autores del estudio, quienes eligieron este nombre con la intención de promover la expansión de las iniciativas de conservación centradas en el Bosque Atlántico y en las ranas miniaturizadas altamente endémicas de Brasil.
La Brachycephalus lulai se distingue por su cuerpo compacto y su llamativo color naranja, salpicado de pequeñas manchas verdes y marrones. Los machos miden entre 8,9 y 11,3 milímetros, mientras que las hembras alcanzan de 11,7 a 13,4 milímetros, situándose entre los tetrápodos adultos más pequeños conocidos.

El diagnóstico de la especie, detallado en PLOS One, se basó en una combinación de características morfológicas, osteológicas y genéticas, así como en el análisis de su canto de apareamiento, que resultó ser único entre los Brachycephalus de la zona. El canto consiste en grupos de dos breves ráfagas de sonido, con notas atenuadas y hasta cuatro pulsos por nota, lo que permitió diferenciarla de otras especies emparentadas.
El equipo científico empleó tomografías computarizadas de alta resolución para examinar la estructura esquelética y realizó análisis de ADN, confirmando que B. lulai está estrechamente relacionada con B. auroguttatus y B. quiririensis, ambas presentes en la misma región. La especie presenta una forma corporal bufoniforme, ausencia de coosificación dérmica y una textura de piel que varía entre lisa y densamente rugosa en distintas partes del cuerpo. El iris es completamente negro y la coloración naranja se mantiene en vida, aunque se atenúa tras la preservación.
La nueva especie fue registrada en la Floresta Ombrófila Densa Montana, un tipo de bosque nuboso que cubre las laderas de la Serra do Quiriri, en el municipio de Garuva, estado de Santa Catarina. Los ejemplares se encontraron entre los 435 y 990 metros sobre el nivel del mar, en dos localidades separadas por 6,3 kilómetros: Pico Garuva y Monte Crista. Según el estudio, la especie parece ser localmente abundante en estos puntos, aunque su área de ocupación total se estima en apenas ocho kilómetros cuadrados.
El género Brachycephalus, al que pertenece B. lulai, agrupa 42 especies, la mayoría descritas en las últimas dos décadas, muchas de ellas con distribuciones extremadamente restringidas y alto grado de endemismo. La historia natural de la región sugiere que los cambios climáticos del Cuaternario, con alternancia de períodos semiáridos y húmedos, favorecieron la especiación por aislamiento en parches de bosque, fenómeno conocido como especiación por vicarianza. Los bosques nubosos, con su rápida expansión sobre los pastizales de montaña y su estructura simplificada, facilitaron la dispersión y diferenciación de estos anfibios.
A pesar de su reciente descubrimiento y de la reducida extensión de su hábitat, los autores del estudio proponen clasificar a B. lulai como especie de “Preocupación Menor”, debido a la ausencia de amenazas inmediatas y a la buena calidad ambiental de su entorno, según la investigación. Sin embargo, la publicación científica subraya la vulnerabilidad inherente de las especies microendémicas, que pueden verse afectadas rápidamente por alteraciones en su hábitat.
El Bosque Atlántico, donde se encuentra la Serra do Quiriri, es uno de los biomas más amenazados del mundo, con una alta tasa de pérdida de hábitat y fragmentación. Entre los impactos antrópicos identificados en la región figuran la quema de pastizales, el pastoreo de ganado, la invasión de especies exóticas como el pino y la minería, además de la erosión y el turismo no regulado. Los investigadores insisten en la necesidad de un monitoreo continuo de las poblaciones de B. lulai y de estudios adicionales en hábitats montañosos adyacentes para determinar la posible presencia de la especie en otras áreas.
Como respuesta a la situación de B. lulai y otras especies endémicas de la zona, los científicos proponen la creación del Refugio de Vida Silvestre (RVS) Serra do Quiriri, una unidad de conservación de protección integral que abarcaría 6.600 hectáreas en los municipios de Garuva y Campo Alegre. Esta propuesta destaca por no requerir la expropiación de tierras privadas, lo que facilitaría su implementación. El refugio tendría como objetivo proteger no solo a B. lulai, sino también a B. auroguttatus, B. quiririensis y otras especies amenazadas, así como los bosques nubosos y pastizales de altitud.
Las acciones de gestión sugeridas incluyen el diagnóstico del impacto del fuego, la gestión de pastizales mediante quemas controladas, la regulación del pastoreo, la mitigación de la minería y la tala de especies invasoras, así como la planificación de actividades turísticas sostenibles. Se contempla también la compensación ambiental para los propietarios de tierras que colaboren con el plan de manejo, incentivando alternativas a la explotación de recursos nativos.
El reconocimiento de Brachycephalus lulai busca inspirar nuevas acciones para la protección de la biodiversidad y la preservación de los hábitats únicos del Bosque Atlántico, contribuyendo a la salvaguarda de especies que dependen de la integridad de estos ecosistemas para su supervivencia.
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